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Mbansogo: El chico que cruzó el lago sin saber nadar

39 segundos para un sueño. El pasado domingo, Sebastián-Bacale Mbansogo se convirtió en el último canterano del Montakit Fuenlabrada en debutar con el primer equipo, en el derbi frente al Real Madrid. Seguramente sea el que más ha tenido que pelear para lograrlo. Descubre sus orígenes

Foto Baloncesto Fuenlabrada
© Foto Baloncesto Fuenlabrada
  



Fuenlabrada, 11 Nov. 2014.- En septiembre de 2012 Sebastian-Bacale Mbansogo, aún con edad junior, aparecía en el escenario para el común de los aficionados. Entrenamientos con el equipo ACB, convocatoria para el amistoso contra el Bilbao en Ávila y primeros minutos de juego con el primer equipo en un encuentro a puerta cerrada frente al CB Canarias en el Fernando Martín. Días después, debutaba en partido oficial con el equipo de Adecco Plata frente al Clínicas Rincón en Málaga. Sueños hechos realidad para el joven Sebas, viento en popa a toda vela.

Pero de repente ¡zas! Al día siguiente, el 24 de noviembre, jugando con el equipo junior una de sus penetraciones acaba con un mal apoyo, una torcedura horrible que termina con él y sus maltrechos huesos en el quirófano. Placas y tornillos por aquí y por allá, y meses y meses de recuperación por delante. Del viento en popa logrado a base de trabajo al naufragio llevado por el caprichoso infortunio.

Otro sin su carácter se habría ahogado. Pero este jugador de origen guineano con un espíritu labrado en el sur de Madrid no se iba a dejar hundir. Al contrario, iba “a cruzar a nado un lago sin saber nadar”. La expresión no es nuestra, ojalá, es del propio Sebas y la recogemos de su blog personal From the bottom (desde el fondo), escrita en verano de 2014 justo cuando tuvo que volver a entrar al quirófano, esta vez como punto final a aquel calvario.

Para entonces la orilla del lago ya la había alcanzado. Tanto que al escribir esas líneas en el ordenador de su habitación ya era campeón de la Adecco Plata con el Fundación Baloncesto Fuenlabrada. Lo que no sabía, aunque seguro que lo soñaba, era que dos noviembres después de la lesión iba a saltar al parqué del Fernando Martín enfundado en la camiseta del primer equipo para debutar en la Liga Endesa contra el Real Madrid, mismo rival frente al que debutaron otros canteranos fuenlabreños casi tan guerreros y peleones como Javi Vega y Chema González.

“Hace falta una fortaleza y una madurez muy por encima de su edad para superar una lesión tan grave como la que tuvo en un año tan importante como el segundo de junior”
, explica Armado Gómez, entrenador del filial fuenlabreño al que pertenece Mbansogo, y que ha visto día a día cómo Sebas trabaja y vive apasionadamente el basket.

Otro Armando, esta vez de apellido Polo, jefe de cantera del CB Fuenlabrada, ha visto crecer a Mbansogo desde los 13 años, momento en que éste ingresó en el Fuenla. “Sebas es un chico muy reflexivo, piensa mucho en el campo y también fuera de él. Es alguien concentrado en lo que hace, ya sea en sus estudios o en el baloncesto. Y a la vez está muy concienciado con los problemas de la sociedad”.

“Baloncestísticamente tiene buen físico
– continúa Polo -, ahora se ha ido especializando más en defensa y parece más remiso en ataque de lo que era en categorías inferiores. Atrás aporta mucho y en ataque penetra mejor que tira”. Apreciación en la que coincide con Gómez: “En lo individual ha de mejorar el tiro y en lo colectivo debe seguir aprendiendo a pensar como un base. Años atrás jugó más de dos que de uno, y ahora estamos tratando que dé el paso y piense en qué necesita el equipo en cada momento”.

Lo conseguirá, seguro. Por trabajo no va a quedar, y más le vale, porque aún le falta mucho por mejorar a este joven “con madera de entrenador y líder en el campo”, según su propio entrenador, que cruzó a nado todo un lago sin saber nadar y que además no escribe nada mal. Como diría el periodista Ezequiel Costa, “lectura recomendada”, el blog de Sebas.