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Oriol Junyent: "El Rio Natura Monbus, una familia"

Tras Barça, Granada, Fuenlabrada, Alicante, Estudiantes, Valladolid, Obradoiro y casi 20 años después de su debut en la Liga Endesa, Oriol Junyent dice adiós. La rodilla dijo basta y supone la retirada de un clásico de la pintura que será homenajeado en el Fontes do Sar

Oriol Junyent, en su despedida (EFE)
© Oriol Junyent, en su despedida (EFE)
  

Santiago de Compostela, 22 Abr. 2015.- Oriol Junyent ha anunciado hoy su retirada como jugador de baloncesto, tras, a pesar de muchos trabajos y rehabilitación, no conseguir recuperarse de la lesión de rodilla que sufrió el pasado curso. El pívot compareció hoy ante los medios, en el pabellón que fue su casa durante estos últimos años de su carrera, el Fontes do Sar.

El consejero del club, Oscar Rodríguez, empezó agradeciendo al catalán el “haber vestido la camiseta del Rio Natura Monbus Obradoiro, siendo en todo momento un ejemplo de jugador de club, de compañero y de capitán. Nos ha ayudado a conseguir éxitos deportivos colectivos y también éxitos individuales, con el desarrollo de otros jugadores que han crecido a su lado, complementando el magnífico trabajo de nuestro equipo técnico”, declaraba.

El directivo se remontó al pasado año, cuando el jugador caía al suelo ante el silencio de la Caldeira. Los ligamentos cruzados de su rodilla derecha se habían roto y le obligarían a pasar por quirófano al acabar la campaña: “Cuando nuestros servicios médicos nos comunicaron la imposibilidad de que Oriol formara parte de la plantilla deportiva de esta temporada, el Consejo de Administración decidió retirar su número quince”. También recordó que la afición podrá despedirse de él en ese mismo parqué, en un homenaje que se realizará durante el partido contra el Unicaja.


Moncho Fernández, en nombre del cuerpo técnico del club, también expresó sus sentimientos: “Hay dos fotos en mi despacho que resumen mi relación con Ori. Una es del ascenso a Liga Endesa, en la que me está levantando por los aires. La otra, un póster con todos los jugadores y una palabra al lado de cada uno, que en su caso es COMPROMISO”, a lo que añadió para concluir: “Para mí es un honor haber sido su entrenador después de la trayectoria que tiene, así que solo puedo darle las gracias y decirle que lo quiero mucho”.

Fue breve también su compañero durante dos años, Rafa Luz, al que le ha tocado recoger el testigo de la capitanía en el vestuario gallego: “Es el momento más difícil que ningún jugador se plantea. Se acaba la carrera de un grande, no solo como jugador. Ha ayudado a triunfar a muchos más allá de sí mismo, y esa es la imagen que tengo de él. Si hoy soy capitán es por lo que aprendí con él. Gracias por compartir vestuario conmigo y haberme enseñado tanto”.

Cuando llegó el turno del protagonista, un aplauso invadió la sala de prensa, y un visiblemente emocionado Oriol recurrió al papel para no dejarse nada en el tintero:

“Buenos días, gracias a todos por haber venido. Os he querido reunir hoy, a la prensa, para comunicaros que tras 9 meses después de la operación que se me efectuó en la rodilla derecha por la lesión que sufrí el pasado año en el partido contra el Joventut, y habiendo agotado todas las vías y técnicas posibles para su recuperación, por lo que quiero agradecer tanto al club como a los servicios médicos del Hospital La Rosaleda y Fremap el tiempo y dedicación que han empleado conmigo para intentar por todos los medios mi vuelta a las canchas. Por desgracia, los resultados no han sido favorables.

La lesión era más complicada de lo que se creía en un principio, y con mucha pena, tengo que decir que el estado de mi rodilla me obliga a anunciar mi retirada como jugador profesional de baloncesto.

Me voy con un sabor agridulce, ya que me hubiera gustado seguir ejerciendo la profesión que tanto amo durante más tiempo, pero la incapacidad física de mi rodilla me lo impide. Aunque me quedo con todo lo vivido durante estos casi 21 años de jugador profesional. Han sido muchos los equipos en los que he estado; aficiones y seguidores que me han apoyado y aplaudido; entrenadores que apostaron por mí, enseñándome cada día a crecer como profesional y muchos compañeros que han estado a mi lado a lo largo de mi carrera que me han enseñado a ser mejor persona.

Quiero agradecer a todos y cada uno la confianza, el cariño y el respeto que depositaron en mí en su día y espero no haberlos decepcionado. Ha habido muchos viajes, muchas horas de entrenamientos, muchas risas y alegrías…Y también, cómo no, días menos buenos. Me quedo con la satisfacción, de creer haber hecho bien mi trabajo. Me considero un jugador honesto, trabajador y buen compañero que siempre ha trabajado duro para dar lo mejor de mí en cada uno de los Clubs en los que he estado.

Me gustaría, si me lo permitís, empezar agradeciendo a mis padres y mi familia toda la dedicación, tiempo y esfuerzo que han dedicado desde que yo era pequeño para que pudiese ejercer en lo que tanto me gustaba, y siempre han estado a mi lado apoyándome en lo bueno, y sobre todo, en los momentos difíciles, que también los ha habido. A mi mujer Yolanda, que durante 17 años ha ido de mi mano en este largo camino y ha sido un pilar muy importante para que yo me apoyara siempre que lo he necesitado.

Quiero también agradeceros a vosotros, la prensa, el trato que me habéis dado a lo largo mi carrera. Siempre me habéis tratado con mucho cariño y respeto en cada artículo que habéis escrito sobre mí, algo muy importante para un profesional que solo ha querido hacer bien su trabajo, aunque no siempre lo haya conseguido. Agradecer a mis representantes toda la labor que han desempeñado a lo largo de mi carrera. Han sabido encontrar los mejores equipos para que pudiese desempeñar mi trabajo y han ido solucionando perfectamente cualquier problema que haya surgido por el camino.

Por último, pero no por ello menos importante, quiero dar las gracias al Obradoiro. Vine la primera vez por un mes como sustituto de una lesión y volví al siguiente año para quedarme. Directivas, personal de oficinas, directores deportivos y voluntarios: desde el primer día me abristeis los brazos, me acogisteis como uno de los vuestros y me hicisteis sentir en casa. De hecho, así ha sido: esta es mi casa y yo soy del Obradoiro.

En ocasiones, dije que me hubiera gustado retirarme en este club, y aunque ha sido antes de lo que yo hubiese querido, el destino ha hecho que así sea. No veo un sitio mejor para hacerlo. Y, ¿Qué decir de la afición? Me quedé sin palabras el primer día que escuché el Miudiño, y aún después de cinco años me sigue pasando. No creo que pueda devolver tanto como he recibido de ellos.

Ya para finalizar: Mayra, Moncho, Víctor, Fran, Gonzalo, Oscar, Silvia, Tomás...Gracias por aguantarme cada día, por estar a mi lado, y por tantos y tantos momentos que se quedan para nosotros. Me siento un hombre muy afortunado. Tengo que colgar las zapatillas, pero me llevo mi bolsa cargada de cariño, buenos amigos y más de 20 años de grandes momentos que no olvidaré nunca. ¿Qué más puedo pedir? GRACIAS POR TODO Y HASTA SIEMPRE”.