Redacción, 17 May. 2015.- Tremmell Darden regresa a la Final de la Euroliga, aunque lo hace con un equipo diferente. El ahora jugador de Olympiacos se enfrenta a sus excompañeros del Real Madrid. Aquellos con los que todavía comparte risas y complicidades, tanto en el hotel como en la pista del Palacio de los Deportes, cuando los entrenamientos les cruzan, ahora con equipos diferentes.
Fue un sueño jugar con este equipo, el Real Madrid. Me permitió hacer muchas cosas y ahora es otro sueño poder jugar contra ellos en la Final, explicaba Darden tras el entrenamiento del día previo a la gran cita. Pocos mejor que él conocen la naturaleza de ambos equipos. El talento de un equipo sin corona ante el gen competitivo de un equipo ya ganador.
Tenemos carácter, tío, responde cuando se le pregunta por esa increíble capacidad para triunfar en momentos ajustados, de máxima presión. Nunca nos rendimos. Cuando no tienes tíos que se vayan a rendir te haces muy duro para cualquier equipo que se quiera enfrentar a ti. Va a ser una lucha durante todo el partido, desde el principio hasta el final. No es como empiezas, sino como acabas, y este equipo siempre acaba bien.
Mirando la estadística, el CSKA tuvo una mejor actuación que nosotros, pero tuvimos corazón, tuvimos carácter y terminamos ganadores. El partido no se acaba hasta que hay tres ceros en el marcador, explica el alero estadounidense. Un tópico que parece solo cobrar sentido cuando el que habla es un jugador de Olympiacos.
Darden compite por un título en Madrid, ciudad grabada ya en la memoria de su familia. Echa de menos Madrid, contestaba Sergio Rodríguez cuando se le preguntaba por él. Sí... sí, es cierto. Mentiría si digo que no, contestaba el propio Tremmell, honesto: Por múltiples razones: a mi familia le encantaba. ¿Más que Atenas? Sí, tengo que ser sincero, no puedo mentir. Estuve aquí más tiempo, tuve tiempo de adaptarme mejor, y mi familia lo disfrutó mucho. Cuando tu familia está realmente contenta, como cabeza de familia, eso es una parte importante.
El estadounidense conoce bien a Pablo Laso, e incluso a Chus Mateo, que fue su entrenador en Unicaja, además de a la gran mayoría de la plantilla del Madrid, con la que todavía conserva relación. He hablado con algunos de ellos en el hotel. Con algunos de ellos he ido manteniendo contacto a lo largo de la temporada. Lo pasé genial con los chicos de aquí, y estaremos luchando duro el domingo. Jugué para los dos entrenadores, además. Hay mucho contenido emocional, pero tienes que dejar eso a un lado 40 minutos y competir lo máximo que puedas.
