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Dejan Tomasevic: El arte de la victoria

Jugó cuatro temporadas en España pero su huella está bien marcada en la memoria de los aficionados. Campeón de Copa del Rey y Liga ACB en Vitoria y de ULEB Cup en Valencia, Dejan Tomasevic demostró ser un MVP en la pista y también fuera de ella

 (foto Valencia BC)
© (foto Valencia BC)
  

26 Jul. 2015.- Hace más de una década que se marchó de la Liga Endesa y más de cinco años que se retiró del baloncesto, sin embargo la figura de Dejan Tomasevic todavía sigue llamando la atención allá donde pasa.

Como si el tiempo apenas hubiera hecho mella en su rostro, sólo las canas de su pelo parecen indicarnos que sus años de jugador son cosa del pasado. Todo el resto de matices personales todavía nos recuerda a la estrella que fue del TAU Cerámica y Valencia Basket, un jugador que brilló en la pista y que aún ahora levanta el afecto de la gente que por la calle le reconoce y agradece los buenos momentos ofrecidos como jugador.

Como jugador dejó una estela de recuerdos imborrables, fue un pívot de estirpe ganadora que siempre tuvo la virtud de agrandar su figura cuando se levantan los trofeos. Un don para brillar y conquistar títulos y reconocimientos personales que le acompañó como jugador y que desde hace tiempo intenta trasladar a la Federación de Serbia desde su cargo de vicepresidente.

Quizá por su actividad en la federación serbia no es de extrañar verlo en España, el momento para que los aficionados puedan fotografiarse con él y rendir honores a un jugador que se muestra encantado siempre que regresa a nuestro país. “"De verdad, me siento muy bien cuando vengo a España. Me siento feliz pero también me extraña que la gente me pare en la calle y quiera hacerse fotos conmigo”", nos dice el ex jugador.


Lo importante es la huella personal

Para Tomasevic su paso en España le marcó tanto que, además de tener una residencia en la Costa del Sol, no duda en venir siempre que el trabajo y la familia se lo permiten. "Yo tuve años muy buenos aquí en Vitoria y en Valencia, con muchos títulos. Ahora tengo mi casa en Marbella y cada año vengo dos o tres meses aquí. De verdad que vivo y disfruto mucho cuando estoy en España", comenta. Para el serbio, la satisfacción por volver a España es mayor cuando ve y siente el cariño que aún le muestran aficionados y conocidos cada vez que pasea por nuestras calles. "Lo más importante para mí es que cuando voy a Vitoria o Valencia, veo mis fotos allí y cuando hablo con la gente que trabaja allí siento que es feliz cuando me ve. Eso significa que hice un buen trabajo", se sincera.

En total fueron cuatro temporadas, más de 150 partidos donde ganó la liga y Copa del Rey con TAU Cerámica y la Eurocup con Valencia Basket. Grandes momentos deportivos y muchos recuerdos que han llenado su maleta personal de vivencias. De sus años en España, Tomasevic se queda “"de Vitoria con los títulos, en Valencia con la paella y una buena vida. Tuvimos un buen equipo, pero creo que para hacer mejores cosas nos faltó un poco de la dureza que teníamos en el Baskonia"”, confiesa.

Faltó dureza y sobró un fatídico incidente diplomático que hizo que Valencia Basket no se presentara a un partido en Israel y perdiera su oportunidad de estar en una Final Four. “"Fue una lástima no poder estar en Final Four, pero esto pasa y yo creo que Valencia debe estar en Final Four... y va a estar. Ahora mismo están en buen camino"”, augura el directivo.

"“Para mí Valencia es una ciudad ideal para hacer un equipo ganador porque no tiene como Madrid o Barcelona un gran equipo fútbol, tiene a Juan Roig que puede ayudar y, de verdad, que sigo Valencia y espero que un año no solo gane la liga sino que sea un equipo muy importante en Europa"”, reconoce el ahora directivo serbio.

Pese a los títulos y los galardones individuales (fue MVP de la Copa del Rey 2002 y Eurocup 2003), Dejan Tomasevic no vive pegado a la nostalgia y nos confiesa que “"no tengo ningún vídeo de mis partidos”" aunque sí tiene grabada en su mente la experiencia vivida en el Baskonia y Valencia. “"Vitoria fue muy importante para mí”", señala Tomasevic asegurando que antes de los éxitos con el equipo “"tuve 6 meses muy difíciles en Vitoria”".

De aquella primera temporada, Tomasevic recuerda que “"por primera vez estaba fuera de mi país, no salieron las cosas como esperaba, y no jugué bien”", aunque luego llegó la Copa del Rey y entonces vivió un momento especial. “"Ganamos y, sobre todo, ganamos en casa"”, destaca. "“Hasta entones no sabía qué era jugar una final de Copa del Rey en España y me sentí muy bien, pero recuerdo también que el día de después tuvimos un entrenamiento duro con Dusko (Ivanovic)", dice. Un entrenador exigente pero que logró sacar el máximo rendimiento a aquella plantilla. "Puede ser el mejor equipo donde yo he jugado…, tuvimos un equipazo"” asevera.

"“Luego en Valencia me sentí muy bien y ganamos un título allí"”, señala. De su etapa valenciana el exjugador recuerda el calor de la afición y los amigos hechos. “"Tengo muchos amigos para siempre, tengo un padrino como Dejan Mijatovic que con él y su familia estuve años increíbles"”. Tomasevic, guarda gratos recuerdos de sus días en Valencia y por eso nos cuenta que "“puede ser que un día vuelva a Valencia”".

"“De mi carrera lo más importante es que cuando vuelvo a un sitio donde he jugado yo me siento feliz y la gente está feliz conmigo… esto es lo más importante. Esto significa que he hecho un buen trabajo no sólo en pista, sino también fuera de ella"” nos cuenta Tomasevic.

 (Foto EFE)
© (Foto EFE)

Una sociedad de amigos

Además, de por su juego, títulos y personalidad, el recuerdo de Dejan Tomasevic en España siempre estará ligado al de Fabricio Oberto. Serbio y argentino formaron una de las mejores parejas de pívots de la ACB, una relación deportiva que llevaron fuera de las pistas formando una amistad que aún perdura. “"Siempre que me llaman y entrevistan digo que tuve suerte de jugar junto a Fabri en Vitoria y Valencia”".

Pese a lo difícil que es el reencuentro por la lejanía de sus vidas, Tomasevic nos descubre que "“ahora no estamos siempre en contacto pero al menos una vez al año hablamos y, la verdad, es que no sé como describir mis sentimientos cuando hablo de Fabri, él es como un hermano para mí"”. A Tomasevic se le nota emoción cuando habla de su hermano argentino y nos da una pista de lo especial que fue su relación. "“Tuvimos fluidez y entendimiento dentro y fuera de la pista. Lo importante es que la gente siempre se acuerde de esta época y tenga un buen recuerdo de nosotros"”, asegura.

Sin duda que el recuerdo es hermoso al hablar de una pareja que marcó una época en España y, en especial, de un jugador diferente, de los que marcaban la diferencia cuando llegaba el momento de la verdad y que se convirtió en un ídolo allí donde jugó.