Crónica

El Barça Lassa vuela con triples hasta su 20ª final ACB seguida (60-88)

De tres en tres hasta la final. El Barça Lassa arrasó por un claro 60-88 al Herbalife Gran Canaria en un choque que rompió a base de triples en el tercer periodo. Eriksson (16), máximo anotador de un equipo que acabó con 14 triples para alcanzar su 20ª final de competición ACB consecutiva

Carlos Arroyo a punto de superar la presión de Albert Oliver (ACB Photo)
© Carlos Arroyo a punto de superar la presión de Albert Oliver (ACB Photo)
  

Redacción, 2 Oct. 2015.- El FC Barcelona Lassa alcanza la final de la Supercopa Endesa tras un partido completísimo que rompió a base de aciertos exteriores. El Herbalife Gran Canaria resistió el empuje barcelonista hasta el ecuador del segundo cuarto (26-28), aunque un 8-22, con 6 triples de 6 jugadores diferentes blaugrana, terminó por romper el partido.

Los de Pascual sentenciaron el encuentro en el tercer periodo alcanzando rentas de hasta 30 puntos en un choque en el que hasta 7 jugadores sumaron algún acierto exterior para llegar hasta los 14 triples, claves del contundente +28 al final del choque (58-86), con Eriksson (16) de estrella

El cuarto de las dos caras


Esa extraña sensación del primer día de clase. Colegio, instituto, universidad, qué más daba. Qué complicado eso de presentarse en sociedad. ¿Qué me pongo, qué digo? ¿Demasiado informal, demasiado pijo? ¿Tirar mucho a canasta, ser conservador en un segundo plano? Agradar, agradar, agradar. Y con esa premisa Herbalife Gran Canaria y FC Barcelona arrancaron de forma pletórica, absolutamente motivados, con la ilusión del primer día y la inspiración del último.

En menos de dos minutos, 14 puntos, con Savané estrenando el luminoso y Doellman afinando la muñeca con dos triples consecutivos para la primera ventaja blaugrana (4-10, m.2), como anunciando lo que se le avecinaba a su rival. El Barça Lassa parecía en trance, aprovechando cada ataque, y con Lawal haciéndose gigante en defensa, con un tapón que metió miedo a los pívots rivales. Sin embargo, la locura se acabó ahí. De momento.

Poco a poco, el ritmo anotador fue disminuyendo, con fallos más lógicos del primer partido oficial de la temporada de cada equipo. Y en esa fase de sequía el Herbalife Gran Canaria se sintió cómodo, haciendo mucho daño con Savané -6 de los primeros 8 puntos de su equipo- al poste bajo. Tuvo que ser Tomic, con dos acciones positivas consecutivas, el que despertara a sus compañeros y aunque Perperoglou encendió las alarmas del cuadro insular tras su acierto culminando un 0-6 de parcial (8-16, m.9), la salida a pista de Omic dejó el resultado mucho más nivelado (13-16) al término del cuarto de las dos caras.

Ribas lidera la tormenta

Pau Ribas sube el balón (ACB Photo)
© Pau Ribas sube el balón (ACB Photo)

Como en el anterior periodo, el F Barcelona arrancó pletórico el segundo acto, si bien esta vez la gasolina le duró más. Oleson avisaba con un triple y Arroyo se estrenaba con una suspensión (15-21, m.11). ¿Qué Omic se colgaba otra vez del aro? Pues contraataque de Satoransky. ¿Qué Newley sorprendía corriendo? Otra vez el checo al rescate. El Barça Lassa se empezaba a mostrar seguro en el tiro aunque la verdadera brecha la haría con algo más de defensa.

Lo supo Abrines, con un tapón de escándalo antes del tercer triples de Doellman. Y pese a que Salin se resistía al despegue barcelonista (26-28, m.16), de blaugrana viste un tipo que se llama Pau Ribas, viene de una temporada fantástica en Valencia, de un verano inolvidable con España y está dispuesto a mantener su progresión geométrica con el Barça Lassa. Sin hacer ruido, haciéndolo todo bien, callado, infalible, inteligente, omnipresente. Un rebote en defensa por aquí y otro en ataque por allá. U par de asistencias, que no falten. Otro par de robos, claro. Y unos puntos que terminaron de dibujar la escapada de su equipo. (27-33, m.17).

Salin replicaba desde el 6,75, Abrines le seguía con otro triple y, en pleno festival exterior, se coló el eléctrico Arroyo para poner la máxima justo antes del descanso (32-41). Tormenta blaugrana sin paraguas amarillo. Y quedaba aún mucha lluvia por caer…

Lluvia de triples, partido roto

Oleson anota uno de los muchos triples que sumó el Barça Lassa (ACB Photo)
© Oleson anota uno de los muchos triples que sumó el Barça Lassa (ACB Photo)

Poco más pudo simbolizar el partido que la primera jugada del tercer cuarto. Cada equipo un mal triple: el de Rabaseda no tocó aro, el de Satoransky fue a tabla… y entró. De tres en tres, la explosión definitiva del conjunto de Xavi Pascual.

Doellman, el más inspirado desde lejos, elevaba la renta barcelonista a los 15 puntos (32-47, m.22) y pese a que Pango respondió en un primer instante, la resistencia amarilla duró poco. Todo eran triples en un equipo que por momentos movía la bola como si el partido se jugara en febrero y la plantilla no hubiera sufrido ningún cambio. Hasta las canastas de dos lo eran porque alguno pisaba la línea. Oleson se sumó a la fiesta para el +17 (35-52, m.23) con un parcial de 8-22 forjado a base de triples. 6 canastas de tres. 6 jugadores diferentes. 6 minutos. Y un partido roto hasta el bocinazo final.

Cada ataque barcelonista suponía una nueva máxima. O una nueva canasta lejana, como la de Abrines para superar la barrera de los veinte puntos (37-59) en el ecuador del cuarto. De tres, incluso los aciertos interiores, con Tomic inventándose un 2+1. Y las pocas que valían dos puntos casi que merecían más, como el vuelo de Abrines en contraataque para el +27 o la bomba que cayó con nieve de Ribas para el +30 (41-71, m.27). El 6-0 final amarillo para cerrar el cuarto olía más a orgullo que a intento de épica. La final ya esperaba al Barça Lassa.

La sonrisa de Marcus Eriksson

Markus Eriksson ha reaparecido tras un año lesionado (ACB Photo)
© Markus Eriksson ha reaparecido tras un año lesionado (ACB Photo)

El parcial amarillo se estiró al 9-0 con un triple inicial de Báez pero el Barça Lassa pronto despertó de su letargo en ataque con 5 puntos seguidos de Eriksson (52-76, m.34) para enfriar el entusiasmo de su rival, cuyo techo queda tan lejano que cualquier análisis pesimista, y menos con una plantilla con tanto talento y tantas posibilidades, sería injusto.

Y más pensando que delante estaba un FC Barcelona Lassa que, incluso en sus años más grises, como el pasado, sigue aumentando su historia, su hoja de récords, su propia historia. 2.416 días, 345 semanas, 79 meses y algo más de seis años y medio han pasado desde que un aficionado barcelonista se fue a la cama triste porque su equipo se había quedado fuera de una final ACB. Fue en la Copa 2009, en cuartos frente al Real Madrid. Desde entonces, los de Pascual no han faltado a su cita con la finalísima. Y ya van veinte, que se dice tan pronto como el "Pau ha hecho 40 puntos". El mérito va mucho más allá del dato, mucho más allá de la anécdota.

Pocas veces con un partido roto se consigue tanto. El Barça Lassa, con el triunfo ya en el bolsillo, recuperó la sonrisa de un Eriksson que no solo elevó la cuenta de triples hasta los 14 en el 60-88 final sino que acabó, con solo 14 minutos jugados, como máximo anotador barcelonista (16) en su primer partido oficial de blaugrana tras un año en el dique seco. 363 días pasaron desde aquel 4 de octubre en el que se rompió. 2.416 desde el 19 de febrero de 2009, última derrota blaugrana en una semifinal. Ambos, jugador y equipo, pasaron un año en blanco, cada uno de una forma. Ambos sueñan cambiar los récords por títulos. Este sábado, otra oportunidad para hacerlo.

Estadística completa del partido