Redacción, 25 Ene. 2016.- Pocos jugadores tan rocosos en España durante la década de los 90 como Perry Carter. No era un talento ofensivo, pero sí en la otra zona de la pista, donde un cuerpo realmente de culturista le permitió ser un americano importante en Primera B y complementario en la entonces Liga ACB. Además, su cotización subió cuando consiguió la nacionalidad española.
"Creo que yo era un jugador muy físico. Se me daba bien rebotear, anotar cerca de la canasta y dominar dentro de la pintura. No era un gran lanzador, así es que no lo hice mucho a lo largo de mi carrera", reconoce.
Conoce su historia de la mano de Javier Ortiz, en Espacio Liga Endesa
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Perry Carter: Auténtica piedra
Su trabajo siempre fue importantísimo como presencia rotunda bajo el aro. En ataque no se le podía pedir mucho, pero podía anotar con un ganchito a corta distancia o tras rebote ofensivo
© Perry Carter, con el Salamanca