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Un año de Andreu Casadevall

Andreu Casadevall cumple un año al frente del Tencyconta Zaragoza. "No da tiempo a pararse y pensar", dice. La vorágine de la temporada pasada, la planificación de esta, las lesiones, los jóvenes, la ciudad... El técnico hace balance

ACB Photo / M. Pozo
© ACB Photo / M. Pozo
  

Zaragoza, 26 Nov. 2016.- Coincidiendo con la semana de descanso del Tecnyconta Zaragoza, se ha cumplido el primer aniversario de la llegada del técnico de Santa Coloma a la disciplina aragonesa.

Aprovechando la pausa, reconoce la vorágine en la que vive: "No da tiempo a pararse y pensar", confiesa. "Cuando llegué el año pasado, era imposible por la doble competición, preparar partidos, entrenar…". Circunstancia que ha variado este año, únicamente centrado en la Liga Endesa: "Este año las semanas son más largas y eso se nota en el juego del equipo y la evolución de algunos jugadores", se congratula.


Cuando llegó a Zaragoza tras ocho temporadas en Burgos, el catalán tuvo que afrontar también la gran diferencia entre la LEB y la ACB: "El cambio es grande. Pero es algo cuya adaptación es fácil porque al tener jugadores de mayor calidad las variaciones técnicas y tácticas salen mejor", afirma pese a que es consciente de que el pasado curso tuvo que lidiar con una plantilla tocada por el inicio de curso. "El problema que hubo es que jugadores que tenían que ser importantes tenían la autoestima muy baja. A unos pudimos recuperarlos, pero a otros les pudo la presión y no pudieron rendir al nivel esperado", lamenta.

Un hecho que ha cambiado en su segunda temporada en la capital aragonesa: "Tal y como veo al equipo podíamos llevar un par de victorias más si nos hubieran respetado las lesiones", asevera. "Somos un equipo más joven pero con una implicación y espíritu de sacrificio enorme. Estoy muy contento por ello". Al igual que una 'marea roja' que vibra con su equipo: "Si un jugador se entrega al máximo, la grada lo agradece. La gente sabe de las dificultades que tenemos y ve que la implicación es total", subraya.

Para Casadevall, esa mejora obedece a algo clave para él: "Siempre he motivado que los jugadores hagan cosas juntos fuera y dentro del campo. Pero me ha sorprendido el nivel de piña que alcanza el equipo". Pero no ha sido lo único con lo que se queda: "También la humildad de Gecevicius, un tipo que viene de jugar Euroliga y que se presta a ayudar a los más jóvenes, al igual que Tomás, la madurez de Jelovac…", enumera.

El transcurso de un curso a otro también ha conllevado diferencias en la confección de la plantilla, con un aumento del protagonismo de los jóvenes: "Se nota el tema físico, pero en calidad hay alguno que va a ser superior a lo que hemos tenido", augura. "Van aportando más cosas y espero que puedan entrar en la rotación", confía especialmente satisfecho con la evolución de Sergi García. "Cada partido demuestra que se va a ir haciendo un hueco en el equipo", tal y como apuntaba el base mallorquín en su llegada allá por 2013.

Pero además de mirar hacia el futuro, la experiencia en Zaragoza ha supuesto una vuelta al pasado para Casadevall, quien se ha reencontrado en el Tecnyconta Zaragoza con Pep Cargol y Salva Guardia: "Son cosas de la vida", asume con una sonrisa. "Con Pep siempre había mantenido el contacto y trabajar con él es una maravilla. Es tranquilo, totalmente contrapuesto a mí, y además trabaja de lo lindo. Tanto él como Sergio tienen asumido su papel y lo hacen a la perfección", destaca sobre sus asistentes. "Salva es súper humilde y muy trabajador. Siempre ha continuado formándose y para el club va a ser un gran apoyo", valora en cuanto a la llegada del director técnico.

Los tres coinciden en una ciudad que ha sido parte de sus respectivas carreras: "Zaragoza respira baloncesto, pero también deporte. No hay más que ver la pasión por el fútbol pese a estar en Segunda". La misma en la que arrancó su andadura el club que ahora les une: "Las cosas se han ido haciendo bien, creciendo poco a poco y consiguiendo cosas importantes", recuerda. "Ahora, desde una posición más humilde no dudo de que Tecnyconta Zaragoza volverá a estar donde merece", aventura.

Todo ello en un enclave afortunado: "Zaragoza es una ciudad súper acogedora, cómoda y bien comunicada", destaca sobre la que se ha convertido en su segunda casa. "Tengo la suerte de poder vivir en el centro. Paso mucho tiempo solo en el ordenador, preparando entrenamientos… y el poder pasear, encontrar gente conocida, ver tiendas, llegar hasta la Plaza del Pilar… Eso es genial". Un emplazamiento fundamental y que le sirve para evadirse de la rutina: "Es precioso: La Seo, el Ayuntamiento, la Basílica… Cuando estoy con mi familia no dudamos en ir allí", descubre.

Como si allí estuviera contemplando a la Virgen y tras los primeros 365 días de esta nueva etapa vital y profesional, Casadevall nos deja su deseo: "Que no haya más lesionados y que la vuelta de estos no provoque una ansiedad que desmorone nuestro trabajo", desea. "Hemos de tener paciencia y saber que hemos de hacer las cosas como las venimos haciendo. Con eso, estoy convencido de que sacaremos muchos partidos adelante", concluye en una semana de descanso en la que sin embargo no puede dejar de pensar en el siguiente objetivo.