El Real Madrid se choca contra el muro defensivo turco y un ambiente hostil

Redacción, 19 May. 2017.- El Fenerbahçe dominó de principio a fin y se logró clasificar para la final de la Euroliga tras derrotar al Real Madrid por 84-75. Los anfitriones, con un punto más de intensidad, se encontraron cómodos en el parqué en todo momento y, gracias a su férrea defensa y al ambiente hostil del pabellón, no vieron peligrar ni el triunfo ni el pase al partido por el título.

Ekpe Udoh se mostró omnipresente y lideró esta victoria del Fenerbahçe, que ya sueña con vencer al Olympiacos y convertirse en el primer equipo turco que gana la Euroliga, además haciéndolo ante su afición. El pívot nigeriano se salió con 18 puntos, 12 rebotes, ocho asistencias y 36 créditos de valoración, y estuvo bien respaldado por la muñeca de Bogdan Bogdanovic (14).

En el cuadro blanco solo brilló un incansable Sergio Llull, que intentó meter a su equipo en el partido en todo momento. El base balear acabó con 28 tantos y ocho asistencias, mientras que también destacó Jaycee Carroll con sus rachas anotadoras que ayudaron a desatascar un ataque del Real Madrid sin ideas. El estadounidense anotó 21 puntos.

El inicio soñado para el Fenerbahçe

El Fenerbahçe saltó a pista muy enchufado en el partido, con el ambiente a su favor, y supo desde el principio qué hacer para limitar el juego del Real Madrid. Con un hombre siempre encima de Llull y haciendo rápidamente el balance defensivo para no dejar que los blancos corrieran, los turcos aprovecharon esa marcha más para marcar diferencias en defensa y aprovechar su superioridad en la pintura (9-2).

Los hombres de Zeljko Obradovic, que empezaron cargando la zona, despertaron desde el exterior y dos triples seguidos, uno de Nikola Kalinic y el otro de Bobby Dixon, le dieron incluso más alas a los otomanos y a la afición presente en el Sinan Erdem Dome en un inicio soñado para el Fenerbahçe. Fue en ese momento cuando Llull apareció con cinco puntos consecutivos para darle un respiro al Real Madrid y rebajar el momento del rival (12-7).

Los turcos continuaron marcando diferencias con una sólida defensa, a lo que Pablo Laso respondió con la entrada a pista de Rudy Fernández y Jeffery Taylor. Ambos jugadores le dieron un plus al Real Madrid, que pudo frenar momentáneamente al Fenerbahçe, pero los blancos tampoco encontraban ni el acierto ni la manera de romper la telaraña defensiva de los anfitriones. Dixon volvió a enchufar desde el 6,75 y los turcos lograron su primera ventaja de dobles dígitos en el marcador (17-7).

Dixon no solo anotaba, sino que también dirigía a la perfección y encontraba a sus hombres altos para que continuaran haciendo daño en la pintura blanca. El Real Madrid estaba sin ideas en ataque, atrapado en la telaraña otomana, y tampoco encontraba la manera de frenar al Fenerbahçe. Solo Llull estuvo acertado en ese primer cuarto, anotando 11 de los 13 puntos de su equipo y manteniendo con vida al conjunto blanco (21-13).

El revulsivo llega desde el 6,75

El Real Madrid, descolocado en la pista y con muchos nervios, continuó viéndose superado por un anfitrión muy agresivo y enérgico. Los blancos no encontraron el relevo de Llull, quien estaba descansando en el banquillo, y pasaron por muchos apuros en ataque, sin poder anotar durante los cuatro minutos iniciales del segundo cuarto -llegaron los primeros tantos desde el tiro libre- y perdiendo demasiados balones (26-15).

Aún así, los madrileños sí mejoraron en defensa y limitaron la aportación ofensiva del Fenerbahçe, evitando que los locales abrieran más hueco en el marcador. Laso, en busca de acabar con esa sequía en ataque, sacó a pista a toda su artillería con el regreso de Llull y el ingreso del tirador Carroll.

Un enganchón entre Luigi Datome y Rudy caldeó aún más un ambiente ya de por sí caliente, pero ese pique acabó sirviendo de revulsivo para el Real Madrid, que por primera vez en la noche encadenó dos buenas acciones ofensivas con fluidez y, con un parcial de 0-5, provocó el tiempo muerto de Obradovic (26-18).


Los blancos subieron su línea defensiva y, con una presión a toda pista, buscaron cortocircuitar el ataque del Fenerbahçe, algo que lograron. El Real Madrid se empezó a sentir cómodo en el parqué, pudo correr el contraataque y otros dos triples, esta vez de Llull y Trey Thompkins, aumentaron el parcial hasta el 0-11. A los anfitriones no les entraban ni los tiros desde 6,75 ni los intentos desde la pintura hasta que Jan Vesely rompió ese parcial en contra para los otomanos (28-24).

Cuando el Real Madrid estaba más cómodo sobre la pista y más amenazaba con tomar la ventaja en el partido, fue cuando el Fenerbahçe volvió a poner una marcha más y encontró de nuevo el acierto con un inspirado Bogdanovic. Los hombres de Laso no pudieron seguirle el ritmo a los turcos, vieron como un jugador importante como Anthony Randolph se retiraba de la pista con un golpe, y un último empujón de los anfitriones antes del descanso, junto con un intercambio de canastas, le devolvió al Fenerbahçe la ventaja de dobles dígitos (44-34).

Carroll no es suficiente

Los turcos empezaron el tercer cuarto con dos pérdidas de balón consecutivas, provocadas por un quinteto en pista del Real Madrid más defensivo y agresivo. Aunque los blancos mejoraron en defensa, continuaron encontrándose incómodos en ataque, sin poder correr, jugando demasiado en estático, y con un único hombre acertado y con puntos en sus manos: Sergio Llull.

Después de un inicio titubeante del Fenerbahçe en ataque, los anfitriones tardaron poco en encontrar de nuevo la fluidez ofensiva y recuperaron la máxima ventaja de +13 ante unos blancos que seguían atrapados en la telaraña defensiva de los otomanos. Kostas Sloukas tomó el control del encuentro, con su dirección y su zurda de seda, y los locales alcanzaron su diferencia más amplia de la noche hasta ese momento, un +15 (52-37).

Laso sacó a pista a Carroll, en busca de desatascar esa situación desfavorable, y el tirador de Wyoming respondió con dos triples consecutivos que acercaron al Real Madrid en el marcador (52-43). El estadounidense sumó otro acierto desde la línea de 6,75 pocos minutos después, pero, aparte de la aportación ofensiva de Llull y Carroll, los blancos no encontraban otras opciones en ataque y eso lo aprovechaban los turcos para mantener el control (56-46).


Udoh, dominante durante todo el encuentro en intensidad, intimidación y defensa, apareció también en ataque en los últimos instantes del tercer cuarto y el Fenerbahçe lo aprovechó para recuperar su cómoda ventaja en el marcador ante un Llull, omnipresente en el juego del Real Madrid, que ya daba muestras de cansancio y desesperación (63-50).

Udoh marca la diferencia y sentencia

A pesar de contar con un cómodo colchón en el luminoso, el Fenerbahçe también empezó el último cuarto como una moto y consiguió una máxima ventaja de +16. Fue en ese momento cuando el Real Madrid tiró de casta, aprovechó la especulación y los fallos en el tiro de los turcos, y respondió con un parcial de 0-8 a través de triples y transiciones rápidas que provocaron el tiempo muerto de Obradovic ante el descontrol y los errores de su equipo (68-60).

Ante la amenaza blanca, el Fenerbahçe respondió dándole balones a su mejor jugador en el encuentro, Udoh, que hizo daño en la pintura y le devolvió la ventaja de dobles dígitos a su conjunto. Aún así, el Real Madrid igualó la intensidad y la agresividad defensiva de su rival y paralizó el ataque de los otomanos, que se quedaron unos minutos sin anotar (70-62).


Los blancos no supieron aprovechar esas dudas ofensivas del Fenerbahçe, fallando en demasiadas jugadas consecutivas, y Udoh rompió esa pequeña sequía para darle tranquilidad a la afición del Sinan Erdem Dome. Un 2+1 de Datome y una triangulación finalizada con un espectacular mate del pívot nigeriano pareció dejar bien encarrilada la victoria para los anfitriones a falta de tres minutos para el final (77-64).

Llull, ya exhausto y al límite físico, tiró de carácter y buscó liderar el último intento de reacción del Real Madrid. Un triple de Carroll y un 2+1 del propio Llull rebajó la desventaja hasta los siete tantos a falta de un minuto, pero el carrusel de tiros libres acabó favoreciendo a un Fenerbahçe lanzado hacia la final y con una afición que ya celebraba el triunfo de los suyos (84-75).