Redacción, 5 de septiembre de 2017.- El Circuito Movistar by Liga Endesa celebrado en Moralzarzal ha tenido una característica especial que le ha diferenciado de otros torneos. Y es que en estos tres días se ha probado un sistema experimental de competición que ha permitido a los equipos sumar uno, dos o tres puntos en cada partido, dependiendo de quién ganaba cada mitad del partido y del tanteo final. Tras la disputa de estos seis encuentros, los técnicos reflejaron su opinión sobre un sistema y el futuro del mismo que ha abierto un interesante debate en este Circuito Movistar by Liga Endesa.
Un sistema que ha tenido una notable incidencia en la clasificación final. Únicamente un equipo ha sido capaz de ganar los dos parciales, Movistar Estudiantes ante UCAM Murcia (40-41 la primera mitad, 41-43 la segunda). Valencia Basket también consiguió sumar los tres puntos en su debut ante Montakit Fuenlabrada, aunque empató el segundo parcial. Además, ninguno de los seis equipos ha sido capaz de ganar todos sus parciales y, por lo tanto, conseguir los seis puntos posibles.
En el resto de encuentros, los puntos se han repartido entre ambos equipos, con especial relevancia en el partido entre Movistar Estudiantes y San Pablo Burgos, en el que el final del partido se convirtió en una sensacional batalla por ganar el punto de la segunda mitad. El intento final de Sylven Landesberg, tras un tiempo muerto solicitado por Salva Maldonado con 89-83 a su favor en el tanteador global, no entró y el acierto anterior de Edu Martínez dió a los burgaleses su primer punto en el Circuito Movistar by Liga Endesa de Moralzarzal.
Algunos de los técnicos protagonistas, como Josep Maria Raventós (Montakit Fuenlabrada) se mantienen muy a la expectativa de "un sistema distinto que debemos ver cómo funciona y si realmente puede ser apto", una opinión a la que se añadió Joan Peñarroya (MoraBanc Andorra) que recordó que "este deporte siempre ha innovada y evidentemente, un sistema así en una competición de mayor recorrido afectaría considerablemente al planteamiento de los equipos" aunque no descartó que "en un futuro se pueda aplicar, por ejemplo, a la Liga Endesa".
Las dos situaciones en las que este sistema entra más en juego son los dos últimos minutos de la primera mitad cuando no hay grandes diferencias en el marcador y los partidos en los que el resultado final está muy decantado pero en los que el segundo parcial está en disputa. Esta última situación tuvo un claro ejemplo en el encuentro entre MoraBanc Andorra y Montakit Fuenlabrada, en el que los de Peñarroya se fueron con 14 puntos de ventaja al descanso, pero no pudieron ganar el segundo parcial y, por lo tanto, terminar el partido con los tres puntos posibles.
Más conformes se mostraron otros entrenadores, como Salva Maldonado (Movistar Estudiantes) que agradeció el "tener que competir cada parte, un término que nosotros usamos mucho en los entrenamientos y que a los jugadores les gusta" o Ibon Navarro (UCAM Murcia). El técnico vitoriano remarcó la "obligación de algo a lo que, a veces, no estás acostumbrado, que es a jugar hasta el último segundo de cada parte" y que "a veces no le das importancia a estas últimas acciones y con este sistema, te obliga a mantener la tensión". Y tanto el técnico vitoriano como Diego Epifanio (San Pablo Burgos) reconocieron que "a nivel de espectáculo para el espectador, es una forma de que la gente todavía esté metida en partidos que puedan romperse, por ejemplo, en la primera mitad" y que "es una opción de volver a poder trabajar y mantener la intensidad".
Txus Vidorreta, técnico de Valencia Basket, fue más rotundo al expresar su opinión sobre un sistema que "no me gusta" y que espera que "nunca jamás se aplique a la Liga Endesa"
La aplicación de este sistema no requirió cambios significativos en la organización o la logística del partido. La única modificación relevante se produjo en el marcador electrónico, en el que durante el segundo tiempo se incorporaba de forma adicional la información del resultado del parcial (se inicia 0-0 tras el descanso) para que tanto equipos como público puedan seguirlo fácilmente. Las reacciones de los aficionados confirmaron que en todo momento entendían lo que estaba en juego y fueron también parte activa en los ejemplos anteriormente mostrados.
En cualquier caso, la aplicación de este sistema ha sido un proyecto con finalidad estrictamente experimental y con la voluntad de dotar a eventos como el Circuito de Pretemporada Movistar de elementos diferenciadores, no estando prevista ni en estudio ninguna otra aplicación fuera de este entorno.
La próxima cita del Circuito se disputará en Logroño mediante el sistema tradicional de clasificación por victorias y si tras el primer análisis de la experiencia de Moralzarzal no se observan contraindicaciones que desaconsejaran su uso, el sistema volvería a aplicarse en el último evento del Circuito, a disputar en Granada, lo que permitiría ampliar la base de conclusiones de este proyecto.