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48 claves para entender el Landismo

Despertarse a las 5 de la mañana a golpe de martillo, sentir ser de mil lugares diferentes, encontrar la tierra prometida, perder el tren para volverlo a atrapar en marcha, hacer ruido a base de puntos y hacer historia en un solo partido. 48 formas de conocer a Landesberg, 48 motivos para el Landismo

ACB Photo/E. Candel
© ACB Photo/E. Candel
  


1 - Genes viajeros

Lo manido que está aquello de "ciudadano del mundo" y lo certero que resulta para definir a Landesberg. Su abuelo nació en Austria y su abuela era de Polonia. Ambos eran judíos y se conocieron huyendo del Holocausto, en plena II Guerra Mundial. Emigrantes tuvieron un hijo, el papá de Sylven, estadounidense. ¿Su mujer? Otro país a la colección: Trinidad y Tobago. No todo el mundo podría conseguir al mismo tiempo un pasaporte de Estados Unidos, Israel (lugar en el que jugó y vivió durante 7 años), Austria, Trinidad y Tobago y Polonia.

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2- Hijo de Queens

Landesberg nació en Queens, el borough más grande de Nueva York, creciendo concretamente en el barrio de Flushing. En la cancha, jugaba una y otra vez al rey de la pista, batallas de uno contra uno en las que forjó su tiro. Fuera de ella, recorría una y otra vez con sus amigos la eterna Northern Boulevard, sintiendo que viajaba por el mundo al ver que cada pocas manzanas, el origen de los habitantes (y sus costumbres, y su comidas) era diferente: de Italia a Puerto Rico, de Japón a Grecia.

3- Corazón de los Knicks

El gran sueño desde pequeño del estudiantil era -y es- llegar a la NBA y bien le valdría una oportunidad por cualquiera de las franquicias actuales. Eso sí, puestos a imaginar, nada le haría más ilusión que vestir la camiseta de unos Knicks que le engancharon a este deporte en su infancia, marcada por las gestas de Patrick Ewing y los suyos.

4- El barrendero de Flushing

De pequeño muchos niños afirman querer ser astronautas, deportistas o policías. El anhelo de Landesberg era el de ser barrendero, como reconoció en una entrevista con Sports Illustrated. "Cuando tenía 7 u 8 años le decía a mi madre que quería ser barrendero. Soy de la ciudad, de Flushing, y solía pensar que estaba muy guay cuando les veía saltar de detrás del camión. 'Mamá, quiero ser un barrendero cuando crezca', le decía a mi madre".



5- El plan de Steven

Steven, cuando vio el talento de su hijo, creó un plan para llevarle a la élite. A las 5 de la mañana, el jugador estaba en pie, a veces despertado a base de martillazos en la puerta, al no reaccionar a la alarma de reloj. ¡A entrenar! A botar, a tirar. Si hace frío, al garaje. El padre del jugador, a los 4 años, compró libros sobre técnicas baloncestísticas y se leyó las rutinas de John Wooden en sus sesiones. "Al principio intentaba librarme y me inventaba excusas. ¡Hasta me lo pasaba mejor yendo a la escuela! Cuando fui creciendo, me di cuenta que era lo que había que hacer. No era un castigo, sino algo que me ayudaría a largo plazo". Eso sí, nunca fue un niño normal. "No me sentía como las personas de mi edad, no veía las mismas cosas en la tele y si tocaban vacaciones, suponía más tiempo para entrenar. Eso sí, lo que hizo por mí, no solo me moldeó como jugador de baloncesto sino como persona". Su padre, cuando llegó a la universidad y dejó de tutelarle cada mañana, sintió que todo había merecido la pena: "Desde pequeño sabía que iba a ser muy bueno, pero si le dices al vecino eso de tu hijo de 4 años iba a pensar que estoy loco".

6- Un niño entre hombres

El talento de Sylven era tal que, con 11 años, llegó a participar en partidos con veinteañeros en una sede del YMCA. Y tratándole como uno más, lo que hizo más duro y fuerte al niño. Eso sí, su padre no "movió" a su hijo, ya considerado localmente un talento excepcional en circuitos nacionales, sino que prefería que se siguiera forjando en torneos neoyorquinos, lo que le hizo tardar en estar bajo el foco mediático.

7- Una estrella a cualquier precio

Además del sacrificio personal, Steven quiso ir más allá en la preparación de su hijo. En el instituto, la familia vendió su casa para comprar una cerca de Holy Cross, y así evitarse los desplazamientos eternos (dos horas) del hogar al instituto. Además, en su segunda temporada en el High School, el padre del estudiantil abandonó su trabajo en el hospital para dedicarse a tiempo completo al entrenamiento de Sylven. Contrató a un entrenador personal, a otro especialista en peso, a un instructor de tiro e incluso a un técnico especializado... ¡en boxeo!

8- El pequeño Ali

En numerosas entrevistas, Landesberg ha destacado la importancia y el acierto de trabajar con ese entrenador de boxeo. "Estuve dos o tres años enteros con él. Al principio simplemente era trabajar en mi físico y en mi juego de pies. Las primeras veces lo odiaba porque acababa muy fatigado y los brazos me dolían mucho. Al final acabas pillando que mucho de ese trabajo se traslabada a una pista de baloncesto, a la hora de hacer movimientos, de ser rápido de piernas a la hora de cambiar de dirección, de defender con las manos. La gente cuando ve un crossover piensa que todo está en las manos pero una gran parte está en los pies".



9- Una leyenda de instituto

El último campeonato en Nueva York de Holy Cross había sido en 1968. Hasta que llegó él. Landesberg se despidió de su instituto ganando en su propia ciudad, conquistando el CHSAA tras vencer por 56-48 a Christ the King, con 24 puntos suyos, incluidos 10 en los últimos 5 minutos de partido. Se llevó el MVP. Y un recuerdo imborrable. "Nuestro entrenador trajo a los veteranos de aquel equipo del 68 y, cuando ganamos, muchos estaban entre lágrimas, emocionados. Fue muy emotivo y especial para esta escuela".

10- Huella en Holy Cross

Jamás nadie anotó más puntos en Holly Cross: ¡2.149 en tres temporadas! Además de su último gran curso, en el que se fue hasta los 29,6 puntos, 11,4 rebotes y 3,1 asistencias por choque, Landesberg guarda con orgullo otro récord: jamás nadie en su estado, y estrellas hubo muchas, pudo llegar a una cifra anotadora tan alta en solo tres temporadas.

11- El rey de Nueva York

Landesberg tiene algo en común con Malik Sealy, Kenny Anderson, Jamal Mashburn, John Wallace, Danya Abrams, Felipe López, Stephon Marbury, Elton Brand, Jonny Flynn, Lance Stephenson, Isaiah Whitehead o Tobias Harris. Todos ellos, al igual que él, consiguieron ser nombrados Mr.Basketball en Nueva York, un honor del que presumir. Además, fue invitado al McDonald's All-American, jugando junto a Tyreke Evans, Kemba Walker, Al-Farouq Aminu, Tyler Zeller o Samardo Samuels y contra los Jrue Holiday, Luke Babbitt, Brandon Jennings, Iman Shumpert o DeMar DeRozan.

12- Un círculo sobre Virginia

No es fácil escoger universidad. A Sylven le ayudó su padre, que cogió dos rankings, uno deportivo y otro académico, de las 50 mejores universidades de todo el país. La primera que se repetía en ambas listas era Virgina, la universidad a la que finalmente fue su hijo. Al anuncio no le faltó detalle. El día en el que desvelaba el secreto, apareció con una cazadora que, al quitarse, desvelaba su destino: la camiseta blanca era de Virginia. A continuación, se puso una gorra naranja del equipo de béisbol de la universidad, dejando a un lado las propuestas de Georgia Tech y, especialmente, de una St. John's que soñaba con la estrella local.



13- Un estreno redondo

No fue el mejor curso de Virginia a nivel colectivo, al contrario (¡solo 10 victorias!), si bien el equipo era el marco perfecto para crecer. Y Landesberg lo aprovechó desde el primer día, exprimiendo la oportunidad de ser titular. Sus 16,6 puntos de media son la tercera mejor marca para un novato en la historia del centro. Jamás ningún recién llegado había sumado una docena de partidos por encima de la barrera de los 20 puntos. Además, promedió 6 rebotes y 2,8 asistencias por choque, para convertirse en la estrella del equipo y en uno de los jugadores de moda en la NCAA.

14- Un adiós demasiado amargo

Al jugador no le sentó bien el cambio de entrenador, que tanto apostaba por él. Aunque, con perspectiva, quizá la frase en prensa con la que recibió al nuevo técnico no era la más adecuada: "El único Tonny Bennett que conozco es el cantante". Meses después, estaba apartado del equipo por la acumulación de faltas a clase, en especial en la asignatura de Arte. El entrenador quiso lanzar un mensaje a navegantes y recordar lo importante que eran los estudios. Landesberg pagó un precio caro por su error, quedándose sin poder jugar tras ser el líder en puntos (17,3), minutos (32,1) y asistencias (2,9) del equipo. "Es una decisión dura, espero que le ayude", afirmó el entrenador sobre un jugador que, en ese momento, decidió dar el salto a la NBA.

15- La noche más triste

Su forma abrupta de concluir su etapa universitaria no era la mejor manera de presentarse a la NBA, aunque él confiaba en sus méritos previos para encontrar un hueco en el draft, fuera donde fuera. Su nombre nunca se oyó en aquella noche de verano de 2010. "Es uno de los momentos más duros que he tenido. Había estado preparándome durante toda mi vida para la NBA y sentía que me la arrebataban", confesó más tarde, antes de irse a Israel.

16- De la cancha a la pantalla

Si su vida era una película por momentos, más lo pareció cuando, tras confirmarse su fichaje por el Maccabi Haifa, se anunció que el jugador sería protagonista destacado del programa "Inside Israeli Basketball", de la cadena de cable YES Network, en Florida. Reportajes sobre sus partidos, acerca de su día a día o viajes... y mucho desparpajo delante de un micro y una cámara.

17- Un guiño a la NBA

A las pocas semanas de estar en Israel, a donde le habían llevado sus ganas de conocer y vivir sus raíces judías, al Maccabi Haifa le tocaba cruzar el charco para jugar un amistoso contra todo un conjunto NBA. Para nadie tenía más importancia aquel partido frente a New Jersey que para él. Y Landesberg respondió pese a la derrota (108-70), con 24 puntos contra los Nets para convencerse a sí mismo de que aquel lugar era su sitio.



18- La afición por el falafel

Landesberg se muestra como una persona bastante abierta en cuanto a gustos, y no tiene reparos en mostrar a través de las redes sociales su día a día, especialmente en su etapa israelí. De todo lo que probó, algo le marcó de inicio: ¡Qué rico estaba el falafel! Como confesaría más tarde a los medios, fue la primera comida de la que se enamoró en ese país.




19- Pasos y más pasos

Una anécdota que cuenta sonriente el jugador es la del primer día que jugó como profesional. Lejos de casa, liga extranjera, un baloncesto diferente... y hasta unas reglas distintas. "En mi primer partido allí cometí como 6 o 7 veces la infracción de pasos. Y de verdad que no entendía qué estaba haciendo mal. Me hicieron ver vídeos para que pudiera comprender qué ocurría. Me costó medio año por ahí habituarme a eso, aunque seguí jugando como un americano".

20- La esperanza de Haifa

Al jugador no le costó adaptarse a su nuevo equipo, rozando los 15 puntos de media en su primera temporada pese a tener solo 20 años. Su entrenador, Elad Hasin, estaba encantado y solo hacía ponerle por las nubes: "Si se hubiera quedado dos años más en la universidad, sería una elección de lotería. Está ajustando su cuerpo aún y cuando añada músculo mejorará aún más el porcentaje de tiro. Sigue creciendo". Su confianza logró que se quedara un segundo año en el equipo.



21- Un tope que superar

La 2011-12 supone, para el colegial, la temporada en la que más puntos ha anotado en su carrera profesional, mejorando incluso sus medias universitarias. Los 20,7 puntos que sumó por encuentro quedan por encima de todas sus temporadas en Europa excepto una: la actual. En estos momentos mejora un registro que parecía inaccesible hasta hace tan solo unos meses.

22- Días de militar...

Otra anécdota recurrente de su carrera, el precio a pagar para obtener la nacionalidad de Israel. No fue en su etapa en Haifa sino en Tel Aviv, justo antes de su segundo año con el Maccabi. Y llegó en un mal momento, pues, tras un año sin ver a su familia, el jugador se pasó seis semanas del verano de 2013 haciendo el entrenamiento básico con el ejército. El momento cumbre, como cuenta en cada entrevista, cuando les dejaron con el equipamiento mínimo en mitad de un bosque, durmiendo con el miedo a ser picado por un escorpión gigante en su saco de dormir, y aprendiendo a abrir latas de atún básicas con la placa. Resistencia pura y dura. Lo logró.

#TBT

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23- ... y de gimnasio

El único soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel en el equipo llegó también a convertirse en el manager de un gimnasio de musculación en una base militar a las fueras de Tel-Aviv. El jugador pasó de odiar esos entrenamientos a echarlos de menos, a pesar de haber perdido más de 11 kilos durante el mes y medio de formación.

24- Un título soñado

Landesberg tuvo muchos problemas para encontrar su sitio en el Maccabi, quedándose como jugador de rotación y disputando pocos minutos. Aún así, pese a no tener un papel protagonista, celebró como el que más la Euroliga de 2014, ganada en la prórroga al Real Madrid. El estudiantil, que no pisó el parqué durante la Final Four, prefiere recordar la remontada en el 2º partido de cuartos contra Milán, con varias acciones destacadas suyas en los minutos finales.




25- Una segunda venganza

Al igual que 4 años antes, Sylven destacó en un amistoso NBA, el que jugó su Maccabi en 2014 contra Cleveland Cavaliers. Su ex entrenador, David Blatt, era ahora el responsable de LeBron James y los suyos. Y pese a que se repitió el guion en cuanto a superioridad del cuadro NBA (107-80 para los Cavs), él pudo tomarse la revancha con 23 puntos, 5 rebotes, 3 robos y 3 asistenias.

26- La cara del Maccabi

A medida que iba ganando minutos, el jugador respondía, mejorando medias y recordando al joven que había deslumbrado en Virginia y Haifa. Entusiasmado con su evolución, el general manager del Maccabi Danny Federman llegó a hablar de Landesberg como referencia absoluta del club de presente y futuro: "Tiene 25 años y es todavía joven, aunque ya tiene mucha experiencia. Va a ser la cara de este club en los años venideros".

27- La apuesta estudiantil

Hubo terremoto en el Maccabi Tel-Aviv el verano pasado, con una docena de bajas y contratos que se rompieron antes de tiempo, como el de Landesberg. En ese escenario, Willy Villar fue el más listo de la clase, convenciendo al jugador para fichar por el Movistar Estudiantes, prometiéndole que era una oportunidad idónea para tener minutos, recuperar la confianza y volver a relanzar su carrera. Dos jugadores más le ayudaron a decidir: Caner-Medley, antiguo compañero suyo en Israel, y Omar Cook, leyenda neoyorquina que terminó de convencer a Sylven. Jugaría en el Estu.

ACB Photo / E. Candel
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28- Un anuncio cantado

En la actualidad, la sensación es haberlo visto ya todo en redes sociales. A la hora de anunciar un fichaje, los clubes tiran de originalidad y sorprenden con montajes o vídeos. En el caso de Landesberg, el Movistar Estudiantes celebró su llegada con un vídeo de sus mejores jugadas bajo la música del "Empire State of Mind". Con un detalle... ¡la canción era cantada por él!

Lee el artículo "Landesberg, un alero que también canta"

29- Una filosofía que aprender

El jugador no se limitó a firmar por el cuadro madrileño. Landesberg se pasó un buen rato leyendo la historia del club antes de llegar. "Cuando firmé intenté entender su historia, saber qué es Estudiantes y lo que quiere decir esa palabra. Sé que es como una academia, saca a jugadores y los convierte en profesionales", afirmaba para hablar de su filosofía de cantera. "Es un club con mucha tradición y espero ayudar a continuar con ella", concluyó.

30- El tapado

En la Encuesta Oficial de la Liga Endesa 2017-18, solo un entrenador mencionó su nombre. Fue a la hora de hablar del Quinteto Ideal, compartiendo honores con Doncic, Hanga, Ayón y Dubljevic. El único que apostó por Landesberg... ¡Su propio entrenador, Salva Maldonado!

31- Una nominación en diferido

El de Queens puede presumir de ser el primer Jugador de la Jornada en esta temporada, si bien esa frase tendrá truco. Tuvo que esperar hasta enero, cuando se disputó el encuentro contra Divina Seguros Joventut que se había aplazado en la jornada inaugural, para llevarse el galardón. Aquel día, fue clave para darle la vuelta a un partido que los suyos perdían por 18, con 10 puntos casi seguidos que sirvieron para remontar. Al final, 33 puntos, 4 rebotes, 2 robos, 1 asistencia, 9 faltas recibidas y otros 33 de valoración.

32- Una exhibición para recordar

Si cada estudiantil recuerda con cariño aquel -19 de valoración de Antoine Wright, qué decir de los 52 de valoración, con 48 puntos, de Sylven Landesberg. ¿Dónde estabas tú en el día de los 48 de Landesberg? Y la respuesta será inmediata. Entre tanto número, un dato. A pesar de que anotó un triple a los veinte segundos de partido, su verdadera exhibición llegó tras el descanso: ¡33 puntos! 18 en el tercero, 15 en el último. De locos.

ACB Photo/E. Candel
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33- Máxima anotación en casi un cuarto de siglo

Hay que retroceder en el tiempo más de 24 años, hasta un 22 de enero de 1994, para encontrar algo igual en puntos en Liga Endesa. Aquel día, fue Michael Smith el que alcanzó los 50 en un Pamesa Valencia-Banco Natwest Zaragoza. En cuanto a términos absolutos, el tope queda aún lejos del récord absoluto en España, los 65 puntos de Szczerbiak. En cuanto a era ACB, época de la que sí se dispone registro oficial de las anotaciones, la marca queda en el lugar número 13, a 6 de los 54 de Epi.

Máximas anotaciones en era ACB
TEMPORADA JUGADOR PUNTOS EQUIPO
1983-1984 Epi 54 FC Barcelona
1983-1984 Essie Hollis 53 Arabatxo Baskonia
1986-1987 Eddie Phillips 53 Cajacanarias
1988-1989 Goran Grbovic 52 Baloncesto Granada
1990-1991 Walter Berry 52 Atlético Madrid Villalba
1991-1992 Henry Turner 52 Collado Villalba
1993-1994 Michael Smith 50 Pamesa Valencia
1986-1987 Eddie Phillips 50 Cajacanarias
1988-1989 Ray Smith 50 Mayoral Maristas
1991-1992 Henry Turner 50 Collado Villalba
1984-1985 David Russell 50 Estudiantes Caja Postal
1985-1986 Mike Phillips 49 Español Juver
2017-2018 Sylven Landesberg 48 Movistar Estudiantes
1986-1987 Rolando Frazer 48 TDK Manresa
1984-1985 David Russell 48 Estudiantes Caja Postal
1984-1985 Dan Caldwell 48 Caja de Ronda


34- Tras los pasos de Pete Mickeal

Otro nombre ilustre de Liga Endesa que sale a la palestra, el de un Pete Mickeal que protagonizó el último precedente de una valoración tan alta en la competición. Ocurrió hace ya 12 temporadas, tomando el relevo de Scola (52) para mejorar el registro del argentino y acabar con 54, en un partido de su Leche Río Breogán contra su futuro equipo, el TAU Cerámica. Desde entonces, nadie había firmado unos números tan altos.

35- Récord de valoración en el club

Cuando Felipe Reyes y Corey Brewer, curiosamente en la misma temporada, acabaron con 48 de valoración, la sensación era común: la marca tardaría muchos años en ser mejorada. Y no se equivocaron los que tuvieron ese presentimiento, si bien tras 16 años de espera, ha sido Sylven Landesberg el que ha mejorado el viejo tope de 48 para elevarlo hasta 52. ¿Pasarán otros 16 años hasta ver algo igual?

36- Un lugar en el olimpo estudiantil

Además del tope de valoración, Landesberg puede presumir de haber conseguido el segundo mejor registro en anotación del club, tanto en Liga Nacional como en era ACB. Y eso que el jugador tuvo la bola en la última posesión y renunció a tirar. Únicamente los 50 puntos de Sagi-Vela en 1969 y de David Russell en 1984 quedan por encima de sus 48 puntos en el Palau, que igualaron otra actuación de Russell en aquel año y de McKoy en el 82. También se queda con la segunda mejor marca en triples (8/11), solo por detrás del 9/15 de Marlon Garnett contra Cáceres en la 2001-02. Únicamente ellos dos, Herreros (8/10) y Carl English (8/11) han logrado sumar tantos con la camiseta colegial.



37- Verdugo blaugrana

Una de las marcas que pasó más desapercibida es la de su acierto en triples contra el Barça Lassa. Sus 48 puntos y 52 de valoración eclipsaron casi cualquier otro dato complementario, si bien hay uno más que curioso. Y es que, en la ida, Landesberg ya fue el verdugo barcelonista, con 27 puntos (10/14 en tiros de 2) y 26 de valoración. Con el choque del Palau, el de Queens le ha endosado esta temporada 75 puntos al Barça Lassa, con 78 de valoración. Si los estudiantiles lograran la gesta de entrar en Playoff, a buen seguro habrá un equipo que no les quiera ver ni en pintura.

38- El cañonero de la Liga Endesa

Tras 24 jornadas, nadie ha metido más puntos esta temporada que Sylven Landesberg en Liga Endesa, con una impresionante media de 21,2 puntos por choque, por delante de los 19,5 de Gary Neal. En esta última década, solo Edwin Jackson, el hombre al que sustituyó, le supera, con 21,4 de media. En sus manos está mejorar el registro del francés y convertirse en el máximo anotador desde los tiempos de Charlie Bell. Y un dato: en esta campaña solo se quedó en dos ocasiones por debajo de la decena de puntos, contra Unicaja y frente a Iberostar Tenerife.

39- Una estrella imparable

El estudiantil se ha convertido, y de forma muy destacada, en el jugador que más faltas provoca por encuentro. Con una media de 6,33, está muy por delante de Ponitka (5,22), aprovechando igualmente cada oportunidad de ir a la línea de tiros libres. Nadie se acerca a sus 4,70 lanzamientos desde la personal anotados por partido. Imparable.

40- Los minutos deseados

Si el de Nueva York firmó por el Movistar Estudiantes en busca de minutos, la apuesta no le ha podido salir mejor. En estas primeras 25 jornadas, solo dos jugadores, Gary Neal y Ryan Kelly, están más tiempo por encuentro en pista que él. Con 27 minutos y 50 segundos por choque, es el líder del equipo en tiempo de juego.

41- Un jugador en trance

Más allá de los 48 puntos y 52 de valoración, cifras absolutamente excepcionales y que no se pueden tomar de referente para futuras citas, su progresión esta temporada es notable, con una segunda vuelta abismal. En estos 8 partidos, anclado siempre en los dobles dígitos, el americano promedia 26,5 puntos y 28 de valoración, con 5 rebotes, 3 triples (44%) y 1,8 asistencias de media. Solo en uno de esas ocho citas se quedó por debajo de la barrera de la veintena.

ACB Photo / E. Candel
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42- Un disco para motivarse

Habrá que comprobar si siguió su ritual esta vez, aunque Landesberg ya contó una vez que tiene un ritual antes de cada choque: ponerse The Black Album, de Jay Z. "Es el mejor rapero de todos los tiempos y este es su mejor album. Simplemente provoca que me ponga listo para jugar con cada canción, no me salto ninguna".

43- Un videoclip del que presumir

Estrella en la pista, protagonista televisivo, cantante en sus ratos libres... y hasta sus pinitos como actor. No todos pueden alardear de salir en un videoclip musical. En "Learning to fall", de "The Living Wells" y "Yitzy Fink" es protagonista. "Como en mi caso, muchos americano/israelís hacen el Aliyá -migrar a la Tierra de Israel- en busca de nuevas oportunidades. Este vídeo hace un gran trabajo mostrando eso", comentó.

44- Un amor platónico

En una ocasión en la que le preguntaban por referentes entre personajes públicos o más conocidos a la hora de seguir en Twitter, su respuesta no pudo ser más tajante: "La única celebridad a la que seguiría es Hayden Panettiere", afirmó el jugador, que reconoció que la que hizo de Claire en la serie Heroes fue siempre su gran amor platónico.

45- Un mensaje

Landesberg no pudo sentirse peor, desde la distancia, cuando tuvo que ver por televisión como las banderas confederadas ondeaban en las calles por las que él había paseado en su época en Virginia, avergonzado por los disturbios frutos de un racismo de una minoría, que ya parecía superado. "Toda manifestación racista viene de la ignorancia. La ignorancia es lo que lleva a la gente a odiar", aseguró apenado.



46- Un fin social

Antes de un encuentro liguero, Sylven sorprendió por su camiseta en la que reclamaba el fin de la esclavitud en Libia. "Nadie es libre hasta que todos seamos libres", comentaba, citando a Luther King. Su mensaje es comprometido aprovechando su posición, como recordó en una entrevista en Gigantes: "Creo que los deportistas están en una situación perfecta para expresar su opinión, especialmente si en lo que se posicionan puede afectar a otras personas. Pueden ser una gran plataforma para problemas políticos y sociales. Muchas personas les admiran o siguen su ejemplo y pueden dar voz a mucha gente que representan y que no tienen la oportunidad de estar en esa posición".

47- Una feliz resaca

"Sentí que tuve un momento Messi durante unos segundos. Fue muy divertido, es algo que recordaré toda la vida. No he tenido el tiempo de sentarme y pensar un poco para mí. He tenido muchas llamadas de amigos y familia, es muy guay", confiesa en declaraciones a EFE. Este lunes ni tiempo le quedaba para muchos análisis, procesando poco a poco su gesta entre elogio y elogio: "Había firmado muchos autógrafos en mi vida, pero lo de hoy ha sido récord".

48- Puro #Landismo

A comienzos de la temporada, el Twitter oficial del club debatía con un aficionado si había que usar 'Landesberguismo' o 'Landismo'. Y oye, que le pregunten al ciclista Mikel Landa qué suena mejor, convirtiéndose en un nombre de guerra absolutamente certero para hablar de sus batallas.




"Mi madre me preguntó, ¿qué es eso del Landismo? No tengo ni idea, me pusieron el mote, me pareció guay, pero nadie me lo explicó", relataba en EFE. Cuando el periodista le habló de Alfredo Landa, le gustó aún más: "¡Es pegadizo! Pensé que era algo inventado, algo español. Es divertido".

¿Qué es Landismo? Landismo... eres tú.