Artículo

El Real Madrid minimiza al CSKA para volver a pisar una final (83-92)

¡A la final! El Real Madrid volverá a luchar por la máxima gloria europea tras superar por 83-92 al CSKA. Los de Laso remontaron en el 2º cuarto a base de triples y sentenciaron tras el descanso. Doncic (16-7), Ayón (12-11), Llull (16-5) y Thompkins (12-6), vitales. El domingo (20h), final contra Fenerbahce

Euroleague / Getty
© Euroleague / Getty
  

Redacción, 18 Mayo 2018.- ¿Quién le hubiera dicho al Real Madrid, en una temporada absolutamente repleta de lesiones y mala suerte, que el 20 de mayo iba a estar en la gran final de la Euroliga? Los blancos, con orgullo y talento, dieron la vuelta a la tortilla, cambiando un guion que ya parecía escrito, para alcanzar la finalísima continental, tras eliminar por 83-92 a un CSKA que asustó de inicio, se dejó remontar en tres minutos y terminó de desmoronarse tras el descanso.


El CSKA asusta de inicio

Laso quiso sorprender al CSKA con varias novedades en su 5 inicial, pero la verdadera revolución vestía de rojo. Se llama Cory Higgins y, desde que fue ignorado por la NBA tras haberse convertido en el máximo anotador histórico de los Colorado Buffaloes, parece peleado con el mundo, intentando demostrar su valía en cada oportunidad que tiene. Con el escaparate de la Final Four, la de este viernes era idónea.

Higgins hizo despegar al cuadro ruso con un arranque pletórico y demoledor. Un triple, un 2+1, un matazo en la cara de Ayón. Entre medias, el Chacho Rodríguez encestaba desde lejos, recadito a Campazzo incluido, y solo Doncic parecía ser capaz de replicar la tormenta moscovita (11-7, m.3), si bien el rey seguía siendo Cory, con 10 de los primeros 13 puntos de su equipo en solo 4 minutos.

El desconcierto del CSKA tras la lesión de Vorontsevich y la entrada de Rudy Fernández parecieron despertar al Real Madrid (17-14, m.6), aunque el ritmo era del CSKA. De Colo tomaba el relevo de Rodríguez y el choque, con más puntos que ritmo por las constantes faltas personales, impulsaba al más acertado desde la personal. 9/9 para los de Moscú en el primer periodo en contraste con un Real Madrid que se dejaba muchos por el camino. A pesar de que Tavares parecía capaz de cambiar la dinámica del encuentro con su intimidación, la brecha en la defensa blanca era cada vez más grande y Clyburn encendía todas las alarmas sobre la bocina con un triple que entró tras suspense. El resultado (30-20) asustaba. Las sensaciones, aún más.

Euroleague / Getty
© Euroleague / Getty

Real Madrid, múltiplo de tres

El mundo cambia y la vida moderna incentiva récords de quita y pon. Hay concursos por ver quién come más hamburguesas en tres minutos, quién es capaz de hacerse más selfies en esos 180 segundos o quien, en ese tiempo, es capaz de inflar más globos. De veras, con su plaquita, su notario y su premio. ¿Y tú, qué eres capaz de hacer en tres minutos? Si juegas en el Real Madrid de baloncesto, podrás responder que 17 puntos sin temor a exagerar.

Toda la táctica previa. Todas las sensaciones de los diez minutos anteriores. Todos los comentarios entre un cuarto y otro. A la hoguera, a la hoguera todo, con el partido ardiendo gracias a una reacción excelsa del Real Madrid para pugar cualquier fallo del cuarto inicial. De Causeur a Carroll, con canasta de Llull entre ambos misiles lejanos. Y de ahí, a Thompkins, para el 2-11 que apretaba el marcador más que nunca (32-31, m.12). No acabó ahí el festival. Llull, en carrera, convertía otro lanzamiento lejano explosivo, mientras que Carroll, hipnótica su mecánica, convertía el quinto triple de cinco intentos y cerraba un parcial de 4-17 en poco más de tres minutos para el Real Madrid (34-37).

Más allá de su paranormal acierto, los de Laso, ahora sí, ofrecían intensidad a raudales y el partido, después de los tres minutos de locura, entró en una fase de igualdad mucho más acorde la cita. En los siguientes tres minutos, el marcador solo se movió con un par de tiros libres de Hines, teloneros del tercer triplazo saliendo de bloqueo del imparable Carroll. El encuentro, por momentos, se convertía en un múltiplo de tres, con Clyburn y De Colo replicando a continuación. Sin embargo, el arreón final fue blanco. Thompkins, cuánto daño hizo durante el encuentro sin hacer el más mínimo ruido, apareció justo antes de enfilar vestuarios con dos aciertos para poner al Real Madrid por delante (46-47) tras un segundo periodo que lo cambió todo. Absolutamente todo.

Euroleague / Getty
© Euroleague / Getty

Un 0-13 letal

El conjunto español pisó el parqué en el tercer cuarto con sensaciones muy parecidas a las vividas tras el salto inicial. La diferencia es que, esta vez, ni Cory Higgins ni el CSKA lo aprovecharon, más allá del susto inicial de Clyburn (51-47, m.21). Después de casi tres minutos sin ver aro, Taylor abrió la veda, dando paso a unos minutos mágicos que bien valen un pase a la gran final.

Cómo se fajaba Reyes en la pintura. Cómo celebraba Taylor cuando al CSKA se le acababa la posesión sin llegar a tirar. Qué minutos de Caseur asistiendo o ejecutando. Y qué forma de reivindicarse de Doncic, con media NBA mirando. Un pasito para atrás, ocho metros de distancia, un triple rompedor, un 0-13 letal, un 51-60 para ganar el partido. Como el boxeador que encadena varios golpes seguidos sin que su rival responda. Como el ciclista que es capaz de atacar una y otra vez hasta que el que está a rueda cede. El Real Madrid, al igual que en el segundo cuarto, se escapó por pura inercia. Se escapó por puro orgullo.

Anestesiado por un rival que lo bordaba en defensa y se sentía invencible en plena catarsis ofensiva, el CSKA bastante tuvo con no hundirse del todo. Hines, que por momentos le ganaba la partida a un Ayón que seguía sufriendo el enorme tapón que le colocó Clyburn, mantenía con sus puntos al cuadro ruso, si bien el propio mexicano empezó a quitarse la espina de su mala primera parte con la última canasta del Real Madrid en el tercer acto: 56-63. No se les podía escapar este triunfo.

Euroleague / Getty
© Euroleague / Getty


La guerra de los parciales es blanca

El baloncesto es burlón en ocasiones. En el primer partido de la Final Four, el Fenerbahce Dogus pasó por encima del Zalgiris en la primera mitad y se fue solo de 6. En este segundo encuentro, cuando el CSKA lo bordó, el Real Madrid seguía muy vivo y cuando los blancos demostraban una superioridad notable en pista, jugando muy cómodos, el CSKA fue el que se agarró a sus constantes vitales. Si uno perdonó al principio, otro perdonó más tarde, dejándose una gran cantidad de tiros libres por el camino (¡12 de 27!) que hubieran roto el partido mucho antes.

Tras un tiro errado por Tavares, los moscovitas pronto demostraron que nunca hay que desaprovechar la oportunidad de enterrarles. Un triple de Nando De Colo y robo más canasta de Kurbanov y se ponían a tres en cuestión de segundos (61-64). En ese momento de dudas, apareció el más decidido de los blancos, un Llull que llevaba desde el primer día de su lesión soñando estar recuperado en una cita como esta. Y vaya si lo consiguió. Su triple en contraataque valió mucho más que tres puntos. Que le pregunten a Ayón, de la nada al todo a medida que avanzó el partido. O a Thompkins, que con otro triple cerraba un nuevo parcial de 0-9 para poner la máxima (61-73) a 7 minutos para el final.



A los de Itoudis lo intentaron una vez más, aprovechando los vaivenes de un equipo que deberá tener menos desconexiones en la final para llevarse el trofeo. Clyburn pedía paso, en sus mejores minutos del encuentro, guiando a los suyos hasta un parcial de 12-3 (73-76) que le daba emoción a los últimos cuatro minutos del choque. O eso parecía. Nuevamente Llull al rescate con otro triple de los que dan títulos. Otra vez Doncic dando solidez, Ayón colgándose del aro y los blancos llevándose todos los rebotes ofensivos si se les ocurría alguna vez fallar. El 2-9 (75-85, m.38) se quedó sin respuesta. El Real Madrid se quedó sin rival.

83-92 y a la final. Van 18. 83-92 y a soñar con la gloria europea. 83-92 y a 40 minutos de un sueño que en algún momento pareció imposible. El Fenerbahce espera.

CSKA MOSCÚ 83
N Nombre Min P T2 T3 TL R.T. RD RO AS BR BP TF TC FP FR VAL
1 DE COLO, NANDO 26:23 20 1/5 4/10 6/6 1 1 0 1 0 3 0 1 4 7 11
3 RUDD, VICTOR 01:52 0 0/0 0/0 0/0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 -1
7 FRIDZON, VITALY 03:20 0 0/0 0/0 0/0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 -2
11 ANTONOV, SEMEN 15:53 0 0/1 0/1 0/0 0 0 0 0 1 0 1 0 2 1 -1
13 RODRIGUEZ, SERGIO 26:57 5 1/3 1/4 0/0 2 2 0 6 1 2 0 0 2 2 7
20 VORONTSEVICH, ANDREY 04:06 0 0/0 0/0 0/0 1 1 0 1 0 1 0 0 0 0 1
21 CLYBURN, WILL 31:34 16 2/12 3/5 3/4 7 5 2 2 0 1 1 2 4 2 8
22 HIGGINS, CORY 28:41 15 4/8 1/3 4/5 2 2 0 3 0 1 0 1 4 4 11
31 KHRYAPA, VICTOR 02:06 0 0/0 0/0 0/0 1 1 0 0 0 0 0 0 1 0 0
41 KURBANOV, NIKITA 19:08 7 2/2 1/1 0/0 1 0 1 0 1 1 0 0 5 2 5
42 HINES, KYLE 24:12 16 6/10 0/0 4/4 9 3 6 1 0 0 1 1 2 3 23
44 HUNTER, OTHELLO 15:48 4 2/3 0/0 0/0 7 5 2 0 1 2 0 0 3 1 7
Total 83 18/44 10/24 17/19 31 20 11 14 4 12 3 5 29 22 69
REAL MADRID 92
N Nombre Min P T2 T3 TL R.T. RD RO AS BR BP TF TC FP FR VAL
1 CAUSEUR, FABIEN 19:33 6 0/1 2/2 0/0 2 1 1 3 1 0 0 1 2 2 10
3 RANDOLPH, ANTHONY 09:08 2 1/2 0/0 0/0 2 1 1 2 0 0 0 0 1 0 4
5 FERNANDEZ, RUDY 14:54 6 2/2 0/1 2/4 2 1 1 2 0 0 0 0 3 2 6
7 DONCIC, LUKA 30:13 16 2/6 2/6 6/8 7 7 0 2 1 3 0 0 2 7 18
9 REYES, FELIPE 13:29 5 2/3 0/0 1/2 2 2 0 0 0 1 0 1 2 2 3
11 CAMPAZZO, FACUNDO 05:32 0 0/0 0/2 0/0 1 1 0 1 1 0 0 0 1 1 1
14 AYON, GUSTAVO 25:58 12 4/7 0/0 4/8 11 7 4 1 1 5 1 1 2 7 18
20 CARROLL, JAYCEE 13:14 9 0/3 3/5 0/0 2 2 0 3 0 1 0 0 1 1 8
22 TAVARES, WALTER 08:09 5 2/2 0/0 1/4 0 0 0 0 0 0 3 0 5 2 2
23 LLULL, SERGIO 22:08 16 2/4 3/7 3/4 0 0 0 5 1 1 0 0 1 2 15
33 THOMPKINS, TREY 21:43 12 1/3 2/3 4/4 6 4 2 1 1 2 1 0 0 2 18
44 TAYLOR, JEFFERY 15:59 3 1/1 0/1 1/2 1 0 1 0 0 0 0 0 2 1 1
Total 92 17/34 12/27 22/36 36 26 10 20 6 13 5 3 22 29 104


Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Robert Lottermoser (ALE) y Matej Boltauzer (SLO). Nikita Kurbanov fue eliminado por cinco personales (min.34).

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda semifinal de la Final a Cuatro de la Euroliga de baloncesto disputado en el Stark Arena de Belgrado ante 15.232 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento, hace unos días, del francés Yvan Mainini, presidente de la FIBA entre 2010 y 2014.