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Estados Unidos cumple y jugará la final (77-93)

Estados Unidos jugará la final de la Copa del Mundo tras superar a Bélgica en un encuentro que llegó igualado al descanso. Las norteamericanas rompieron el encuentro en el tercer cuarto con un parcial 5-21

(Foto FIBA)
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Redacción, 29 sep. 2018.- Estados Unidos no falló y estará en la final de la Copa del Mundo tras vencer a Bélgica por 77 a 93 en un duelo resuelto a su favor en el tercer cuarto.

El baloncesto es pasión, es sentimientos, pero también números y resultó imposible que un país de 11 millones y medio de habitantes sorprendiera a Estados Unidos. Con más de 300 millones de habitantes allí se inventó el baloncesto y es allí donde juegan las mejores jugadoras del mundo.


Las primeras canastas de Bélgica en el partido fueron icónicas y sus tres mejores jugadoras del torneo: Julie Allemand, Kim Mestdagh y Emma Meesseman pusieron por delante a su equipo. Estados Unidos volvió a salir fría y sólo se sintió cómoda corriendo a la contra. Eso y un par de acciones individuales de Diana Taurasi le dio para ponerse por delante con un parcial 2-12. El problema es que la defensa norteamericana del bloqueo directo era inexistente y de eso sacaron provecho Julie Vanloo con triples y Meesseman (23 puntos y seis rebotes) continuando a canasta.

Elena Delle Donne comenzó a cambiar la cara al equipo en el segundo cuarto. Su entrada al parqué ayudó a encontrar más puntos en ataque y se sumó al daño interior que hacían Breanna Stewart (20 puntos y siete rebotes) y Brittney Griner (16 y seis). Pero más importante que el ataque, fue la mejora defensiva porque redujo la anotación belga a la mitad (13 por los 26 puntos del primer cuarto). Con todo, la mejor noticia para Bélgica es que al descanso sólo perdía 39 a 40.

El tercer cuarto sirvió para que Taurasi (26 puntos) entrara en ignición y encadenara tres triples. Hasta el momento la escolta estaba haciendo un torneo discreto (8,5 puntos) pero en el tercer cuarto anotó 13 y permitió que Estados Unidos se escapara en el marcador. Del empate a 52 se pasó a un 57 a 73. Estados Unidos había puesto la directa a la final.

No hubo más historia que contar en los 10 minutos finales y la diferencia creció con ambos equipos pensando ya en su último desafío. El sueño del pequeño país todavía sigue vivo y este domingo peleará por el bronce, mientras que Estados Unidos jugará su tercera final mundial consecutiva.