Artículo

Goran Huskic, el 'base' de 2,10 de Liga Endesa

Conoce en profundidad al pívot de San Pablo Burgos cuyo nombre ha saltado a la palestra en los últimos días tras convertirse en el pívot con más asistencias repartidas en Liga Endesa desde 2005.

Goran Huskic protege el balón (ACB Photo / M. González)
© Goran Huskic protege el balón (ACB Photo / M. González)
  

En el año en el que Djordjevic y Danilovic alcanzaban la gloria con el Partizan llegaba al mundo en Belgrado un niño cuyo futuro iría, aunque aún no lo sabía, estrechamente ligado con el balón naranja. Y es que, como el mismo reconoce en un tono risueño, "en Serbia, el baloncesto es un deporte muy popular. Para mí, tirar ir por baloncesto era lo natural. No había otra opción". Baloncesto, sí, pero más de Partizan que de Estrella Roja…


Sus primeros pasos

"Mi tío, el hermano de mi padre, era jugador profesional. Era muy bueno, Desde pequeño, empecé a ir a verle a los partidos, incluso iba a tirar con él. El baloncesto estuvo muy cerca de mí desde el principio. Tanto es así que, con siete años, empecé a entrenar".

Este podría ser el comienzo de un libro o una película que relatase las entrañas de las pericias de una estrella de este deporte. Y quién sabe si algún día llegará a serlo. De momento, es el comienzo de una charla más que interesante con Goran Huskic, uno de los nombres que resuena con fuerza en Liga Endesa por sus recién descubiertas -o redescubiertas- habilidades como pasador.

La pasada Jornada 10, Huskic se convirtió en el 'center' más asistente desde 2005, logrando algo que, desde entonces, solo había conseguido su compatriota Dejan Tomasevic. Esto ha hecho, como no podría haber sido de otra forma, que el nombre de Goran Huskic resonase con fuerza en la última semana.

No son pocas las voces que le han llegado a comparar, incluso, con Jokic, para lo que él tiene su particular anécdota. "Desde siempre con mis amigos, y aquí en Burgos con mis compañeros de equipo, siempre bromeamos con el tema y decimos que soy el 'Jokic de pobres'. Es un gran jugador y me gusta esa comparación", recuerda entre risas.

Una anécdota que, además, ratifican sus compañeros. "Es una broma que tenemos desde que llegamos a Burgos. El primer año yo le decía 'tío, ¡eres el Jokic de la LEB!' y él me decía 'sí, soy el Jokic de pobre'. Este año se lo recuerdo y le digo 'ya no eres tan Jokic de pobres, que ahora estamos en Liga Endesa. ¡Ya eres un Jokic de nivel!'. Ahora veo las comparaciones y me hacen mucha gracia", confiesa sin poder contener la risa Álex Barrera.



Huskic empezó a colocar los cimientos del jugador que hoy sería en el Radnicki Obrenovac de la Segunda División serbia, donde, pese a sus 210 centímetros de altura, ocupaba la posición de ala-pívot. "Hasta que llegué a Burgos, siempre jugaba en posición de cuatro. Cuando llegué a trabajar con Epi, él empezó a pedirme que jugase más cerca del aro, que pelease más la posición. Con el tiempo, me ha venido bien. Me gustaba, me sentía cómodo dentro y empecé a jugar de cinco".


Un contacto fugaz con el baloncesto americano

Allá por el verano de 2012, las circunstancias llevaron a Goran Huskic a abandonar por primera vez su Serbia natal para lanzarse a la aventura al otro lado del charco. Una experiencia que estuvo de alguna forma vinculada a la Liga Endesa y que, sin embargo, no salió conforme a lo esperado…

"Ese verano fui a una prueba en Vitoria con Baskonia. Estuve entrenando con ellos, pero, al final del verano, resultó que no pudo ser allí. En ese momento no tenía club y decidí ir a Estados Unidos, pero, por no haber hecho las pruebas, tuve que ir a un Junior College donde tendría que hacer dos años antes de ir a uno de los grandes. No me gustó mucho el ritmo de vida. Todo eran clases y baloncesto sin tiempo para tener una vida privada. Además, era un pueblo muy pequeño en Texas donde no había mucho para hacer. Todas las ciudades grandes estaban a cinco o seis horas. No me gustó mucho, así que me volví".


El desembarco en la Liga Endesa

"… Cuando me llamó GBC, no me lo pensé." Así podría resumirse la llegada de Huskic a la Liga Endesa. Una llegada que, sin embargo, distó mucho de suponer el primer contacto del serbio con la competición. "Conocía mucho la Liga Endesa. Siempre la veía. Mi hermano y yo siempre veíamos juntos el Clásico en Serbia y todos los partidos buenos", recuerda sin poder ocultar la sonrisa.

Huskic, listo para debutar en la Liga Endesa
© Huskic, listo para debutar en la Liga Endesa


"Fue un salto de calidad demasiado grande entre la liga en la que yo jugaba en Serbia y la Liga Endesa. En mis primeros dos años, aunque yo entonces no podía entenderlo, estaba muy lejos de poder competir y jugar en esta liga. El primer año estuve en San Sebastián con Sito Alonso, y el segundo con Jaume Ponsarnau. Los dos entrenadores me ayudaron mucho, tuvieron mucha paciencia conmigo."

"El primer año con Sito Alonso, yo no estaba preparado ni táctica ni físicamente para jugar al ritmo que impone la Liga Endesa, pero no se rindió conmigo. Entrenaba como loco, cuatro veces por semana con él de forma individual además de los entrenamientos con el equipo. Era muy duro físicamente, yo casi vomitaba en todos los entrenos", recuerda entre risas. "Sito hace entrenamientos increíbles. Recuerdo que era muy pronto, a las 7 o las 8 de la mañana, y que estaba yo solo con tres entrenadores durante más de una hora y al máximo nivel. Fue duro, pero eso me ha ayudado mucho".

"Luego llegó Jaume Ponsarnau, que es también un entrenador y, sobre todo, una gran persona. Intentó siempre ayudarme y explicarme que, con el tiempo, podría llegar a ser un gran jugador, pero que tenía que aguantar y entrenar. Me gustaría agradecerle toda la paciencia que tuvo conmigo."

Cuando mira para atrás, Goran no puede evitar dibujar una sonrisa. "Fue difícil, aunque ahora sé que en este momento no estaba preparado. Tú nunca piensas que seas malísimo, pero ahora cuando miro para atrás y veo todos estos años… Sé que tenía mucho que mejorar."


La aventura en San Pablo Burgos

Ascenso inclusive, los años de Goran Huskic en Burgos están sirviendo para que el serbio 'coja las frutas dulces' de tantos años de trabajo. "Este último año está siendo el que más estoy disfrutando y en el que, como decimos en Serbia, estoy 'cogiendo las frutas dulces' de todo el trabajo y todo el camino difícil que me ha traído hasta aquí".

Eso sí, como buen serbio, el pívot es de todo menos conformista. "El club, la organización, la afición y, sobre todo, nosotros esperamos más de nosotros mismos este año. Queremos dar un paso más. Hemos ganado algunos partidos muy bonitos contra rivales de arriba, pero también hemos perdido contra rivales de media y baja tabla que teníamos que ganar".

Sobre la ciudad, lo tiene claro. "En Burgos no puedes escapar de la morcilla", comenta entre risas. "A mí me gusta mucho, pero me gusta también comer chuletón."

"Ahora en serio, me gusta mucho la gente aquí. Los aficionados están muy cerca del equipo. El año pasado fue increíble. Empezamos con un 0-7 y no dejaron de apoyarnos. Es muy difícil encontrar algo así. Los aficionados aquí son muy leales y positivos. Además, la ciudad me gusta. Es tranquila y bien posicionada. Hay varias ciudades bastante cerca que puedes visitar cuando tienes un día libre. Lo único que cambiaría es… Que hace un poco de frío".

Huskic se va en velocidad (Foto: FEB)
© Huskic se va en velocidad (Foto: FEB)


"Eso sí, lo que más se echa de menos son familia, amigos, días especiales como Navidad o Año Nuevo… Echo de menos esas cosas que no me puedo traer, pero es lo que hay. Hay muchas cosas buenas, otras que tienes que sacrificar, pero, al final… Vale la pena. Además, mis padres ven todos los partidos, igual que mi tío y mi hermano. Eso sí, ellos no se meten mucho. Me felicitan cuando juego bien, pero no me dicen nada cuando juego mal porque saben que estoy enfadado. Me conocen bien", cuenta sin parar de reír.


Su faceta como asistente

"Cuando yo era más joven, un capitán de mi equipo serbio me dijo muchas veces que cuando metes, tú estás contento, pero cuando das una asistencia, dos personas están contentas".

El nombre de Goran Huskic ha saltado a la palestra tras sus nueve asistencias, pero, para los que le conocen -él mismo inclusive-, todo esto no resulta novedoso. "Yo siempre he sido así. A mí me gusta pasar. A veces, Álex López, cuando me pasa un balón, me dice 'Goran, ¡termina tú! No pases, es para ti'. Yo sé que a veces me equivoco y quiero pasar en vez de hacerlo fácil y meter, pero es que me gusta mucho".

Cualquiera diría que lo de Huskic es un caso de un base encerrado en más de dos metros de cuerpo de pívot. "Yo no me siento tan alto. Por dentro, no soy consciente de mi altura. Siempre he sido así. Yo siento que soy una persona normal, pero cuando hablan de números…" Y vuelve a reír.

Sobre sí se entrena o no, lo tiene claro. "En los entrenamientos también doy muchas asistencias, pero es algo que, como tal, no se puede entrenar. No hay ejercicios de dar asistencias. Tienes que tener feeling y entender los espacios. Bueno, y no fallar los pases", confiesa.


Así le ven sus compañeros

Para conocer mejor a Goran Huskic, qué mejor que preguntarle a los que tantos momentos han compartido con él en los últimos tres años…

"Goran es el Jokic de la ACB. Es un pívot poco común, con una gran visión de pase y con mucha técnica cerca del aro. Es algo diferente y que a nosotros nos hace jugar muy fácil, porque ve muy bien los pases", le define Javi Vega. "Además, es muy leal, es muy sentido con la gente y se involucra mucho. Tiene carácter, pero es muy buen compañero. ¡Y muy gracioso por el tema del idioma!".

Huskic busca a un compañero (ACB Photo / Albert Martín)
© Huskic busca a un compañero (ACB Photo / Albert Martín)


Álex Barrera asegura que "como jugador, a mí me parece muy inteligente. Es muy listo. Es alto, pero tiene muy buenos movimientos. Lee muy bien el juego e interpreta bien la posición de sus compañeros para sacar el máximo provecho. Además, es uno de mis mejores amigos en el vestuario. Es muy simpático, y puedes contarle las cosas y él te cuenta las suyas. Nos llevamos muy bien… ¡Y habla español con nosotros!".

Álex López, por su parte, le define como "un jugador muy inteligente en la pista. Sabe y entiende muy bien el baloncesto y, además, tiene una calidad tremenda. Para lo alto que es, es muy móvil y tiene un buen juego de mano con las dos. ¡Maneja incluso más la izquierda que la derecha siendo diestro! Por otro lado, es súper buen compañero. Se porta genial y nos lo pasamos muy bien. Tenemos muy buena relación tanto dentro como fuera de la pista".