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Descifrando el factor Birutis

Pívot estrella de Monbus Obradoiro y una de las grandes revelaciones de la temporada, el impacto de Laurynas Birutis en la Liga Endesa es incuestionable. Descubre cuáles son las claves de su éxito.

acb Photo / A. Arrizabalaga
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A punto de cumplirse un tercio de la Liga Endesa, si hoy preguntáramos al aficionado en general, la mayoría coincidiría en que Laurynas Birutis es el jugador revelación de la presente temporada. En verano el pívot de Monbus Obradoiro pasó por debajo del radar del gran público, pero en la actualidad es el segundo jugador más valorado de la competición (23,2 créditos de valoración), el tercer máximo reboteador (6,9 rebotes) y el quinto máximo anotador (16,4 puntos por partido).

Arvydas Sabonis, Arturas Karnisovas, Arvydas Macijauskas… y este año Laurynas Birutis. El pívot de Monbus Obradoiro se ha unido a la selecta lista de lituanos estelares que consiguieron el galardón mensual al mejor jugador de la competición. Birutis lo hizo en un mes de septiembre donde promedió 19,3 puntos y ocho rebotes para 27,7 créditos de valoración media. Su debut fue espectacular con 27 puntos, 12 rebotes y 42 de valoración frente al Urbas Fuenlabrada… y desde entonces no ha dejado de sorprendernos.

ACB Photo / A. Baúlde
© ACB Photo / A. Baúlde

EL ORIGEN

Por más que al aficionado su nombre no le sonase al inicio de la temporada, la realidad es que Laurynas Birutis ha sido una de las promesas del baloncesto continental y un fijo de la selección lituana desde que debutó con la Sub16. A partir de entonces no falló en ninguno de los campeonatos veraniegos y logró las medallas de bronce en el europeo Sub18 de Volos en 2015 y la plata en el Sub20 de Helsinki en 2016. En Finlandia compartió equipo con su actual compañero, Laurynas Beliauskas y Martynas Sajus, jugador de BAXI Manresa, y perdió la final contra la Selección Española de Marc García, Santi Yusta, Jonathan Barreiro, Francis Alonso y Sergi García.

En Lituania se fue formando y madurando competitivamente en la cantera del Zalgiris Kaunas, y dada su estatura se convirtió uno de los grandes proyectos de pívot europeo en las últimas temporadas. La primera gran noticia que tuvimos de él se produjo cuando fue el MVP de la temporada 2017-18 tras promediar 14,9 puntos y 7,3 rebotes con el Siauliai.

El reconocimiento le sirvió para regresar al Zalgiris Kaunas en la siguiente temporada, aunque en el gran equipo del país no tuvo suerte; la exigencia del equipo lituano y la presencia de pívots más formados y ajustados al exigente ritmo de la Euroliga limitó su aportación y sus cifras cayeron hasta los 7,1 puntos y 3,3 rebotes por partido. Era evidente que Birutis necesitaba crecer fuera del Zalgiris y la pasada campaña en el Prienu CBet volvió a recuperar sensaciones, se convirtió en uno de los grandes nombres de la liga lituana (promedió 15,2 punto y siete rebotes) y fue convocado para jugar con su selección. Atento como siempre a encontrar jóvenes talentos, Monbus Obradoiro no dejó escapar la oportunidad de alargar su lista de proyectos de pívot que crecen en la ciudad gallega y, tras Salah Mejri, Artem Pustovyi y Dejan Kravic, ha sido el siguiente siete pies en llegar.

ALTURA + AGILIDAD = IMPARABLE EN LA ZONA

Contradiciendo la creencia popular de que el pívot alto carece de movilidad y agilidad, Birutis ha demostrado que no le falta velocidad en la carrera y calidad en el juego de pies cuando postea cerca del aro.

Quizá la virtud que primero destaca en su amalgama de acciones ofensivas es la capacidad de producir puntos desde el pick and roll en la cabecera de la zona. A partir de enganchar a su rival, Birutis es muy rápido realizando un roll profundo directo al aro y saca partido del spacing que crean los tiradores del equipo gallego. Ante la lejanía de las ayudas y, toda vez los bases tienen espacio para crear líneas de pase, el pívot de Monbus Obradoiro suele castigar con contundencia los aros con mates (realiza 1,7 por partido, el segundo en toda la competición) o alley oops donde demuestra una buena capacidad de salto y gran coordinación. Además, si se da el caso de encontrarse defensas más cerradas que obstaculizan su camino directo a la canasta, tiene la suficiente habilidad para echar el balón al suelo, cambiar los pasos y anotar cerca del aro incluso tras realizar el euro step.

Como buen pívot clásico, Laurynas Birutis conserva un gran juego de espaldas a tablero. Cuando se siente cómodo con su defensor por fuerza o por altura, el pívot no duda en reclamar balones interiores. Ahí, aunque no destaca por su fuerza moviendo a los rivales, sí consigue ganar la distancia suficiente con un reverso. En estas situaciones trata de, con uno o dos botes, meter a su defensor bajo del aro y girar para lanzar con la derecha cuando busca el lateral de la zona y con la izquierda cuando busca el centro de la zona. Tanto con una como con otra mano, su semigancho en esas situaciones de proximidad suele ser infalible.

Otra característica que también podemos observar es la facilidad que tiene para anotar tiros desequilibrados o recibiendo faltas. Una virtud muy útil pues con el paso de las semanas está siendo objeto del foco defensivo de muchos entrenadores rivales que buscan impedir a toda costa su producción cerca de canasta. El joven lituano es actualmente el segundo jugador que más faltas recibe (5,8) y el tercero que más tiros libres lanza por encuentro (4,2). Con estas premisas, su 76% de efectividad desde la personal también le convierte en un peligro cuando la única opción es la falta personal.

Es evidente que su estilo queda lejos del pívot moderno que se abre para lanzar triples o ataca el aro desde la lejanía, sin embargo, Birutis tiene una gran virtud: conoces sus puntos fuertes y, sobre todo, sus debilidades. No hace cosas donde no se sienta cómodo (no ha tirado un solo triple en lo que va de temporada) y maximiza su potencial en el limitado rango de acción en el que actúa en ataque (sólo en una ocasión promedió menos del 50% en tiros de campo).

Esto es debido en gran parte a su selección de tiro durante los partidos. Por mor de las características ya comentadas y una mecánica de tiro por depurar, el área de influencia ofensiva de Birutis se adhiere principalmente a la zona restringida del aro. Son pocos los lanzamientos que realiza más allá de cuatro metros y todos desde la frontal del aro, muchas veces tras hacer un roll corto.

De hecho, si leemos su carta de tiro veremos como de los 81 lanzamientos que ha realizado hasta ahora solo dos se han producido fuera de la zona. Ambos lanzamientos fueron desde el lateral derecho del ataque y se produjeron frente al Real Madrid y Herbalife Gran Canaria. Todo ello le convierte en un jugador de gran porcentaje en el lanzamiento, promediando actualmente un 67,9% en tiros de dos (55/81).

acb Photo / F. Robledano
© acb Photo / F. Robledano

INTIMIDACIÓN Y REBOTE

Laurynas Birutis adereza todas estas virtudes ofensivas con la capacidad que tiene para continuar acciones y atacar el rebote ofensivo. En muchas ocasiones aprovecha el llegar corriendo para rebotear y machacar el aro ante defensas que han hecho un mal balance defensivo o se han desajustado defendiendo tiros exteriores.

Con ello enlazamos la incuestionable capacidad reboteadora que le otorgan sus 213 centímetros. Actualmente es el tercer máximo reboteador empatado con Walter Tavares gracias a sus 6,9 capturas por encuentro. Además de estatura, Birutis tiene un buen posicionamiento y gran envergadura de brazos para cerrar el rebote defensivo, mientras que, en ataque, ya hemos comentado su capacidad para rebotear desde lejos (logra 2,6 rebotes ofensivos por encuentro).

PRINCIPALES VIRTUDES
Birutis destaca por su capacidad de leer y jugar el pick and roll, capacidad de anotar tras reverso con ambas manos y poder intimidador en defensa (rebotes y tapones).

Su otra gran virtud defensiva es la capacidad de intimidación que ofrecen sus interminables brazos. Ya no sólo son los 1,3 tapones que completa por encuentro (quinto clasificado en Liga Endesa), sino los otros lanzamientos forzados que provoca en rivales por temor a ser interceptados. Su mera presencia en la zona ocupa muchos espacios y ayuda a que los exteriores puedan presionar con fuerza las líneas de pase o el bote del adversario porque saben que detrás tienen un muro protector si son superados.

A sus 23 años, el salto cualitativo de su juego es incuestionable. Todavía le queda conseguir regularidad con el lanzamiento de media distancia y ser consistente en el aspecto físico para competir en una liga tan exigente como la Liga Endesa, pero bajo la maestría de Moncho Fernández ha evidenciado capacidad de progresión y determinación para ser un jugador referente en Europa. El cielo, ese que toca cuando levanta los brazos, es el límite en su carrera profesional.

¿Podrá ser el sucesor de Arvydas Sabonis y ser el segundo lituano nombrado MVP de la competición?