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Talismán Llull

Tres victorias consecutivas avalan la esperanza de permanencia del Ricoh Manresa, que huye del descenso a base de carácter y talento. Quintana, White, Oliver, Laviña... son muchos nombres para justificar la reacción, pero entre ellos aparece también el del jovencísimo Sergi Llull, el talismán. “La mete, la mete”, decía cuando Oliver intentaba el triple imposible en Sevilla. Ese día empezó a jugar... y son ya tres partidos seguidos y tres victorias para su equipo, con interesantes destellos individuales. “Es poco común apostar por jóvenes en esta situación, pero es que su trabajo está siendo muy bueno”, explica Quintana, que ve un gran futuro en este base de apenas 18 años

Sergi Llull es el nuevo valor emergente del Ricoh Manresa (Foto Bàsquet Manresa)
© Sergi Llull es el nuevo valor emergente del Ricoh Manresa (Foto Bàsquet Manresa)
  

Redacción, 22 Mar. 2006.- “La mete, la mete”, le decía el joven Sergi Llull a Aleix Durán, tercer entrenador del Ricoh Manresa, cuando Albert Oliver intentaba un imposible en Sevilla. Efectivamente, la metió (“¡menudo canastón!”). Era una victoria crucial para el Ricoh Manresa, también el segundo partido ACB y una oportunidad de oro para el joven Llull.

Desde aquel día en Sevilla, el base no ha salido de los planes de Óscar Quintana, y las victorias tampoco han dejado de llegar. Tres partidos seguidos para Llull, tres triunfos consecutivos para el Ricoh Manresa. Talismán, como en el triple inaudito de Oliver. “Que haya coincidido es una anécdota. El equipo ha entrado en una buena dinámica, más cómodo y tranquilo, y han llegado las victorias”, explica el joven base, cuyo rol consiste en dar descanso a Oliver y Rafa Martínez.

“Tenemos una situación extraña en la plantilla, ya que Rafa Martínez unas veces juega de “1” y otras de “2”, y unos días le necesitamos más en una u otra posición, y eso ha provocado que entrase Llull”, explica Óscar Quintana, que ensalza “la madurez que demuestra cuando juega; está trabajando muy bien y cualquier cosa que sume siempre será buena”.

Sergi Llull ha disputado 23 minutos en tres partidos, entrando en la dinámica del equipo en un momento poco habitual, cuando éste está acuciado por la necesidad de victorias. “Es cierto que es poco común apostar por jóvenes en esta situación, pero su trabajo está siendo muy bueno”, dice el entrenador manresano. “Es difícil que un entrenador confíe en ti en un momento tan complicado, pero entreno duro para ganarme la confianza de Óscar y dar unos minutos de descanso a Oliver”, añade el joven jugador.

Pese a jugar sólo 23 minutos, Llull no ha pasado desapercibido. Además de su “premonición” con el triple de Oliver, en su debut en el Nou Congost saltó al ‘Top10’ de Zona ACB con un soberbio tapón. “Lo he visto unas cuantas veces por Internet, en el momento no estaba seguro siquiera si había tocado el balón... pero no está mal debutar en casa con una jugada de Top10”, dice riendo. Y seis puntos, fruto de dos triples. “Estaba un poco nervioso y perdí algunos balones, pero fue muy bien y ganamos. No estuvo nada mal”, añade.

Con los pies en el suelo, es consciente de que 23 minutos en tres partidos consecutivos no significan mucho: “Es muy pronto para pensar en consolidarme. Todavía soy muy joven y tengo que seguir trabajando muy duro para continuar teniendo oportunidades. Si no...”. “Tiene mucho potencial y se está trabajando muy bien con él en la cantera del club, pero todavía está en proceso de formación y hay que tratarle con mucho cariño”, asegura Quintana.

Sergi Llull, un caso atípico

El de Sergi Llull es un caso atípico. Menorquín e hijo de Paco Llull, ex presidente del C.B. La Salle Mahón (Llanera Menorca), era absolutamente desconocido hasta que en edad cadete anotase 71 puntos en un partido. Tal exhibición le dio a conocer y posibilitó una oportunidad en las categorías inferiores, convirtiéndose en un asiduo hasta erigirse en el base titular de la Selección Junior el pasado verano.

11,5 puntos, 2,5 asistencias y grandes dosis de liderazgo avalaron el excelente Europeo Junior de Llull, uno de los grandes culpables de que la selección finalizase cuarta en un campeonato con varios equipos superiores. Un año antes, con un papel muy secundario (relevo de Sergio Rodríguez) pero como junior de primer año, el base menorquín se colgó la histórica medalla de oro del Europeo Junior de Zaragoza. “Fue un premio, tuve un poco de suerte por la lesión de un jugador y que por ello me llamaron a última hora, pero fue muy bonito, además en casa...”, explica.

Con un apellido de cinco letras en el que cuatro son idénticas, y de dificilísima pronunciación para los que no hablen la lengua catalana, Llull ha sido ‘rebautizado’ en numerosas ocasiones: “sí, he oído de todo, pero es que es tan difícil que a veces ni yo mismo lo digo bien”.

Pero... ¿Y cómo juega Sergi Llull? Para empezar, es un base de 1,87 y que en noviembre cumplirá 19 años. Quintana le define como “un base con gran físico, en ciertos aspectos me recuerda a Calderón, pero por encima del físico destaca por su técnica individual y el manejo del balón. Es muy competitivo y hace cualquier cosa por ganar, lo que le destaca de muchos jóvenes que sólo piensan en ellos o en la grada. Para él la mejor diversión es ganar y lo tiene realmente arraigado”. Además, añade que “en categorías inferiores es un base anotador, gracias a su físico superior, pero arriba, en la élite, adapta su juego y ayuda al equipo en lo que necesite”.