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Triple doble con... Tiago Splitter

Con sólo 23 años, Tiago Splitter se prepara para disputar su cuarta Final Four. "Ganar la Euroliga sería algo increíble", explica en Triple Doble, una profunda entrevista deportiva y personal con el sello de Marc Ramon

  


Con sólo 23 años Tiago Splitter se ha convertido en una de las grandes referencias del Tau Cerámica. El pívot brasileño, que debutó en la ACB hace algo más de cuatro años, ya ha superado esta campaña sus mejores marcas en puntos, rebotes y valoración. En esta entrevista el jugador repasa sus inicios, cuando llegó a Vitoria con apenas 15 años, su paso por Bilbao y el sueño que significaría ganar la Final Four de Madrid.

El internacional brasileño recuerda cuando conoció al que será este verano su entrenador con Brasil, Moncho Monsalve. “Estábamos jugando los juegos Panamericanos en la República Dominicana, y allí hablamos por primera vez”, rememora Splitter, que reconoce estar ansioso por disputar el preolímpico que podría llevar a su selección a los Juegos Olímpicos de Pekín.

La gran progresión de Splitter estos últimos años se debe, en gran parte, al trabajo realizado tras cada entrenamiento junto a Iñaki Iriarte. “Le conocí cuando estaba en el segundo equipo del Tau Cerámica y allí cogimos confianza y siguió ayudándome cuando yo ya estaba en Bilbao”, señala Tiago Splitter.

Esta es la primera temporada tras el fichaje de Luis Scola por los Houston Rockets, un jugador al que Splitter reconoce “admirar muchísimo, tanto por su juego como por su manera de ser”. El brasileño confiesa tener dos gran ídolos, “Luis Scola y también Tim Duncan”, actual jugador de los San Antonio Spurs, precisamente el equipo que le seleccionó en el Draft de la NBA.



Splitter participará esta semana en su cuarta Final Four, competición que este año se celebra en Madrid. Su rival en semifinales será el CSKA de Moscú, “un auténtico equipazo”, confiesa, que tiene una “plantilla increíble, con dos buenos jugadores en cada posición”.

El pívot baskonista recuerda que en la primera edición de la Euroliga, cuando el Tau Cerámica perdía en el quinto partido ante la Kinder de Bolonia, “estuve en la ciudad italiana, viendo en directo aquel último encuentro. Fue una gran final y lo viví de manera increíble”.