Girona, 8 Jun. 2008 (Europa Press).- Unos 800 aficionados del Akasvayu Girona se manifestaron esta tarde por las calles de la ciudad para reclamar la continuidad del equipo en la ACB la próxima temporada, ya que puede perder su plaza si no consigue solucionar la crisis económica que acarrea desde hace años y que, esta semana, el presidente del club, Josep Amat, cifró en 6,58 millones.
La manifestación, convocada por el colectivo 'Girona-ACB' --formado por aficionados y peñas-- salió a las 19.00 horas del pabellón de Fontajau y recorrió diversas calles de la ciudad hasta llegar a la Plaça del Vi, donde está el Ayuntamiento.
Desde uno de los balcones de la plaza, 'Gavis' --la mascota del equipo-- leyó un comunicado en el que recordó la trayectoria del CB Girona en la máxima competición del baloncesto español desde 1988 y exigió a las administraciones que busquen las soluciones necesarias para no perder la plaza en la ACB.
"Que la sociedad nos escuche y no deje morir nuestra ilusión", dijo, y explicó que otros clubes en situaciones parecidas consiguieron salir del bache económico. "¿Tenemos que ser los gerundenses menos que los otros?", se preguntó. Durante el comunicado, los aficionados gritaron y abuchearon enérgicamente a las administraciones, tanto al Ayuntamiento, como a la Diputación y a la Generalitat.
Durante el pasacalle, con bandas de música y la mayoría de los asistentes vestidos con camisetas de color rojo, algunos aficionados gritaron proclamas en contra de Caixa Girona, y de la alcaldesa de la ciudad, Anna Pagans.
Entre los manifestantes se encontraba el jugador del AXA FC Barcelona Jordi Trias, que jugó varias temporadas en el CB Girona. Trias dijo que los actuales jugadores del Akasvayu viven con preocupación el futuro del club. "Mientras hay vida hay esperanza" aseguró, a pesar de reconocer que la situación actual es "crítica".
Esta semana, el propietario de la inmobiliaria Akasvayu y presidente del CB Girona, Josep Amat, aseguró que la directiva del club hará "todo lo posible" para que el equipo no pierda la plaza de la ACB debido a la deuda histórica de la entidad, que cifró en 6,58 millones. Asimismo criticó la postura del Ayuntamiento y de la Diputación de Girona, que esta semana consideraron inviable la continuidad en la ACB y situaron la deuda en nueve millones.
