Artículo

Historias de la Copa del Rey: Los 21 rebotes sin premio de Kidd y Magee

La historia de la Copa del Rey está llena de hazañas individuales sin suerte. Es el caso de Kevin Magee y Warren Kidd, derrotados amargamente en cuartos de final en 1991 y 1996, pero capaces de capturar 21 rebotes en el récord histórico de la competición

Kevin Magee captura un poderoso rebote (Foto Gigantes)
© Kevin Magee captura un poderoso rebote (Foto Gigantes)
  

Cáceres, 14 Feb. 2009.- “Tenemos que dominar el rebote. Será clave”. Esa supuesta “obviedad” la repiten entrenadores y jugadores una y otra vez en las previas de los partidos de baloncesto. Es un axioma muy sobado, pero que se cumple casi siempre: el que recoge con más contundencia lo que cae de los aros –ya sea el suyo o el ajeno— tiene mucho ganado en un partido. Sin embargo, hay excepciones y de hecho el récord de rebotes en un partido de la fase final de la Copa del Rey, compartido con la tremenda cifra de 21 entre Kevin Magee (edición 90-91) y Warren Kidd (95-96) no les sirvió a sus respectivos equipos, CAI Zaragoza y Caja San Fernando, para llevarse sus encuentros de cuartos de final ante Estudiantes y Real Madrid.

Lamentablemente, sólo es posible entrevistar a uno de los dos protagonistas para que lo cuenten. Magee murió el 24 de octubre de 2003 en accidente de tráfico, a los 44 años, aunque su estampa siendo levantado en hombros dos décadas antes, en la primera fase final copera, disputada en Zaragoza y con triunfo del CAI, será muy difícil de borrar. El récord lo consiguió en su

Kevin Magee, rey del aire (Foto Gigantes)
© Kevin Magee, rey del aire (Foto Gigantes)
segunda etapa a orillas del Ebro en un día inevitablemente agrio, porque los maños, entonces vigentes campeones, jugaban en el flamante Príncipe Felipe un partido en el que teóricamente tenían las de ganar frente al Estudiantes. Magee sólo tuvo un buen partido en el apartado de los rebotes, ya que en ataque se quedó muy por debajo de sus promedios habituales con 8 puntos (2/10 en tiros de 2…) en su batalla con John Pinone. 70-76 e imperial decepción local.

Hay una triste casualidad: otro gran reboteador ACB y exjugador del CAI Zaragoza como Eugene McDowell también falleció (25 de agosto de 1995, en Orlando). Ganó una Copa del Rey con el Barcelona, la de Valladolid-88, completando tres buenos encuentros en el apartado que nos ocupa: 9 rebotes en cuartos ante el Estudiantes, otros 9 ante el Fórum en la semifinal y 7 en la final ante el Real Madrid. Es el sexto mejor especialista de la historia de las fases finales con un promedio de 8,4 por partido. La clasificación la lidera Arvydas Sabonis con 11,6.

Currante de los tableros

Warren Kidd no pudo evitar el KO ante el Real Madrid pese a capturar 21 rebotes (Foto Gigantes)
© Warren Kidd no pudo evitar el KO ante el Real Madrid pese a capturar 21 rebotes (Foto Gigantes)
Afortunadamente, sí se puede hablar con Warren Kidd. Según cuenta a ACB.com, trabaja en la construcción en el estado de Alabama. Vive en la ciudad en la que nació hace 38 años, Harpersville, y aún tiene reciente la década que pasó en Europa, entre España (Valencia, Sevilla, Badalona, Las Palmas) e Italia (Roma, Milán), siempre con una fama de reboteador salvaje gracias, igual que Magee, a un físico envidiable, todo músculo, en una altura no excesiva (2,05). No era un jugador ofensivamente bien dotado, aunque sacaba partido de los numerosos balones que conseguía en la zona rival y que a menudo acababan en mate. Su regularidad resultó asombrosa: siempre promedió entre 14,6 y 11,3 puntos y entre 12,7 y 8,7 rebotes por temporada. Y curiosamente, las mejores marcas corresponden al año que pasó en el Caja San Fernando a las órdenes de Aleksandar Petrovic y formando un mortífero trío con Michael Anderson y Richard Scott.

“Echo de menos el baloncesto, pero ahora estoy entrenando a mi hijo. Creo que llegará a ser mejor que yo”, cuenta Kidd entre risotadas. El 23 de febrero de 1996, en Murcia, sí se cumplió el pronóstico y, pese a su exhibición reboteadora, el Real Madrid batió a un Caja San Fernando que sí llegaría luego a la final de la Liga ACB. Un horrible 38% en tiros libres (8/21) acabó de enterrar las opciones de los andaluces hasta el 85-72 final.

“Me gustaba mucho la Copa del Rey, era un torneo muy especial para jugar. Una pena que nunca pudiese ganarla, pero me enorgullece tener todavía el récord de rebotes en un partido. 21 son muchos, pero cuando estás en el campo no lo piensas, sólo quieres ganar”, afirma el exjugador. ¿Cuál era su secreto? “Sobre todo, tener determinación y estar concentrado e ir con mucha fuerza a por todos los balones, creer que podías cogerlo por muy difícil que fuese, que el balón era tuyo”, responde el americano, cuya única experiencia en la NBA se redujo a 68 partidos en la temporada 93-94. Con los Sixers casi sumó más rebotes (233) que puntos (247). “En Europa pasé muy buenos años. Fue una buena elección para mí. La gente, sobre todo en Valencia y en Sevilla, me trató siempre fenomenal”, remarca.

-> El récord de Magee
-> El récord de Kidd