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Espanyol: 20 años del adiós perico (y II)

Continuamos el repaso de Raúl Lozano a la carrera del Espanyol en la ACB, en los años 80. En este capítulo, se recuerdan sus últimos años y el adiós, el 30 de abril de 1989

Josep Lluís da instrucciones a Jordi Freixenet y Mario Butler
© Josep Lluís da instrucciones a Jordi Freixenet y Mario Butler
  
  • Espanyol: 20 años del adiós perico (I)


  • Temporada 86-87: La ilusión del debut europeo
    En la siguiente campaña Juanito Jiménez sustituyó en el banquillo a Gol. El nuevo director de la orquesta blanquiazul se había ganado tan sólo unos meses antes la mención como Mejor entrenador del año en su debut en la ACB con el Manresa. Con él llegaron también el contrastado alero Jordi Freixanet (Licor 43), el junior Eduardo Piñero (Santiago Apóstol) y el americano Willie Jones, que en la campaña precedente había deslumbrado por su enorme potencial (1º en rebotes y 5º en anotación) en el Claret Las Palmas.

    El aficionado se mostraba ilusionado ante la participación del equipo en una competición europea, la Korac, aunque de nuevo los problemas no tardaron en llegar y la ilusión inicial se desinfló. El nuevo patrocinador del equipo, Gin MG, temeroso de perder ventas en el País Vasco al asociar su firma al nombre de “Espanyol”, motivó el cambio de nombre del equipo, que pasó a denominarse Gin MG Sarrià. No fue un gesto del agrado de los socios, que acabaron dando la espalda al equipo. Al desencuentro contribuyó también en buena parte la política de precios elevados puesta en práctica por el club.

    Tres puntos les dejan fuera de la Korac
    Los resultados deportivos no ayudaron a enmendar la situación. En la Korac, se pasó la primera eliminatoria (a doble partido) ante el flojo Vevey suizo, pero no se pudo pasar de octavos tras caer ante el Antibes francés. Lo peor de la despedida europea fue la manera cómo se produjo: en el partido de ida se consiguió una renta de 13 puntos (entonces se contabilizaban el total de puntos conseguidos en los dos enfrentamientos) pero en el encuentro disputado en Francia no se pudo mantener la ventaja y se acabó perdiendo por 16.

    En la Liga –la de la marcha de Fernando Martín a los Blazers de la NBA, la del lío de la nacionalización de Steve Trumbo y la del aterrizaje de Larry Spriggs en el Madrid luciendo su anillo de campeón de la NBA-, las dos fases en las que estaba estructurada la competición se saldaron con idéntico balance negativo (6 victorias y 8 derrotas), lo que llevó al Espanyol a disputar los playoff por la permanencia. No sin sufrimientos, se mantuvo finalmente la categoría al batir al Breogán por 3-1 en la eliminatoria, triunfo que le otorgó la 14ª plaza final. Por si fuera poco, la Liga la acabaría ganando el Barça.

    Los junior sí pisan fuerte
    Prácticamente las únicas alegrías de la temporada la proporcionó el equipo junior, que acabó tercero en el campeonato estatal (con Bosch, Piñero, Abad y Marín como valores al alza). Además, el alero de Lleida Manel Bosch vestiría aquel año la camiseta de la selección Espanyola de la categoría.

    Un alegría efímera, en todo caso. Al acabar la temporada, nada de borrón y cuenta nueva. Volvieron los problemas y de nuevo de carácter grave. Jugadores y aficionados tuvieron que vivir en primera persona los rumores de la venta de la sección a Sevilla, ciudad que ansiaba estar presente en la ACB. Finalmente el equipo blanquiazul no se movió de Barcelona, pero sí que acabó cambiando de manos. El club blanquiazul vendió el baloncesto a Unipublic (empresa organizadora de la Vuelta Ciclista a España, entre otros eventos deportivos), aunque manteniendo el escudo en la camiseta.

    Temporada 87/88: Unipublic se hace cargo del equipo
    El proyecto de Unipublic se antojaba profesional, al menos sobre el papel. La sociedad que dirigía Enrique Franco consiguió un nuevo patrocinador (Grupo IFA) y creó la figura del General Manager, cargo que recayó en un hombre de dilatada experiencia en el mundo de la canasta: Josep Lluís Cortés, segundo entrenador de la Selección.

    A pesar de ello, las dudas sobre el futuro de la sección surgidas tras la conclusión de la temporada anterior pesaron como una losa en el proceso de confección de la plantilla. Los fichajes llegaron tarde y mal (sobretodo los de los americanos) y se tuvo que acabar dando mucho protagonismo a los juniors. Hubo cambio en el banquillo, que recayó en manos de Ángel Martín Benito, entrenador del filial el año anterior. También de la cantera llegaban Abad, Cervantes, Marín y Bosch, éste ya consolidado y con ficha senior.

    Se va Phillips, llega Haley
    Definitivamente, era otra época
    © Definitivamente, era otra época
    Las bajas fueron significativas (Phillips, Smith, Freixanet, Lete) y los nuevos americanos acabaron siendo un fiasco: Alvin Scott, demasiado veterano, y Jack Haley, demasiado inexperto (años más tarde llegaría a ser campeón de la NBA con los Bulls, aunque jugando sólo siete minutos en toda la temporada), serían sustituidos por el panameño Mario Alberto Butler y el dominicano Evaristo Pérez, que tampoco convencieron. Pero no fueron los extranjeros los únicos que sufrieron las consecuencias de la mala planificación. Tras la disputa de las tres primeras jornadas de Liga, Martín Benito fue sorprendentemente destituido y al frente del equipo se puso Lluís. Para intentar dinamizar el equipo, a mitad de temporada se logró la cesión del canario Artiles, pero su participación en el conjunto catalán no funcionó como revulsivo.

    Los resultados sobre la pista fueron de mal en peor. En la competición liguera la primera fase fue desastrosa, con un parcial de 2 victorias y 12 derrotas que le llevó a la cola de su grupo. En la segunda fase se mejoró algo el balance (5-9), pero no lo suficiente como para abandonar el pozo de la clasificación. El Ifa Espanyol acabó jugando los playoff por el descenso ante el Bancobao. Y el resultado confirmó el peor de los presagios: derrota por 3-1, lo que llevaba al equipo a la última posición de la competición, o lo que es lo mismo, al descenso. Para colmo, el FC Barcelona ganaba otra vez la Liga tras batir al Madrid en la final.

    Como en la temporada anterior, la gran satisfacción –y prácticamente única- la dieron los juniors, que acabaron segundos en el campeonato estatal superando a Barcelona y Real Madrid. Sólo cedieron ante el empuje de las jóvenes perlas de la cantera del Joventut de Badalona.

    Temporada 88/89: La expansión de la Liga obra el milagro
    A pesar de haber acabado el último en la campaña anterior, el Espanyol no bajó de categoría. La Liga ACB, en plena fase de expansión, amplió la competición en la nueva temporada a 24 equipos y no hubo ningún descenso. De la mano de Unipublic, el equipo sufrió no obstante una nueva revolución en los despachos, ya que se hizo efectivo el divorcio total con el club blanquiazul. El ejemplo más llamativo en pista fue el cambio de equipación: se abandonaron las franjas blanquiazules y se optó por una vestimenta totalmente verde. El escudo, ahora sí, desapareció del pecho de los jugadores.



    A pesar de esos cambios –síntomas de que algo desastroso podía suceder en breve-, el bloque seguía siendo el mismo, los partidos se disputaban en el mismo pabellón, el patrocinador era también el del año anterior (Grupo IFA), Lluís seguía al frente de los despachos como General Manager y el cargo de entrenador lo ocupaba un viejo conocido de la afición blanquiazul, Guifré Gol, cuñado de Lluís.

    En esta ocasión sí se acertó en el fichaje de los americanos: Claude Riley y Dale Solomon. Pero la llegada más llamativa esa última temporada fue la de la gran promesa azulgrana Ferran Martínez, en calidad de cedido y tras un intercambio (para sorpresa del propio Ferran) por la otra gran joya de la ciudad, Santi Abad, que se instaló en el Palau Blaugrana junto al maestro Aíto García Reneses. De todos modos, ninguna de estas altas iba a eclipsar el gran bombazo de la Liga en forma de fichaje: aquella temporada sería por siempre recordada por la llegada del genial Drazen Petrovic al Real Madrid.

    Monsalve, el entrenador revulsivo
    En cuanto a la actuación del equipo en la ACB, y quizás para no perder la tensión habitual de temporadas anteriores, la convulsión llegó de nuevo al equipo barcelonés a punto de acabar la primera fase de la Liga. Guifré Gol dimitió tras la jornada 18 y fue sustituido momentáneamente por su segundo, Martín Carrera. En esta ocasión Lluís prefirió quedarse en los despachos y contrató a un entrenador contrastado, Moncho Monsalve, para llevar las riendas del equipo. La llegada de Monsalve sí funcionó como revulsivo. Exprimió al máximo tanto a las figuras del equipo como a los jóvenes valores de la cantera, que confirmarían su valía en la postemporada con la llamada de la selección junior (Abad, Piñero y Cervantes) y de la sub-22 (Navarro).

    Monsalve aupó al equipo a la 8ª posición final tras no poder superar al Barcelona en la primera eliminatoria del playoff por el título. Aquella derrota en el Palacio de los Deportes de Montjuïc supuso a la postre el punto final a la trayectoria del Espanyol en la máxima competición estatal. En la siguiente temporada el equipo se fusionó con el Granollers y se trasladó a la ciudad vallesana con Abad, Riley, Cervantes y Bosch en sus filas.

    El regreso de la sección, en femenino
    En los años posteriores, el club no ha vuelto a plantearse el desarrollo de una sección de baloncesto propia. No obstante, desde la temporada 2007/08 brinda su apoyo al Olesa, equipo de la Liga Femenina, que ha pasado a denominarse Olesa-Espanyol y que en esta campaña tiene entre sus filas a Jael Freixanet, la hija de uno de los grandes jugadores de aquel histórico Espanyol.

    Por el momento, las buenas actuaciones del conjunto no han despertado entre los aficionados pericos (muy volcados en el siempre dramático devenir del equipo de fútbol) la expectación que sin duda supondría volver a disponer de un equipo en ACB (o incluso en LEB Oro o Plata), aunque, quién sabe, quizás sea la semilla que vuelva a hacer crecer algún día el interés de la directiva del club catalán por este deporte. Miles de aficionados lo agradecerían.