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Salamanca: Sueño fugaz

Aunque algunos crean que no sucedió nunca, Salamanca también disfrutó del baloncesto ACB. Fue en la década de los 90 y apenas duró dos temporadas. De la mano de Javier Ortiz conocemos el efímero paso de los charros por la máxima competición nacional

El Baloncesto Salamanca le tenía tomada la medida al Real Madrid en su cancha
© El Baloncesto Salamanca le tenía tomada la medida al Real Madrid en su cancha
  

Ocurrió. Está ahí, algo escondido en los anuarios de baloncesto, en las revistas especializadas. Pero ocurrió. Durante un par de años, a mediados de la década de los 90, el basket que volvía absolutamente loco a Salamanca no era el femenino, sino el masculino. La ACB fue charra, pero esa pasión naranja se desvaneció con la misma ligereza con la que apareció.

La ciudad

El lugar universitario por excelencia en España tiene censados 155.720 habitantes, pero son muchos más los que recorren sus calles renacentistas, sus modernas avenidas, sus numerosísimos garitos. Fundada a orillas del río Tormes por los vacceos en el siglo III A.C., muchos la consideran la ciudad perfecta por proporciones y habitabilidad… si no fuera por su cruel clima invernal.

El club

El Club Baloncesto Salamanca tuvo una cortísima e intensa vida. Se fundó en 1993 para ocupar la plaza en Primera División del Askatuak. Mariano Rodríguez, empresario de la construcción y también propietario del periódico La Tribuna, fue su impulsor. Esa misma temporada logró el ascenso a la ACB como subcampeón. En la máxima categoría estuvo dos años, de 1994 a 1996, cuando vendió sus derechos al Granada. Sus números ante los mejores fueron de 36 victorias y 40 derrotas en 76 partidos, con 5.913 puntos a favor y 6.025 en contra.

La historia

…Salmantinos y universitarios foráneos se engancharon a la canasta tras el sorprendente ascenso de la temporada 93-94. Con el factor campo en contra, el equipo, dirigido por Fernando Merchante, pudo con el Canarias de Ray Smith en el Playoff semifinal y miles de personas salieron a la calle para gritar “Sabonis, Villacampa, caeréis en Salamanca”. Por allí andaba un jovencísimo Salva Guardia. El pequeño pabellón Wurzburg fue ampliado rápidamente de 3.200 a 5.000 plazas para poder reunir los requisitos necesarios, lo que no consiguió el campeón de Primera de aquella temporada, el Caja Bilbao.

…Con Juan Manuel Hueli –actualmente uno de los jefes del Consejo Superior de Deportes— manejando el día a día del club desde la gerencia, se cambió el rojo por el naranja en la equipación titular. También se acortó el nombre del equipo, que pasó a ser conocido popularmente como CBS, y un toro llamado Civilón fue elegido como mascota y también como parte fundamental del escudo, recogiendo la afición de la ciudad por la “fiesta nacional”.

…Para la nueva aventura, Rodríguez y Hueli confiaron en Merchante y en cuatro jugadores que habían protagonizado el ascenso (Javier Berrocal, Guillermo Coll, Roberto Bustamante y Perry Carter), rodeándolos de los experimentados Manuel Aller, Fede Ramiro, Rafa Vecina y los americanos Jimmy Oliver y Claude Riley, que sería sustituido por Jeff Sanders. Pero el técnico duró poco, ahogado por una supuesta conspiración en el vestuario y destituido en la sexta jornada con 3-3. Con Ricardo Hevia en el puesto, habría problemillas para mantenerse y terminar decimosextos.

…En la 95-96, el proyecto intentó dar un giro y lo consiguió con Pedro Martínez como entrenador y jugadores algo más jóvenes en la pista. El noveno puesto final supuso la clasificación europea, pero Rodríguez adujo “falta de apoyo institucional” para deshacer el club ante la sorpresa general y venderle la plaza ACB a Granada.

…El ambiente en los partidos era fantástico y algo delirante. Resultaba difícil conseguir entrada para los encuentros de casa, que se disputaban normalmente los domingos por la mañana. No era tan leyenda la hipótesis de que muchos de los jóvenes que acudían a ellos lo hacían después de una larga noche y sin haber pasado antes por sus casas. La fiesta tenía continuación en el Wurzburg, actual sede del Avenida Halcón, que por entonces jugaba en La Alamedilla y no era un equipo tan puntero como ahora en la Liga Femenina.

…La afición charra entró en un sano “pique” con la de Cáceres durante aquellas dos temporadas. Ambas se desplazaban en masa a seguir a sus equipos a la cancha del otro. Tres de los cuatro partidos los ganaron los salmantinos, pero durante mucho tiempo después en Cáceres se gritó “¿Dónde están los toros?” cada vez que pisaba la cancha local algún ex componente del CBS.

Tres partidos

Salamanca 76, Real Madrid 74 (18/9/1994). Curioso lo del equipo blanco en Salamanca, seguramente la única pista en la que no ha ganado nunca. Jugó dos veces y en las dos perdió, la primera muy apuradamente y en la prórroga. Meses después sería campeón de Europa. Rarísimos números de Sabonis (10 puntos y 5 rebotes en 29 minutos). Año y medio después volvió a caer, esta vez de paliza.

Forum Valladolid 54, Salamanca 67 (1/10/1994). Antes de que los problemas internos se multiplicasen, el equipo jugaba decentemente, sobre todo atrás. Oscar Schmidt fue otro histórico que acabó torturado por un oponente que sólo encajó 20 puntos en la segunda, impulsado por una gran hinchada que le acompañó a la cercana Valladolid. Un derbi siempre es un derbi. Pero días después, Merchante fue cesado.

Salamanca 78, Cáceres CB 77 (31/3/1996). Ganarle al eterno (bueno, no tan eterno) rival un partido decisivo en la lucha por entrar en los “playoffs” sabe muy bien. Y es mejor todavía cuando vas perdiendo a falta de 8 segundos por dos puntos y Vecina, sobre la bocina, se cuadra en la línea de 6,25 para anotar su cuarto triple en 33 jornadas y redondear los 20 puntos con 6 rebotes. Pedro Martínez sólo alineó a 7 jugadores.

Diez jugadores

1. Perry Carter (pívot, 1993-95). Alguien lo definió como “una montaña de músculos”. Era un americano corto de talento, pero dominante en Primera, en la que había conseguido un ascenso no consumado con el Guadalajara. Muy querido por la hinchada, acabaría obteniendo el pasaporte español.

2. Roberto Bustamante (alero, 1993-96). El ídolo de la afición local, a pesar de ser un jugador muy secundario en la etapa ACB, en la que solo saltaría a pista en 29 partidos (24 y 5). Antes sí había muy importante para subir. Jugador corajudo, no exento de calidad, de los que conectan rápido con la grada.

3. Manuel Aller (escolta, 1994-95). Salamanca fue la última estación de la carrera de esta fina muñeca identificadísima con el basket de El Ferrol y que llegaría a ser internacional absoluto a finales de los 90. Actualmente forma parte del gabinete técnico de la Federación Española.

4. Jeff Sanders (pívot, 1994-95). Su llegada jubiló a Claude Riley y le dio al equipo mucha más anotación interior, lo que sería clave para la permanencia. Depurados movimientos en el poste bajo, aunque a veces exhibiese una implicación discontinua. Su carrera resistió a un positivo por marihuana.

5. Fede Ramiro (base, 1994-96). Probablemente, lo más parecido a John Stockton que haya dado el baloncesto español: un director de juego que primero pensaba en la canasta del compañero y, luego, muy lejanamente, en la suya. Y eso que tenía buen tiro. Salamanca también fue el cierre de una rica trayectoria.

6. Rafa Vecina (pívot, 1994-96). Otro de los dorados veteranos que llegaron al CBS, impartiendo sabiduría a más no poder. La radiografía de Vecina se parece bastante a su foto, pero eso no le impedía sacarle partido a su inteligencia en la lucha bajo los tableros.

7. Granger Hall (pívot, 1995-96). Con 34 años, a Hall le llegó para promediar dobles figuras en Salamanca (18,2 puntos y 10,6 rebotes). Su machacona insistencia en coger la posición era una pesadilla para sus pares. Perfecto conocedor del baloncesto español.

8. Jim Les (base, 1995). Protagonizó una de las más sonadas “fugas” del baloncesto español en su historia. Llegaba con una gran aureola (más de 300 partidos en la NBA y subcampeón del concurso de triples), pero no hizo nada en 7 partidos y se largó sin avisar, ¡ayudado por la agencia de viajes que colaboraba con el club! Ahora es entrenador en Bradley. Que no le hagan lo mismo…

9. Jeff Martin (escolta, 1995-96). Las sensaciones que había dejado un par de años antes el Zaragoza no habían sido buenas, pero aquí se redimió con creces (17,8 puntos). Muchos recursos ofensivos y buen físico, formó una terrorífica pareja exterior con Jo Jo English (16,3), sustituto de Les.

10. Jordi Pardo (alero, 1995-96). No lució en Salamanca (3,1 puntos), empujando su carrera hacia Portugal, donde recuperaría el protagonismo. Pero supo reinventarse, haciendo un trabajo más defensivo que el que había caracterizado toda su carrera.

También pudieron entrar: Guillermo Coll, Paco Martín, Todd Mitchell, Jimmy Oliver, César Arranz, Jo Jo English, Antonio Medianero, Carl Thomas…

Tres entrenadores

1. Fernando Merchante (1993-94). El deporte es cruel. Asciendes a un equipo de la nada y a los seis partidos en ACB te echan yendo en mitad de la tabla. No conectó con los pesos pesados del vestuario. La afición se puso de su parte con pancartas y cánticos. En los últimos diez años ha estado vinculado al baloncesto femenino.

2. Ricardo Hevia (1994-95). Con un aspecto casi venerable, cumplió con lo encomendado, bien ayudado por Aller, al que conocía mucho de haber entrenado en Ferrol. Salamanca fue su única experiencia fuera de Asturias (Gijón, Oviedo) y Galicia, donde entrenó a tres de sus “grandes”, Breogán, Ferrol y Ourense.

3. Pedro Martínez (1995-96). Fue un lujo tener en el banquillo al que actualmente es uno de los entrenadores punteros a nivel nacional. Elevó un escalón el nivel del equipo, consiguiendo el mismo número de victorias que de derrotas (19) y quedándose a nada de disputar el “playoff”.

Y ahora…

El CB Tormes se creó en el 2000 en la vecina Santa Marta, aunque en los últimos años ha jugado en Salamanca. Estuvo varias temporadas en Liga EBA y con el nombre de Maderas Peralta llegó a disputar una fase de ascenso a la entonces denominada LEB-2, pero el proyecto no tuvo continuidad y volvió a caer a la Primera Autonómica, en la que ha sido cuarto denominándose Alquimisa.