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Un final para recordar lleva a Olympiacos a la final (80-83)

Partizan pudo ganar, pero fue Olympiacos el que hizo valer en la prórroga la delantera que había tomado con el trío Kleiza-Teodosic-Childress como estrellas. Los serbios aplaudirán a su equipo durante horas, porque lo ha tenido. Bien, bien cerca

Childress fue el héroe de la semifinal con una canasta imposible para forzar la prórroga (Foto Euroleague/Getty)
© Childress fue el héroe de la semifinal con una canasta imposible para forzar la prórroga (Foto Euroleague/Getty)
  

París, 7 May. 2010.- Las alternativas y múltiples combinaciones acabaron decantando su capricho por el Olympiacos. Pero bien podría haber sido por su rival. El partido vivió instantes de vivísimo espectáculo épico en el último cuarto y la prórroga. La tensión del todo o nada elevada al máximo. El partido acaba con las dos plantillas encaradas a su afición aplaudiéndose mutuamente. Como no podía ser de otra manera. No podría haber dos aficiones más orgullosas de lo logrado por su equipo. Rozar el éxito absoluto y clasificarse para la final. Victorias de diferente amargura, pero motivos para increíble orgullo para ambos.

Si los Teodosic, Childress o Kleiza han ganado, también podrían haberlo hecho el magnífico trío McCalebb-Vesely-Maric. El espectáculo y el talento lo pusieron todos ellos.





Inicio en clave Partizan

Como un rayo empezaba el Partizan, de la mano del veloz Bo McCalebb. Como habitual, el Olympiacos se agarraba al factor Schortsanitis, que se topaba en las dos primeras jugadas con el gigante Vranes, al que rápidamente tenía que sustituir Maric por cargarse con 2 faltas. La trama defensiva del Partizan, empezando por cada jugador individualmente, respondía, con lo que los talentos griegos se encontraban con grandes dificultades. Eso facilitaba la salida al contraataque serbia, que no perdonaba y se colocaba ya en 10-2 tras un mate de Maric, obligando a Giannakis al tiempo muerto.

En el ataque estático, los del Pireo buscaban a un Schortsianitis que ante Maric encontraba más facilidades y, tras cuatro puntos suyos, su equipo se ponía 12-8. El Partizan ya no estaba tan fluido en ataque como al principio, pero jugaba una vital baza en el rebote ofensivo. Ahí aparecería Papaloukas, que con dos bellas penetraciones colocaba el 17-10, mientras los belgradenses lo intentaban desde el triple. El marcador tampoco iba mucho más lejano que el de la primera semifinal, pero la brillantez existía por instantes, con un talento más desplegado y no tanto desacierto. Qué mejor que cerrarlo con una de clase y calidad: Milos Teodosic anotaba un triple al final del cuarto que hacía que los griegos sólo cayeran 17-15 al final del periodo.

Cuando mejor parecía el Olympiacos cerrar su aro, surgió McCalebb hasta la cocina para soltar una bandeja. Childress se apuntaba a la fiesta e intentaba un mate por encima de Vranes que acabó en falta del balcánico. El marcador tampoco se movía en esta ocasión, pero el choque adquiría un punto de velocidad y riesgo ofensivo embellecedor. Maric hacía valer su importancia, sumando sin fallo. Giannakis rotaba a fondo y esa suerte de segunda unidad empataba el partido (22-22), con un triple de Bouroussis, tras fintar al salto de Maric. Acción poco habitual en un pívot, pero necesaria para despertar un partido aletargado en el que toda canasta es noticia: triple de Bozic para volver a poner por delante al Partizan.

Bo McCalebb estuvo cerca de dar la victoria a Partizan (Foto Euroleague/Getty)
© Bo McCalebb estuvo cerca de dar la victoria a Partizan (Foto Euroleague/Getty)
Contexto griego

Papaloukas ponía lo que le caracteriza para, con un 2+1, colocar por delante por primera vez a su equipo (25-26), con una dinámica más pausada y conservadora. En esos momentos, el Partizan había perdido su sitio, no conseguía aplicar la fórmula que le había dado resultado al inicio del encuentro. El Olympiacos no podía sino aprovechar la ocasión, primero con la supremacía en la pintura del imparable Sofo y luego con un triple de Teodosic, que apuntaba a inicio de ruptura, de no ser por la rápida reacción de Vesely, que anotó con un gran movimiento bajo el aro (28-31), y una falta en ataque de Teodosic acto seguido. Sólo un tiro de Kleiza permitiría llegar al descanso con 28-33; la afición griega celebrándolo (de hecho, no dejaban de celebrar cada minuto). Marcador igualado, pese a la bipolaridad de la primera mitad: grandes minutos iniciales del Partizan y despliegue griego al final del segundo periodo. La pareja Teodosic-Papaloukas era dañina para los intereses partisanos, especialmente la serenidad y saber hacer del griego.

Dos hombres adquirieron protagonismo justo tras el descanso. Por el Olympiacos, de nuevo Schortsianitis, cuya capitalidad no siempre se ve reflejada en las estadísticas, y, por el Partizan, el multidimensional Vesely, que tan pronto acababa una acción él mismo como se la creaba a Maric (32-25), como respondía a la canasta de un Kleiza que adquiría protagonismo.

La igualdad se mantenía, sin alardes por parte de ninguno de los dos equipos, con las escasas ventajas rojiblancas, pero sin que su rival perdiera el norte (37-39 tras triple de Kecman). Sólo hay pequeños oasis de distensión, como el tapón de Bouroussis a la penetración con todo de McCalebb, que los árbitros consideraron falta y levantaron las críticas griegas. El efecto: acto seguido, Bouroussis recibió dos faltas seguidas que se convirtieron en 4 tiros libres, de los que anotó 2 para el 39-44. Y llegó, por fin, la magia, con Teodosic alzándose a la media vuelta para el triple, automáticamente contestado por Bozic. Los estallidos de anotación, de tan difíciles, apenas existían, con lo que cada racha de dos canastas era belleza digna de contemplación.

Parecían los serbios tocados, con seis puntos abajo (45-51), pero esas diferencias tan exiguas que parecen mundos en marcadores cerrados, se esfuman a la de un pequeño acierto. Tan pequeño como un mate al contraataque de McCalebb y un triple de Kecman (50-51), con el base estadounidense del Partizan en el banquillo después de lastimarse en el mate. De un polo al otro: el mate de Maric (que prácticamente sólo anota colgándose del aro) deja el partido empate al final del cuarto. Todo tan abierto como busca el espectáculo. Ningún equipo se había ido todavía del partido, en un llenísimo Omnisports Bercy. El último cuarto se preparaba con masajes a McCalebb para que pudiera volver, vital para las aspiraciones balcánicas. Y lo hacia justo después de un estrambótico 2+1 de Maric, que ya se iba hasta los 16 tantos.

Y si lo vuelven a hacer...

Después de todo el partido en el banquillo, Vujcic aparece en el último periodo, defendiendo a Maric, que le saca fácilmente dos personales y genera problemas en la defensa griega, que permiten al recuperado McCalebb volver a entrar hasta dentro. El base, con el modo alma del equipo encendido, encabezaba el espíritu del Partizan, que les estaba llevando más lejos que nunca. En la Final Four y venciendo en el último cuarto (58-54), con posibilidades de llegar a la final y con el pabellón hermanándose a esa cenicienta de fácil empatía. McCalebb lo hacía todo, aumentando la ventaja de su equipo, haciendo el sueño posible y animando más que nunca una jornada de semifinales.

Faltaban seis minutos y el partido había entrado ya en el terreno de la épica, lo que movía al equipo de Vujosevic. La realidad de una locura que el Olympiacos podía solventar a base de talento más numeroso. Así, en un visto y no visto, recortaba cinco puntos de diferencia, con canastas de Papaloukas y doble de Childress (60-59). La presión del público griego a cada ataque serbio aumentaba, con la igualdad en el marcador (62-61) y reduciéndose el tiempo. Una brillante triangulación para mate de Childress volvía a adelantar al conjunto griego, con tensión creciente, llegando al último minuto con 62-63 para Olympiacos, con varios ataques fallados seguidos por parte de ambos equipos. La falta forzada por el vital Teodosic dejaba a los griegos tres arriba, tras lo cual el triple de Kecman (especializado en triples finales...) lo volvía a dejar todo en tablas. El corazón se acelera, error griego, contraataque ultrasónico de McCalebb y el Partizan 67-65. Otra vez arriba, con seis segundos en el marcador y tiempo muerto mediante. Y si lo hacen... Saca Papaloukas, para Childress. La devuelve, y el griego se la da a Teodosic, que erra lo que parece un triple... pero aparece Josh y la mata sin contemplaciones. 2,6 segundos para un tiro o prórroga. Cinco minutos más de esplendorosa tensión.

Al final, el drama griego se transformó en felicidad (Foto Euroleague/Getty)
© Al final, el drama griego se transformó en felicidad (Foto Euroleague/Getty)
Para una victoria griega

La prórroga trae una rebaja del nivel de pulsaciones. Los tiros libres empiezan a ser clave. Los seis sin fallo de Olympiacos les dan la ventaja de 70-75, ante un Partizan al que no le queda otra más que repetir épica. Kleiza corta un acercamiento, colocándose como máximo anotador de su equipo con 19 puntos. A partir de aquí, una incomprensible pérdida de Papaloukas da vida a los serbios, que logran un 2+1 de Vesely. Con dos abajo (75-77), la pérdida del control en el rebote ofensivo mata a los de Vujosevic: hasta tres rebotes ofensivos seguidos. Demasiada ventaja para Bouroussis, que dedica un tiro libre a la afición como si ya aquello fuese rúbrica. 75-79 y medio minuto en juego. Triple de Rasic. La locura. Siempre tienen respuesta. Los nervios aforan, el Partizan tarda mucho en hacer la falta para llevar a Teodosic a la línea. No falla: 78-81. Nueve segundos y medio en el luminoso. Tiempo muerto para forzar otra prórroga. Los del Pireo no se lo piensan: falta; Rasic anota los dos. Más tiempo muerto. Teodosic no falla. El que sí lo hace es Rasic con su triple para una nueva prórroga. Estuvo cerca. Tan, tan cerca, pero Partizan no lo logró. Su afición lo aplaude, como no podía ser de otra manera. La final de la Euroliga enfrentará a los favoritos, a las dos mejores plantillas de la Final Four. Olympiacos, rival del Regal Barça en la final del domingo.


PARTIZAN 80
N Nombre Min P T2 T3 TL R.T. RD RO AS BR BP TF TC FP FR VAL
4 ROBERTS, LAWRENCE 41:18 5 2/4 0/2 1/4 7 4 3 5 1 5 3 3 6
5 SINOVEC, STEFAN DNP - - - - - - - - - - - - - - -
6 McCALEBB, BO 40:08 21 6/11 1/4 6/8 4 4 2 3 6 20
7 KECMAN, DUSAN 28:45 11 - 3/5 2/3 1 1 1 5 2 5
8 MILOSEVIC, STRAHINJA 02:03 0/1 - - -1
10 RASIC, ALEKSANDAR 12:00 5 0/1 1/7 2/2 1 1 2 3 2
19 MITROVIC, ALEKSANDAR 00:01 - - -
20 BOZIC, PETAR 11:59 8 0/1 2/3 2/2 1 1 1 5 1 3
21 MARIC, ALEKS 35:49 17 5/8 - 7/9 8 5 3 3 3 1 2 3 6 30
24 VESELY, JAN 40:04 13 6/8 0/2 1/2 10 7 3 4 2 2 4 4 22
31 DJEKIC, BRANISLAV 03:42 - - - 1 3 -4
33 VRANES, SLAVKO 09:11 0/1 - - 4 4 1 2 1 4 -1
Total 80 19-35 7-23 21-30 35 24 11 19 9 17 6 1 30 24 84

OLYMPIACOS 83
N Nombre Min P T2 T3 TL R.T. RD RO AS BR BP TF TC FP FR VAL
4 PAPALOUKAS, THEODOROS 32:56 10 4/5 0/2 2/3 2 1 1 5 3 3 1 2 3 13
5 PENN, SCOONIE 11:30 - 0/1 - 1 1 4 1 -2
6 CHILDRESS, JOSH 37:59 17 5/9 0/5 7/8 5 3 2 1 1 2 1 2 5 14
7 VUJCIC, NIKOLA 02:03 - - - 2 -2
8 VASILOPOULOS, PANAGIOTIS 47:22 - - - 2 -2
9 BOUROUSIS, IOANNIS 18:09 9 1/2 1/2 4/6 6 4 2 1 1 4 3 10
10 HALPERIN, YOTAM DNP - - - - - - - - - - - - - - -
11 KLEIZA, LINAS 40:24 19 6/10 0/3 7/8 11 7 4 1 1 1 5 26
12 MAVROKEFALIDES, LOUKAS 04:47 0/1 - - 1 1 1 1 1 -2
17 BEVERLEY, PATRICK 04:47 - - - 3 2 1 1 2
18 TEODOSIC, MILOS 00:26 17 0/3 3/10 8/8 2 2 4 3 1 3 6 12
21 SCHORTSANITIS, SOFOKLIS 24:37 11 5/9 - 1/5 5 4 1 1 1 3 1 2 6 10
Total 83 21-39 4-23 29-38 39 23 16 8 12 13 1 6 24 30 84