Redacción, 16 jun. 2010.- Después de la locura acontecida en la final de la liga griega, un nuevo escándalo salpica el baloncesto europeo. Esta vez ha ocurrido en el segundo partido de la final de la liga serbia que disputan el Partizan de Belgrado y el Hemofarm.
Cuando apenas faltaba un minuto y 14 segundos y el marcador reflejaba una ventaja mínima para los de Belgrado (78-80), una acción por cerrar el rebote entre Aleks Maric y Rasko Katic acabó a golpes entre los dos. Lejos de quedarse ahí el problema, la pelea se extendió a varios jugadores tanto dentro como fuera de la pista. Una batalla campal que, por las proximidades con la grada, acabó por llevarla allí con la lógica y necesaria intervención de la policía.
Evidentemente el partido fue suspendido durante 15 minutos y tras el parón, la sorpresa llegó al ver como sólo salían a jugar tres jugadores en cada equipo. Los árbitros habían decidido expulsar a todos los jugadores salvo a Lawrence Roberts, Bo McCalebb y Jan Vesely por parte de Partizan y Stefan Markovic, Kyle Hill y Bojan Krstovic en Hemofarm. Al final, el partido acabó siendo un partido de 3x3 más propio de las calles de cualquier ciudad que de toda una final europea.
Del caos salió vencedor Partizan (lógico teniendo entre sus filas a un autentico streetballer como McCalebb) por 86 a 81 y este viernes podría certificar un nuevo título esta vez en su pista. En los de la capital de Serbia acabaron todos contentos menos Vesely que cumplió con la máxima que dice que en una pelea acaba recibiendo el del medio y de resultas de un golpe el alero perdió un diente.