Finales NBA: Lakers recupera en el último cuarto y se lleva el anillo

¡El anillo es de los Lakers! Con los nervios y los errores marcando su actuación inicial, el papel de Artest y los tiros libres en el último cuarto dieron paso a la remontada amarilla gracias a Pau y Kobe. 1312 partidos después del inicio de la temporada regular, los Lakers son los campeones en la NBA

Kobe es elegido MVP. Lastrado por la excelente defensa de Boston en el primer tiempo, anotó únicamente 3 de sus primeros 17 tiros, pero volvió a aparecer en el último cuarto y se consagró como el mejor anotador de la eliminatoria

Pau Gasol, decisivo. Al igual que Bryant, tuvo numerosos errores en el tiro, pero su aportación en el rebote y sus últimos minutos fueron claves para el triunfo de los Lakers

Ron Artest, el invitado inesperado. Al igual que sucediese ante los Suns, volvió a ser decisivo, sacando partido de los lanzamientos liberados que le concedió la defensa de Boston

¡Qué defensas!. De nuevo los Celtics sacaron partido de su nivel defensivo para lograr hasta 13 puntos de ventaja, anulando a las principales armas de los Lakers durante los primeros 3 cuartos. Las tempranas faltas en el periodo final dieron ventaja a los Lakers en el bonus y la aprovecharon. Muy destacable también el nivel defensivo mostrado por los Lakers en el segundo tiempo, capaces de dar un salto adelante cuando peor estaba el partido

Extrañísimo partido el jugado en el Staples y que ha dado su segundo anillo consecutivo a los Lakers de Pau y Kobe. A ver si conseguimos entender todo lo sucedido, porque no es fácil.

En el inicio, los Lakers cargaron el juego sobre la pintura. El dominio absoluto en el rebote permitía también segundas opciones para Bynum y Gasol, compensando los numerosos errores ante la intensa defensa de Boston. Por su lado, los Celtics encontraban múltiples opciones ofensivas e iban tomando poco a poco el mando, mientras Kobe y Pierce tardaban más de 7 minutos en anotar sus primeras canastas. 6 puntos consecutivos de los Celtics les daban 9 de ventaja en el cierre del periodo inicial (14-23), con los Lakers mostrando horrendos porcentajes: 22% en tiros de campo, 25% en libres. Ni siquiera el total dominio del rebote les había permitido evitar la escapada visitante.

El arranque del segundo cuarto se invirtieron las tendencias, puesto que Boston se quedó sin anotar en las primeras 7 posesiones y daba paso a un parcial de 11-0 que les colocaba por delante tras dos canastas de Artest, el mejor del choque en ese momento. Poco duró la alegría, puesto que Paul Pierce se erigía en el amo del choque y volvía a poner a los Celtics con ventaja mientras Kobe y Pau se combinaban para solo 6 aciertos en 26 lanzamientos, y también tenían problemas los Lakers desde el tiro libre, con 6/12. Así las cosas, podía parecer en cierto modo corta la diferencia con la que se llegó al descanso (34-40). La emoción y la intensidad marcaban el partido, al igual que los nervios.

Con Garnett muy acertado, los Celtics colocaban un parcial de 0-7 y alcanzaban una máxima diferencia de 13 puntos (46-59), dejando a los Lakers contra las cuerdas. Las malas decisiones en ataque se combinaban con otros tiros forzados por la gran defensa verde, y en Bryant se centraban las miradas, con 3/17 en sus lanzamientos. Sin embargo, ahí llegaron los mejores momentos angelinos. Subiendo un punto la intensidad defensiva y -al fin- encontrando huecos para la anotación, lograron reducir la distancia a 4 puntos (53-57) antes del periodo final. Detalles como el quinto robo de Artest -también máximo anotador en ese momento- volvían a meter a los locales en el choque, y todo mejoraría en el último cuarto.

Logrando provocar faltas de su rival -ya en bonus en los primeros minutos-, conseguían los Lakers sacar frutos casi en cada ataque, absoluto contraste con el desacierto que pasaba a ser el punto principal del ataque en Boston. Dos tiros libres de Bryant colocaban a los Lakers por delante (66-64), y la ventaja aumentaba al lograr un parcial de 9-0. Ya con Bryant y Gasol brillando como ha sido la tónica habitual de la temporada, los de Jackson no iban a dejar escapar el triunfo. Ni siquiera un par de triples de Allen y Wallace, intercalados por otro de Artest, permitían a los de Boston volver a tomar la delantera, y dos tiros libres de Vujacic cerraban definitivamente el marcador.

De nuevo, el anillo es amarillo, en una de las series más extrañas que se han podido ver en mucho tiempo, con claves que cambiaban choque a choque y un último partido “de locos”, donde la emoción e intensidad lograban compensar las rachas de desacierto.






Del todo a la nada, de la nada al todo. Más o menos, así podría resumirse lo realizado por Pau en el séptimo.

Su agresividad en el rebote marcaba el desarrollo del partido en los primeros minutos, con hasta ¡5 rechaces en menos de 3 minutos! Sin embargo, en la efectividad de cara al aro llegaba su peor parte, errando tiros incluso desde la línea de personal. El desacierto que marcó su actuación y la de Kobe Bryant en el primer tiempo hacía pensar en que se necesitaba un gran cambio en la segunda parte, y éste llegó desde la parte final del tercer periodo.

De nuevo agresivo en el poste, sabiendo doblar cuando era necesario pero sin abusar de esta característica, entre él y Bryant fueron los puntales de la remontada tras el gran partido de Artest. Siu las dos estrellas angelinas llegaban al periodo final con un pobre 9/33, ambos finalizaron -una vez más- como las claves del triunfo en los Lakers.

Tres años en los Lakers, 3 finales y 2 anillos. La leyenda de Pau Gasol sigue creciendo