Turquía da el nivel y presenta credenciales (65-76)

Redacción, 31 Ago. 2010.- Era el partido decisivo, el esperado por toda la parroquia del Grupo C. Y no decepcionó, estuvo al nivel. Especialmente Turquía, que mostró a su estrella Ilyasova (26 puntos, 6/6 en triples), la consistencia que le había faltado en otras ocasiones y una afición que empieza a calentar para los días grandes.

El encuentro se estrenaba a lo grande, con ambos equipos desplegando todo su arsenal, mientras el público dejaba claro desde el primer momento que si Grecia quería ganar lo haría por encima de su apoyo incondicional. Triples en ambos bandos, los interiores (Asik, Ilyasova, Bourousis) mostrando lo que saben... Con mención especial para Ersan Ilyasova, un auténtico quebradero de cabeza para los griegos con la dimensión exterior de su juego. Sin hacer llegar balones dentro, los exteriores griegos solapan sus virtudes y defectos sin acabar de generar el peligro que implican uno a uno. No así Bourousis y Schortsianitis (de vuelta tras la sanción, gran noticia para los griegos), resolutivos cerca del aro, y que acabaron siendo los máximos anotadores del equipo (15 y 9, respectivamente).

Con el aliento griego de nuevo en las nucas turcas (25-27), Ilyasova acudió al rescate, como estrella FIBA que es y mejor anotador del conjunto de Tanjevic. Turquía se habría vuelto a ir arriba, de no ser por los dos triples consecutivos de Bourousis. Ambos equipos empezaban a mostrar sus variantes, jugando los dos con tres hombres altos (cuatro en Turquía, si contamos a Turkoglu). Sólo los 7 triples griegos les colocaban 39-41 al descanso, pues ni Spanoulis ni Diamantidis habían acabado de entrar en juego. Tampoco lo había hecho Turkoglu con los locales, pero Ilyasova (17 puntos al descanso, 26 al final) lo compensaba todo.

En la reanudación, la línea exterior griega seguía ofreciendo escasas alternativas, con lo que debían ser los bien combinados Sofo-Bourousis los que, una vez más, mantuvieran al equipo. Se perdían en la circulación de balón exterior, con Turquía precisa en las ayudas. Con el triple de Turkoglu, que parecía haber perdido su relación con el aro, el conjunto local se disparaba 10 arriba (43-53). Pese a que empezaba a tener problemas serios en el lanzamiento exterior (de abuso como recurso ofensivo y de porcentajes en descenso), Grecia se recuperó, pero Turquía parecía contar con mayores recursos y una respuesta en momentos clave, así que se iba de nuevo arriba (50-62). Y, ante todo, Ilyasova se instauraba como verdadero factor diferencial del equipo. El que ofrece el verdadero salto de calidad, en todos los momentos: cuando el marcador se aprieta, cuando hay que romper...

Viendo a Asik (12 puntos y 6 rebotes) machacar sin piedad, el juego interior taponando a los pívots helenos, el rendimiento de Tunceri o el 6/6 en triples de Ilyasova era difícil pensar que a Turquía se le pudiera escapar la victoria. Cuando se acercaban a los 20 de diferencia, Nick Calathes insufló aire a Grecia, para llevarla hasta el 65-73. A pesar de que había hecho mutar el juego de su equipo, Turquía mostró la consistencia necesaria. La misma que le parecía faltar en otros campeonatos. Ganó 65-76, aprobó con nota, presentó credenciales y lo celebró con todo el pabellón.