Artículo

Serbia contra la república de la ilusión

Turquía vive un momento histórico, el domingo celebra un referéndum que puede cambiar su constitución, pero antes, el sábado, un partido de baloncesto puede cambiar la historia de su deporte. Para evitar hacer realidad el sueño de todo un país estará la Serbia de Kosta Perovic y Novica Velickovic, dos ACB que no temen ni al rival ni a la adversa atmosfera que les espera en el Sinan Erden Dome

Kosta Perovic no teme la presión de la afición turca (Foto EFE)
© Kosta Perovic no teme la presión de la afición turca (Foto EFE)
  

Estambul, 10 Sep. 2010.- Dice la historia que la Turquía moderna nace a partir de la figura de Ataturk. Él fundó la república y el estado otomano tal y como lo conocemos hoy. Un país que camina a pasos agigantados hacia la modernidad de Europa pero que debe superar lastres del ayer.

En este camino hacia la construcción de la nueva Turquía quiere ayudar el deporte siendo referente internacional y, quizá, la organización del Mundial sea la mejor puerta al mundo… y si ya se gana sería magnífico. Todo es perfecto hasta ahora en el caminar de la selección turca: arrolla a sus rivales y hace disfrutar a una masa enfervorecida que llena los estadios. Nunca antes habían logrado estar en semifinales de un mundial y es por ello que el del sábado será el encuentro de sus vidas. La ilusión reina por las calles de Estambul y sólo un equipo les puede privar del sueño de jugar “su” final.

Esa selección es la temible Serbia, un rival que ya ha noqueado a la actual campeona, España, y que se abre paso en el baloncesto con una nueva hornada de jóvenes talentos. Es por lo tanto un rival temible al que no asusta el ambiente y la presión de un pabellón que volverá a llevar a sus jugadores en volandas hacia la victoria.

Para Kosta Perovic, pívot de la selección serbia, la semifinal del sábado “va a ser un partido muy difícil” y avisa que ya se han acabado las grandes diferencias entre los equipos que sobreviven en el torneo. “Ahora nadie puede ganar por muchos puntos. Bueno, Turquía lo hizo el otro día, pero en semifinales no va a pasar”, señala. El nuevo jugador del Regal F.C. Barcelona recuerda que antes de este duelo, la historia reciente les favorece porque “les hemos ganado dos partidos en la preparación” aunque advierte que “ahora es diferente porque es una semifinal y porque juegan en casa, con el apoyo de 15.000 personas. Estamos en un buen momento y debemos entrar en el partido fuertes y siendo inteligentes”.

Sin duda que el factor pista tiene una importancia vital en el encuentro. El hecho de jugar con el público a su favor, seguro que animará al equipo turco, pero Kosta Perovic saca a relucir el carácter serbio y recuerda que lo que les espera en semifinales: “Es, más o menos, lo que tienes en Belgrado. Para nosotros, Serbia, no es nada nuevo jugar delante de espectadores ruidosos”. Novica Velickovic está igualmente convencido que el ambiente jugará un papel menos importante de lo que la gente piensa. El ala pívot del Real Madrid asegura que “no estamos preocupados. Debemos jugar y llevar el control del encuentro. Contra España llevamos casi todo el tiempo el control del partido y eso es importante para nosotros. No tememos al rival, aunque sí que espero un partido muy duro”.

Velickovic lanza una de las claves del triunfo: el control del partido. En las rondas previas Turquía ha basado sus victorias en grandes inicios donde consiguieron amplias rentas en el marcador que hundieron anímicamente a sus oponentes y convirtieron el pabellón en una fiesta. Para Perovic es muy importante que su selección “empiece muy dura para tener un buen resultado en el inicio de partido, que no deje que el público se crezca y anime a sus jugadores. Será muy importante que al comienzo del partido consigamos diferencias favorables en el marcador”, reconoce. Quizá si lo consiguen, podrán hacer que toda la presión pase a su rival y Turquía, delante de tanta afición ilusionada, se precipite y le entren los nervios por ganar. “A veces la presión es mala. Si ellos juegan bien ayuda, pero en otras ocasiones puede ser perjudicial”, avisa Velickovic.

Desde la precaución que supone medirse a una gran selección, Serbia se muestra optimista de cara al partido y Perovic recuerda que “llevamos dos meses entrenando para este momento. Es el partido que da derecho a alcanzar la final y te da una medalla”. Posibilidad ésta que pasa por ser más efectivos en defensa que el día contra España. “Creo que podemos ganar pero dependerá de nuestra defensa”, dice Perovic. Una defensa que deberá estar muy atenta a lo que sean capaces de hacer los hombres altos de Turquía. Un abanico de interiores (Asik, Erden, Gonlum y Savas) que, no obstante no intimida a Perovic. “Antes no hemos tenido problemas contra ellos. Tienen potencial, buenos jugadores dentro, pero nosotros tenemos gente muy importante en la zona. Si estamos fuertes y jugamos como en los amistosos les podremos ganar”, afirma.

El interior serbio cree que, además, el factor anímico de ganar a España refuerza las posibilidades de victoria del equipo porque ahora está viviendo “un momento muy importante. Somos el equipo más joven del campeonato y tenemos una buena oportunidad para ganar medalla. Cada partido nos motiva más. No sólo es jugar contra España, ahora será Turquía y el domingo queremos estar en la final”, declara.

Por su parte, Velickovic cree que la clave del éxito serbio estará en “jugar duro, no hay nada más. Tenemos que jugar igual que contra España”… y esperar el mismo resultado. De hacerlo Serbia habría dado un golpe de Estado a la república de la ilusión horas antes que un referéndum decida si en Turquía se reforma la constitución.