Los extremos
El único ACB caído en primera ronda, Mohamed Koné ha sido uno de los más destacados de una Costa de Marfil insuficiente para pasar a octavos de final, pese a la victoria ante Puerto Rico. Terminó como máximo anotador de su equipo (junto con Guy Edi) y máximo reboteador, mostrando hechuras de buen jugador.
En el otro extremo se sitúan los dos medallistas ACB del campeonato. Bronce con Lituania, Martynas Andriuskevicius y Robertas Javtokas han vivido el Mundial de ensueño del país báltico, ese que será recordado por siempre jamás entre las sorpresas de los torneos baloncestísticos. El pívot del Meridiano Alicante apenas ha tenido participación, tras pisar el parqué en dos partidos, insuficientes para juzgar su actuación. Tampoco se llenó de fortuna el fichaje del Power Electronics, que se lesionó en el primer partido, lo que mermó los minutos de juego en el resto del torneo al teórico pívot titular de Kemzura. En las semifinales, cuadró su mejor partido, creando problemas a los interiores estadounidenses, mientras que en el duelo por el bronce sacó a relucir sus habilidades como defensor de pintura.
A un paso se quedó la nutrida representación serbia, a la que primero la suerte le previó de las medallas y después se privó ella misma. En su seno, el nuevo baskonista Nemanja Bjelica decreció en rol con respecto a 2009, superado por la explosión de un Marko Keselj que rayó a gran nivel. Vital con sus triples ante España, Bjelica castigó a los aleros que no daban el perfil físico que él representa, aunque el juego colectivo ha vivido más a expensas de sus habilidades y él ha estado lejos del esplendor reboteador que mostró en el Europeo de Polonia.
El máximo anotador absoluto del equipo fue un Dusko Savanovic que consagra a nivel intercontinental la fama que había adquirido en España. Como ala-pívot suplente, el jugador del Power Electronics dio algunas lecciones de lanzamiento, de habilidad para jugar de cara el uno contra uno y de que se ha hecho algo más que un hueco en una Serbia que ha puesto carísima la posición de 4. Y es que el ala-pívot titular no es otro que Novica Velickovic (segundo anotador absoluto del equipo), lugar que ocupa en la selección, a diferencia del Real Madrid, donde Messina le usó como alero desde mitad de temporada en adelante. Entre ambos, volvieron loco al ala-pívot defensor español, decantando un partido en el que mostraron su inteligencia para sacar provecho de los defectos del rival. Aunque el campeonato global del madridista ha sido bueno, su alternancia de partidos notables y discretos hace peligrar su hegemonía en el puesto de 4.
El último serbio, Kosta Perovic, ha seguido una trayectoria claramente descendente en el campeonato. Primero, marcada por la ausencia inicial por sanción de Krstic, lo que permitió que el fichaje del Regal FC Barcelona disputase ingentes cantidades de minutos y fuese más centro del ataque del equipo que tras la vuelta del NBA. Pero, más allá de ese factor, Perovic se desinfló un poco, no fue capaz de mantener esa aportación anotadora que Serbia siempre buscaba al poste en momentos puntuales y sus minutos cayeron. Tanto que en el partido por el bronce sólo jugó cuatro, con Ivkovic combinando a todos los ala-pívots en pista, antes que sacarle a él o a Krstic, que se despidieron del torneo con mal sabor de boca.
Octavos y no más
Los octavos de final fueron el máximo objetivo alcanzado por las selecciones de Croacia, Australia, Brasil, Francia y Grecia, que tenían en sus filas jugadores ACB. Entre los croatas, Ante Tomic no acabó de culminar las expectativas que creó durante su final de temporada en el Real Madrid. En un combinado croata por momentos desastroso, Tomic se cargó de faltas con facilidad, tuvo partidos realmente malos en la carta de tiro y no lideró al equipo de Vrankovic como se esperaba. Con algunos movimientos, como siempre, brillantes, y los números que pese a todo ha alcanzado, la recomposición de Croacia pasa en buena parte por sus manos. Su compañero de pintura Marko Banic, sin un rol tan protagonista como en su equipo, se peleó con los rivales para sacar provecho de su cuerpo bajo los aros, acabando como segundo mejor interior de la batería croata.
La participación australiana también pasó a mejor vida en octavos, y con estrépito tras caer indignamente frente Eslovenia. El granadino Joe Ingles puso el arrojo del que en muchas ocasiones carece el conjunto aussie, mostrando su determinación y polivalente capacidad anotadora en momentos en que el liderazgo australiano parecía diluido entre tanto buen jugador sin impacto real. Su compañero David Barlow, ascendido a ACB esta temporada con el CAI Zaragoza, tuvo poco peso en el equipo, aprovechando los minutos en pista para lanzar con buenos porcentajes.
Brasil ya es más un dolor. Llamada a hacer algo grande, cuajando un buen campeonato, regalando un partido maravilloso para los sentidos en octavos de final ante Argentina... La derrota fue un injusto premio para un equipo que estaba aportando lo que tenía y lo estaba haciendo a gran nivel (Estados Unidos así lo atestigua). Y gran culpa de ello recaía en la figura de Marcelinho Huertas, el único base competitivo del equipo, que debía llevar las manijas prácticamente a tiempo completo y que consiguió en la cita mundialista eso tan difícil de lograr: la consagración definitiva como uno de los mejores bases que habrá en Europa la próxima temporada. Genial, director, genio, creador, Marcelinho fue alma para un Brasil que sin él no era nadie. Y acabó de coronarse en una maravillosa actuación frente a Argentina en octavos, con 32 puntos, un espléndido duelo anotador con Scola y, lo mejor, la sensación de que, con el balón en manos de Huertas, algo iba a pasar.
Sin Tony Parker, las expectativas francesas caían, pero aumentaba la expectación por ver a Nando de Colo al timón. Sus buenos números en anotación no hacen sino esconder las dificultades que tuvo Francia en la generación de juego y lo caótico que pudo llegar a ser su ataque, sin la mano organizadora que De Colo debía haber hecho valer. De todos modos, su papel era de peso en el combinado de Collet, a diferencia de lo que vivía Georgios Printezis en Grecia, que pese a alternar las posiciones de alero y ala-pívot, tuvo un papel testimonial en este equipo heleno que se acabó complicando el campeonato. Hasta tal punto que cayó en octavos, muy por debajo de su nivel.
Cuartos de final: y si...
Tanto Eslovenia como Argentina sufrieron derrotas sin paliativos en cuartos de final. Los primeros ante la anfitriona Turquía y los segundos frente a la sorpresa lituana, así que no hubo lugar a demasiado lamento por no ser medallista. Por Eslovenia, un único representante ACB, Jaka Lakovic, que empezó el campeonato pareciendo haber entregado ya el cetro de líder a Goran Dragic, pero mostró en los momentos calientes que si hay un hombre en el que el equipo puede confiar, ese sigue siendo él. Triplista consumado, apareció en partidos clave para el equipo: 15 puntos ante Croacia, 20 frente a Brasil o 19 contra Australia. En los momentos calientes, Jaka sigue demostrando que es una muñeca en la que confiar.
A la interminable sombra de Delfino y Scola, Pablo Prigioni ha sido el tercer máximo anotador argentino. Poco centrado en la anotación, reconociendo que su trayectoria debe ser de menos a más (como así fue), repartiendo asistencias por doquier... Prigioni necesitaba dosificar sus minutos de juego, algo que se hacía difícil ante la ausencia de un relevo de garantías, por lo que se pudo ver al base cansado en algunos instantes, con problemas defensivos con algunos rivales, pero dejando como siempre pases maravillosos y arranques de furia consentida.
El estudiantil Hernán Jasen tomó el papel de fiel escudero que le reservó la ausencia de Nocioni. Jugó muchos minutos, como alero titular y sobresalió con un buen partido en octavos de final ante Brasil. De todos modos, no tuvo un gran peso ofensivo, en una Argentina que existía sólo con dos nombres. Tampoco tuvo especial relevancia Paolo Quinteros, pese a participar de la rotación con asiduidad. Tuvo un par de partidos por encima de los diez puntos, pero no fue una amenaza anotadora constante, algo que bien le hubiera venido a su equipo, para ofrecer alternativas y descargar responsabilidades.
Cuartos de final: España
Bien merece un aparte, la selección española. Juan Carlos Navarro ha sido uno de los mejores embajadores de la ACB en el campeonato. El papel principal en ataque recayó en él, ante la ausencia de Pau Gasol. Navarro ha sido el máximo anotador del equipo, respondiendo con sus puntos (en algunos casos la única respuesta española) cuando la selección requería de sus servicios. Echándose el equipo a la espalda, salvó al equipo en octavos ante Grecia y a punto estuvo de hacerlo en cuartos contra Serbia.
Entre sus compañeros del Regal Barça Fran Vázquez y Ricky Rubio, las sensaciones son dispares. Para Fran, pese a que ser excluyente con Marc Gasol le ha restado minutos y relevancia, ha cumplido con creces, taponando, reboteando y anotando a pesar de que los sistemas de la selección no le buscaban con tanta asiduidad como lo hacen los de su club. Rubio, en cambio, ha rendido por debajo de lo esperado. La lesión de Calderón justo antes del Mundial hizo que todo el peso del equipo cayera sobre los hombros de Ricky, que no ha parecido cómodo en ningún momento. Careció de momentos de chispa y genialidad como los que acostumbra a ofrecer; no ha sido él, sin desequilibrar con asiduidad, sin crear constantemente. Sin la omnisciencia que le caracteriza y, algo ya más común, sin ser una amenaza de cara al aro, al que en ocasiones ha rehuido.
El rol del valencianista Víctor Claver ha sido puramente testimonial, parecido al de Fernando San Emeterio, aunque el baskonista dispuso de algunos minutos y partidos más. Y, especialmente, pudo desquitarse en el duelo por el quinto puesto, donde fue uno de los artífices de la (casi) remontada frente a Argentina. Por último, la buena preparación de Álex Mumbrú, que siempre había aportado con más virtudes que defectos a la selección, no hacía presagiar el escaso protagonismo que ha tenido en Turquía.
Jugador | Equipo | Selección | Puntos | Rebotes | Asistencias |
Hernán Jasen | Asefa Estudiantes | Argentina | 5,3 | 3,8 | 1,1 |
Marko Banic | Bizkaia Bilbao | Croacia | 6,7 | 4,3 | 0,3 |
Álex Mumbrú | Bizkaia Bilbao | España | 4,1 | 2 | 0,9 |
Paolo Quinteros | CAI Zaragoza | Argentina | 4,3 | 1 | 0,6 |
David Barlow | CAI Zaragoza | Australia | 4,4 | 1,4 | 0,6 |
Marcelinho Huertas | Caja Laboral | Brasil | 11,2 | 1,7 | 5,8 |
Fernando San Emeterio | Caja Laboral | España | 3,6 | 1,9 | 1,3 |
Nemanja Bjelica | Caja Laboral | Serbia | 5,7 | 2,8 | 0,7 |
Joe Ingles | CB Granada | Australia | 10,3 | 3 | 2,2 |
Mohamed Koné | Lagun Aro GBC | Costa de Marfil | 10,2 | 5,8 | 0,8 |
Martynas Andriuskevicius | Meridiano Alicante | Lituania | 3,5 | 4,5 | 0,5 |
Víctor Claver | Power Electronics | España | 2,4 | 0,4 | 0,2 |
Nando de Colo | Power Electronics | Francia | 8,8 | 1,8 | 2,2 |
Robertas Javtokas | Power Electronics | Lituania | 3,6 | 4 | 0,4 |
Dusko Savanovic | Power Electronics | Serbia | 11,4 | 3,9 | 1,2 |
Pablo Prigioni | Real Madrid | Argentina | 7,4 | 2,7 | 6,4 |
Ante Tomic | Real Madrid | Croacia | 8,5 | 6 | 0,7 |
Felipe Reyes | Real Madrid | España | 6,5 | 6,1 | 0,8 |
Sergio Llull | Real Madrid | España | 4,6 | 1,2 | 1,8 |
Jorge Garbajosa | Real Madrid | España | 9 | 2,2 | 1 |
Novica Velickovic | Real Madrid | Serbia | 11,3 | 4,7 | 2,1 |
Jaka Lakovic | Regal Barça | Eslovenia | 11,9 | 1,4 | 2,2 |
Ricky Rubio | Regal Barça | España | 4,4 | 3,1 | 5,1 |
Juan Carlos Navarro | Regal Barça | España | 16,9 | 1,2 | 3 |
Fran Vázquez | Regal Barça | España | 7,9 | 4,8 | 0,6 |
Kosta Perovic | Regal Barça | Serbia | 7,4 | 3,3 | 0,2 |
Georgios Printezis | Unicaja | Grecia | 3,8 | 1,6 | 0,4 |