Crónica

Power Electronics Valencia silencia la épica del Caja Laboral (66-67)

Una bandeja in extremis de De Colo acabó con el sueño del Caja Laboral y metió al Power Electronics Valencia en la Final de la Supercopa (66-67) en su primera participación. Sundov y Lishuchk, factores decisivos. San Emeterio anotó el primer triple desde 6,75

  

Redacción, 24 sep. 2010.- Power Electronics Valencia alcanzó la final de la Supercopa en su primera participación derrotando en Vitoria al Caja Laboral con un final de auténtico infarto. Los de Manuel Hussein demostraron una gran concentración durante todo el partido y supieron sacar mejor partido de sus virtudes para derrotar a un Caja Laboral muy luchador, entregado, voluntarioso y valiente, que sin embargo, no supo convertir ese empuje en puntos.

Una canasta final de Nando De Colo decidió un partido igualadísimo, de bajo acierto anotador, pero de máxima intensidad y emoción. Con Lishuchk y Sundov como máximos anotadores (ejemplo de la sobriedad y el juego en equipo de los valencianos), los taronja acabaron con el sueño local y ejercieron de verdugo de la maldición del campeón en la Supercopa.

El Caja Laboral tiró de épica, pero hechó de menos la participación de Logan, Haislip y Bjelica, aún adaptándose al equipo y cogiendo forma, así como un mayor acierto en el lanzamiento (25/73 en tiros de campo) que le condenó a la primera derrota de la temporada.


Jugar en casa

Ni dos minutos necesitó el Caja Laboral para anotar el primer triple desde 6,75 (bueno, un poco más cerca, porque fue desde el lateral), a cargo de Fernando San Emeterio (el ovacionado héroe de la última canasta en este pabellón que dio un triunfo a los vitorianos en la pasada Final ACB) y encarrilar el 7-0 inicial.

Los de Dusko Ivanovic jugaban doblemente en casa, primero porque el Fernando Buesa Arena es su feudo y segundo porque la Supercopa es su competición. Todo parecía, por lo tanto a su favor, pero Dusko Savanovic (autor del primer triple desde 6,75 en el bando taronja) lideró la resistencia valenciana aprovechando la irregularidad habitual del inicio de competición.

Sin un dominador claro, tras perder fuelle el sprint inicial baskonista, y pasar factura el poco acierto en el tiro de ambos equipos, el primer cuarto se extinguió con ligera ventaja local (20-18) y con muchas caras nuevas aún por salir a relucir.

Nuevas caras y nuevos roles

El partidio sirvió como debut oficial con sus nuevos equipos para Bjelica, Haislip, Cook, Pietrus, Richardson, Sundov (muy activo, aprovechando la oportunidad que le llegó por las lesiones de Augustine y Javtokas)… y para Stanko Barac. Sin Tiago Splitter, el gigante balcánico ha dado un paso adelante (gran pretemporada la suya) y está ante el reto de aportar toda la calidad que se le pida (así empezó, con 10 de valoración en los primeros 5 minutos).

También lució Haislip, que arrancó el segundo cuarto con cinco puntos consecutivos y apretó junto a Sundov (12 puntos y 15 de valoración en la primera parte) y a la defensa de Ribas, el gatillo de la intensidad en el segundo parcial, que vio las primeras ventajas para el Power Electronics Valencia (25-29 min. 15).

La igualdad fue la constante en un segundo cuarto que concluyó con el resultado más ilustrativo, ligera ventaja para el Caja Laboral (37-34) y la sensación de que el ritmo del partido aceleraría al estilo diesel, de menos a mucho más, gracias a una última bomba marca de la casa de Huertas.


Lishuchk da la vuelta al marcador

La segunda parte empezó de la misma guisa, con voluntad por parte de los dos equipos, pero con cierta falta de puntería que deslució el ritmo de anotación del partido. Los chispazos de Lishuchk (10 puntos en el tercer cuarto) y San Emeterio iban reanimando un marcador que no parecía querer abandonar el calor de la igualdad… hasta que Power Electronics Valencia encontró el camino a canasta con más facilidad y consiguió la máxima ventaja (44-50 min. 27).

El Caja Laboral seguía chocando contra su falta de acierto, a pesar de encontrar buenas opciones de lanzamiento, mover bien el balón y, sobre todo, intimidar excelentemente en su aro. Un triple de Teletovic y otro de Bjelica (sus primeros puntos oficiales como baskonista) parecían el desatascador, pero Savanovic hizo la del Mundial con otro triple cuando más presión había y mantuvo arriba a los suyos a falta de 10 minutos (52-53).

El corazón llega donde no llega la muñeca

El parcial decisivo empezó lanzado para los de Hussein, que enlazaron dos canastas fáciles de De Colo con dos tiros más que se salieron de dentro, pero igual de sencillos y que forzaron los cambios de Ivanovic para volver a poner la maquinaria pesada en la cancha. 54-57 y el partido calentándose por momentos.

El Caja Laboral no estuvo especialmente acertado desde el renovado triple (6/27), pero sí sacó provecho de barrer el balón cuando está rebotando por el aro. Barac, Teletovic y Bjelica se presentaron como maestros en la matería e impidieron que el Power Electronics Valencia sacara más provecho de sus tiros cerca del aro.

Los baskonistas entraron en los minutos decisivos del partido con más corazón que cabeza y muñeca, consiguiendo igualar el marcador a falta de menos de tres minutos (60-61). El pabellón despierto, la primera final en juego, sólo faltaban los puntos.

Y llegaron con Teletovic y Barac (con un 2+1), que puso al Caja Laboral de nuevo por delante en el marcador (64-63 min 38.). Lishuchk no falló desde la lína (64-65) y dejó el partido abierto para que Teletovic intentara un mate que podía haber hundido el pabellón… pero que acabó con monumental tapón de Víctor Claver. El mismo ataque se alargó generando el mayor supense de la noche (hasta cuatro saques de banda) para acabar de forma sorprendente con canasta de Oleson tras rebote de San Emeterio.

66-65 y 13 segundos en el marcador. La ACB volvió como se había ido, con un final de infarto en el Buesa Arena. Sólo que el final fue al revés: De Colo penetró como San Eme en junio y anotó una dificilísima suspensión para poner uno arriba (66-67) a los suyos con sólo 2 segundos y una décima en el marcador. Teletovic lanzó al aire un triple imposible, que hubiera sido histórico, pero que escupió el aro. Power Electronics Valencia, a la final, la ACB empieza por todo lo alto.