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Un encuentro bipolar, una remontada de locura

Doctor Jekyll y Mister Hyde se dieron la mano en Alicante para protagonizar un choque raro y sorprendente. Meridiano y Fuenla intercambiaron disfraces para mostrar lo peor y lo mejor de sí mismos. Repasa las surrealistas cifras

  
  • Valoración. El conjunto alicantino arrasó a su rival en la primera mitad, casi multiplicando por cuatro la valoración fuenlabreña: 50-13. En el segundo tiempo se dio la vuelta a la tortilla de una forma sorprendente. Con el cuadro visitante sumando casi 7 veces más puntos en esta estadística que el Meridiano (10-68), para un total de 60-81 al final del encuentro.


  • Erdogan contra el mundo. Mientras que en la primera mitad todo el Meridiano Alicante sumó para la causa, con nueve jugadores estrenando su casillero de puntos y la totalidad de la plantilla en valoración positiva, tras el descanso Erdogan se quedó sin apoyo, con hasta cuatro pupilos de Quintana con valoración negativa. En esos 20 minutos, Serkan llegó hasta los 14 de valoración. El resto del equipo… -4.



  • Puntos. El conjunto local se mostró muy activo en el aro rival durante los dos primeros cuartos, anotando 41 puntos, por 26 de su rival. Tras el intervalo, los fuenlabreños prácticamente doblaron su anotación (50 puntos), mientras que el Meridiano se tuvo que conformar con 27. De +15 a -23 en el balance de cada parte.


  • Tiro. El equipo de Alicante estuvo muy acertado en el tiro hasta el descanso, con 11/17 (64%) en tiros de 2 y 5/9 (55%) en triples. Su hecatombe les condujo en la segunda mitad a bajar 36 puntos su porcentaje en T2 (28%, con 6/21) y 22 en los T3 (33/, con un 3/9). Y viceversa en cuanto al Fuenlabrada, que pasó del 33% (5/15) al 80% (16/20) en tiros de 2 y del 17% (3/17) al 33% (3/9) en triples.


  • Otros apartados. Las diferencias son menos escandalosas en rebotes, donde el balance del 15-18 de los 20 minutos iniciales pasó a un 11-18 en los siguientes 20. En asistencias, los fuenlabreños pasaron de hacer 3 a 8 y, en recuperaciones, de 4 a 7, aunque la progresión impresiona menos que en otros apartados de juego.


  • Dos formas de hacer 34. Cuando el Meridiano llegó a esta cifra de puntos, vivía su mejor momento del partido, poniendo la máxima en el luminoso (34-15), una renta de 19 puntos. El problema para los de Quintana es que el tiempo que tardaron en la primera parte en llegar a los 34 puntos (13 minutos y medio) se disparó, hasta casi los 27 minutos, para anotar otros 34 y llegar a los 68, cifra insuficiente para ganar el partido debido a esa sequía anotadora. En este tiempo, el Fuenla anotó la escalofriante cifra de 61, que cambió por completo un partido cuyo guión parecía escrito.



  • El choque de los parciales. La primera mitad hundió a los de Maldonado, que encajaron a manos de su oponente dos parciales que hicieron mucho daño. El primero, de 14-0 (del 3-7 al 17-7) y, poco después, uno de 12-0 (del 22-15 al 34-15) que desnivelaban la balanza de forma clara. Sin embargo, el Fuenlabrada, primero con dos parciales más tímidos, 1-9 (50-35 a 51-44) y 2-9 (54-38 a 56-47) y, finalmente, con un demoledor 0-14 final (68-62 a 68-76), se llevó el encuentro.


  • Batista y Ayón, del infierno al cielo. Al descanso, entre ambos sumaban 6 puntos y 5 de valoración. Al término del partido alcanzaban entre los dos 35 y 58 en cada apartado. Su resurrección fue total. Ayón, que había hecho en los primeros dos cuartos 2 puntos y 3 de valoración, sumó tras el descanso 12 y 20 respectivamente, mientras que Batista, discreto hasta el intervalo (4 pt, 2 val.), se salió en el tercer y el cuarto periodo, con 17 puntos (6/6 T2), 9 rebotes y… ¡33 de valoración!