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'Antes de que se me olvide': Del parqué al plató

Don de gentes, rebosante labia por los cuatro costados. Juanma Iturriaga verbaliza sus múltiples pasajes vitales en su libro 'Antes de que se me olvide'. Polifacético Itu, se refiere su negativa al Twitter, su visión del periodismo deportivo o el ataque de nostalgia que desembocó en su relato. Guille Pérez charló con él

Iturriaga, del parqué al plató (ACB Photo)
© Iturriaga, del parqué al plató (ACB Photo)
  

Barcelona, 25 de Enero de 2011.- Pocas veces me he sentido más frustrado como jugador. Además, a mí me tocaba principalmente comerme el marrón de tener que defenderle, por lo que mi mezcla de mosqueo, impotencia, rabia y odio en el vestuario era aún mayor. Sí. Recuerda sus atrincherados careos con Drazen Petrovic.

Mis estudios de ingeniera me habían enseñado que es imposible mantenerse en el aire. Es decir, tú saltas, llegas a tu máxima elevación y automáticamente desciendes. Es imposible quedarse suspendido en el aire por cuestiones relacionadas con eso que se llama fuerza de gravedad. Con él ocurría una cosa: saltabas con él, bajabas y él se quedaba allá arriba.” El hombre que cubrió a Michael Jordan .

Por primera vez abandoné el hábitat del deporte, pero después de haber bailado con El Fary, ¿qué podía darme miedo? Hice bien, pues a partir del primer programa y durante unos cuantos años mi nombre fue asociado al universo inocente 1992-1995. Micro en mano, cara visible del televisivo 'Inocente inocente'.

Sí, es él. Juan Manuel López Iturriaga (Bilbao, 1959). Juanma Iturriaga. Itu. Del parqué al plató. Son sus múltiples vidas. El deportista polifacético por antonomasia. Don de gentes, comunicador nato. "Antes de que se me olvide" (Ediciones Turpial), el vademécum de sus vivencias. Fresco. Velocidad mental y humor agudo. Sincero. Itu para admiradores y detractores.


“Antes de que se me olvide”. ¿Tiene Itu memoria selectiva? ¿Ha dejado de contar cosas que quería?

Conscientemente no. La primera escritura fue del doble de páginas de las que ha tenido finalmente el libro. Con lo cual, más que mi memoria, lo que ha sido selectivo es el número de páginas, que he creído que para el primer libro era lo ideal. Lo que no ha salido reflejado es básicamente porque no me acuerdo o porqué es de esa parte que hubo que acortar. Realmente se me fue un poco la mano. Empecé con el escrito bruto y fui afinando. Igualmente quedó bastante bruto (risas).

Uno de los propósitos del 2011 es escribir un segundo libro.

La sensación que me he tenido tras escribir el libro es que me han quedado cosas por contar. Sobre todo me apetece dar una visión más hacia fuera. Éste primero ha sido bastante hacia adentro. Más personal e íntimo. He conocido ciertos personajes a los que he admirado o he chocado y que han sido secundarios en mi primer libro. Así, me gustaría convertirlos en algo más protagonistas.

Carrera deportiva, televisión, vida personal. De relato de aventuras hacia lo más íntimo.

Mi objetivo era muy ambicioso. Quería quizás contar demasiado para las 250 páginas del libro. Esa gente de la que me gustaría haber hablado más, la guardo para un futuro material. Hay muchas ganas de hacerlo.

Ataque de nostalgia al llegar a los 50, ¿Itu? ¿Escrito para liberarte de tu pasado?

Mezcla de todo un poco. Cumplí los 50 y quieras o no, son unas fechas en las que te paras un poco. “Vamos a ver, vamos a revisar lo que hemos hecho hasta ahora”, te dices. Sufrí un ataque de nostalgia bastante potente. Y este libro me ha servido para darle una patada en el culo a esa nostalgia.

Pues, cerrojo del pasado para vivir más en el presente.

Sí, de alguna forma sí. Igual si no lo hubiera escrito me habría pasado lo mismo, eh. Pero sí que es cierto que me ha ayudado a hacer un análisis, un resumen de todo. “Pasó esto, pienso, reflexiono esto otro de mi vida y a partir de ahí, ¡hacía adelante!”.

Va a llamar la atención que un personaje público se abra como lo haces. ¿Cuentas cosas que no esperabas contar?

Sí, igual sí. Antes de empezar a escribir el libro tenía en la cabeza contar una serie de cosas…aunque no lo tenía planeado al dedillo. Pero al elegir una línea más o menos cronológica, hechos que pensaba dedicarles un capítulo entero se quedan en un párrafo. Y viceversa. Por ejemplo, el capítulo dedicado a mi hijo no tenía pensado que acabara con la extensión que ha tenido. Cuando te pones a escribir hay una parte que puedes controlar y otra que de repente te llega a sorprender a ti mismo por incontrolable.

Autor del ‘Blog del Palomero’ en elpais.com. Ítems de dentro y fuera de las canchas. ¿Interesa más, al lector, aquella anécdota alejada del deporte?

Creo que hay de todo. Es difícil valorar el porcentaje de interés en una cosa u otra. A la hora de rematar el libro era una duda que tenía. Si es un libro dirigido a la gente que pudo vivir la época que relato, a la gente amante del deporte o a aquellos a los que les gusta la televisión o las series. Lo que sí creo es que a la gente le gusta que hables desde el corazón más que desde la cabeza. Cuando en el blog hago entradas más emocionales, la repercusión y empatía de la gente es mayor. Así, sí que es verdad, que en la primera escritura del libro eliminé partes que eran demasiado crónicas, escritas desde fuera. Una de las cosas que me ha ido muy bien es la relectura. El captar que lo que estaba escrito con una carga emocional normalmente gusta más.

Qué es lo que más puede sorprender al lector.

A la gente que me conoce no le debería sorprender mucho. Sí que puede sorprender que haya contado capítulos de mi vida tan íntimos y el verbalizar sentimientos muy profundos. Eso, sinceramente, no es fácil. Y más dentro del mundo del deporte. Por otro lado, he intentado que no fuera un libro para aficionados del baloncesto. Que cualquiera pueda leerlo. Gente que no le gusta el deporte me ha dicho que le ha encantado.


Iturriaga, sin miedo a los escenarios


Has ganado más dinero en la segunda parte de tu vida. Lejos de las canchas. Y tu popularidad ha ganado enteros tras finalizar tu etapa baloncestística.

Sí, la verdad es que no gané mucho jugando al baloncesto. Luego he mantenido mi vida ligada a actividades, digamos, públicas. La gente me ha podido ver y analizar. Me preocupa más el hecho de que alguien que me viera jugar o presentar un programa no le gustase que el hecho de que sean más o menos personas. Eso sí, pocas veces seré o seremos más populares que cuando volvimos de los Juegos de Los Ángeles. En general, durante toda mi vida, ese grado de fama que he podido tener ha sido estable y llevadero. Nunca me he sentido agobiado ni tampoco ninguneado. Estoy en un punto medio que tiene bastantes ventajas, pocos inconvenientes y que me ayuda a muchas cosas.

Dicen que tu libro es perfecto para ir al baño.

Sí. Como está en capítulos ligeros, en lo que te dura una sentada, te lees un capítulo o dos. El libro tiene un formato que te permite el ‘aquí te pillo aquí te mato’. Pero curiosamente, la gente me comenta que cuando empiezan a leerlo, no paran. Y eso es una de las cosas que más me ha gustado. Las ganas de seguir leyendo. Sin ser una novela de intriga y pudiendo perfectamente leer un capítulo hoy y otro dentro de quince días. Yo diría que es un libro para una buena sentada. Tiene, o quiero pensar, ese punto adictivo. Como los juegos de la 'play'.

¿Más presión en unos tiros libros decisivos en Bilbao –los que relatas en el prólogo- o pluma en mano?

Sin duda en el baloncesto. No me he sentido presionado. Más que nada lo he hecho porque me sentía capaz y me apetecía hacerlo. Sabía que lo iba a conseguir. Escribí lo que quise y afortunadamente, el libro, se está vendiendo bien y gusta a la gente. Pero lo hice por mí. Y evidentemente, sin perder el objetivo de que lo leyera alguien, claro.

Siempre, según dices, ponías excusas a la hora de escribir el libro. “Sin tiempo”, “no es el momento”, etc. ¿Necesitabas retirarte en Menorca para escribirlo?

El concepto ‘Menorca’ para mí es idílico. Lo que busco cuando voy allí. Llevo 25 años yendo. Tranquilidad, relax, mar, poder pensar. Y quizás eso me haya ido bien. Siempre que pensaba en escribir un libro me decía a mí mismo que debía irme a Menorca. Ese paraíso para escritores. Y el final del libro, la parte más reflexiva, la escribí allí.

Escribir es práctica. ¿Ó don?

Como todo, hay una parte que es una habilidad que se puede aprender y por otro lado, unos tienes más fundamentos que otros. Pero dada mi experiencia, cuanto más escribo, me salen mejores textos. Recuerdo mi experiencia en los Juegos del 92. Creo que son los mejores textos que he escrito. En El País escribía varios artículos al día cubriendo baloncesto, balonmano…Y era capaz de hacer un buen artículo rápido, con ideas bien conceptuadas. Y eso es porque me pasé 18 días ‘dale que te pego’.

¿Para cuándo el Twitter de Itu?

Mira, yo fui de los primeros en tener Facebook porque me van todas estas movidas tecnológicas. Pero acabé cansado de tanto amigo, amigo de amigo, muchos inputs que no me servían para nada. De repente ver en un muro un comentario al lado del de alguien que no conocía… El funcionamiento de ese mundo acabó cansándome. Pero bien, respecto al Twitter me parece una esclavitud acojonante. La gente se pasa el día enganchada. No le acabo de encontrar la gracia. ¡Y tengo una cuenta creada, eh! –que no la voy a decir- y no he hecho nada y cada dos por tres me empieza a seguir gente por un solo 'twit' que colgué cuando la creé. Son herramientas que cada uno tiene que ver lo que le dan. Y si engancha con su forma de vida. A mí no me va. Corremos el riesgo de estar más preocupados de lo que hace la gente y no tú. Igual nos olvidamos de vivir nuestra propia vida.

Sorprendente opinión visto tu don de gentes, capacidad comunicativa y de interacción.

Esto del Twitter es muy masivo. Te lleva mentalmente atareado. Me gusta interactuar con mis lectores pero también me gusta tener mi parcela privada. En definitiva, no tengo la necesidad de abrirme a otras plataformas. No me atrae. Cualquiera que quiera interactuar conmigo lo tiene muy fácil. Entra en mi blog y me hace una pregunta o un comentario. Y voy colgando fotos, vídeos, etc.

Casi ingeniero industrial.

Cinco asignaturas, me quedaron. Eran seis años y tenía quinto aprobado.

¿El deportista de élite debería formarse?

El ser humano debería formarse. Siempre hablamos de la formación de un deportista y de su unidimensionalidad. Pero ésa también se da con un abogado u otro tipo de profesiones. Que les sacas de lo suyo y se quedan en blanco. Así, no son solo los deportistas los que parecen muy limitados en su campo de pensamientos. La vida del deportista se acaba. Eso es impepinable. Con lo cual, cuando te quedan tres cuartas partes de tu vida por recorrer, nunca debes de dejar de preocuparte y de reflexionar fuera del deporte. Para saber qué te gustaría hacer en un futuro, qué es lo que te interesa. El problema es que cuando estás en la élite, pensar en estas cosas se puede hacer complicado. Y un día te levantas y te tiene que retirar. Ahí está el mal.


Pues, ¿dónde está el problema? ¿En los entornos familiares?

Exacto. El entorno familiar es el primer círculo más que influyente. He comprobado que la mayoría de los cracks del deporte suelen tener entornos familiares muy positivos. Lo que separa a los buenos de los muy buenos es la cabeza. Y esa cabeza se forma en el entorno familiar. Luego los equipos tienen también su importancia. El modelo Barça. Se ve que la cuestión no es solo ganar. Sino que los modelos humanos son importantes. Crecer como persona. Educación y formación que sirve para toda la vida.

Santiago Segurola, Ramon Besa. Te has cultivado en el ‘entorno El País’. ¿Qué tintes está tomando el periodismo deportivo en España?

¡Buff! Más que periódicos son arietes que están metidos en cruzadas. Se hace demasiado periodismo de forofo. Se camina firmemente hacia el forofismo radical. Lo que pase, la verdad, la coherencia y la estabilidad desaparece. Tú eres de un equipo, tus lectores también y a partir de ahí, ‘ancha es Castilla’. Desaparece la credibilidad. No sabes si un hecho es verdad u obedece a intereses políticos, económicos y empresariales. El periodismo independiente está desapareciendo. Luego está el periodismo masón. Desde un rotativo se dictan las normas y si no cumples, te ataco.

Itu parece que siempre esté de cachondeo.

Sí. Lo parece. Lo asumo (risas). Evidentemente, que no estoy siempre de cachondeo. Pero sí que intento que el humor esté presente en mi vida. La gente puede tener la sensación de que no me tomo nada enserio, que soy un ‘viva la vida’. Cosas que parece que estén asociadas a alguien que le puede gustar hacer un chiste en un momento determinado o que le gusta reírse todo lo que puede.

"Andrés enseñó que la vida puede ser maravillosa pero se olvidó de aplicárselo a sí mismo", has dicho en alguna ocasión

Acuñó una frase realmente genial pero en momentos parecía que había que recordársela. Como hay que recordársela a todo el mundo… A todo el mundo nos viene bien que alguien nos venga y nos diga: “La vida puede ser maravillosa”.