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20 años del récord de valoración en Playoff de Dennis Hopson

Con 48 de valoración, Dennis Hopson todavía tiene el récord en un partido de Playoff. Su exhibición no permitió la victoria del Natwest Zaragoza, pero su récord perdura en el tiempo

Dennis Hopson, con la camiseta del Natwest Zaragoza, con el que logró el récord de valoración en Playoff (ACB Photo)
© Dennis Hopson, con la camiseta del Natwest Zaragoza, con el que logró el récord de valoración en Playoff (ACB Photo)
  

Redacción, 18 Abr. 2013.- “Recuerdo aquel partido contra el Joventut. Era un equipo que me encendía cada vez que jugábamos, porque era uno de los mejores equipos de la ACB y, además, tenía buenos jugadores, como Villacampa o el atlético Mike Smith”, explica por correo electrónico Dennis Hopson dos décadas después de que su fuego anotador lograra un hito que todavía nadie ha igualado.


Con 29 ediciones disputadas, los récords han tenido tiempo de crecer y consolidarse. Y, en los últimos años, moverse poco. Llegados a un baloncesto con más rotaciones, en el que los americanos no son ya estrellas tan rutilantes como lo eran antes y en el que los mejores ya no disputan los 40 minutos del partido, los récords vienen, la mayoría, acompañados de sabor añejo.

En un Playoff ACB, nadie anota tanto desde David Russell (43) en 1987, ni anota tantos triples (10) como Chicho Sibilio en el 86, ni captura tantos rebotes como Arvydas Sabonis (29) en el 93. El récord establecido más recientemente en un partido de Playoff es de Elmer Bennett cuando, hace ya casi doce años (temporada 2000-01), igualó el tope de asistencias, con 18.

Pero el récord de Hopson es tan añejo como moderno. Nadie ha superado la valoración que el estadounidense logró el 18 de abril de 1993 en la cancha del Marbella Joventut. Hopson terminó en 48 de valoración, aunque nadie lo supo. El récord nacería años después, cuando se implantó el concepto de valoración en las estadísticas.

Aquel tope de Hopson cumple años. Hoy, dos décadas contemplan ya aquella actuación estelar del alero estadounidense, que terminó el partido con 39 puntos (10/17 en tiros de dos y 2/4 en triples), cinco rebotes, cinco asistencias, seis robos, cuatro tapones, 10 faltas recibidas y un total de 48 de valoración.

El jugador del Natwest Zaragoza se vio obligado a multiplicarse en aquel partido. Con la ausencia de un jugador clave en el equipo como José Ángel Arcega por lesión (su hermano, Fernando Arcega, también lesionado, tampoco pudo disputar el encuentro), el juego exterior zaragozano quedó mermado, obligando a Hopson y al base Dani Álvarez a disputar los 40 minutos sin descanso. “Yo era un jugador que, una vez que empezaba a funcionar, era difícil de defender, por mi habilidad para anotar desde fuera, dentro, en transición y sacar faltas para ir al tiro libre”, explica dos décadas después, a punto de cumplir los 48 años.

El tope perdura con los años, pero la sobrenatural actuación de Dennis Hopson no logró que el Natwest Zaragoza se llevara el triunfo (96-93). De hecho, el propio Hopson se convirtió, a la vez, en héroe y villano del conjunto maño. Con sus puntos había puesto contra las cuerdas a un Marbella Joventut en el que sobresalieron Ferran Martínez, Corny Thompson, Jordi Villacampa y Rafa Jofresa. Así describía El Mundo Deportivo el partido en su edición del 19 de abril: “Hopson, que se convirtió en una pesadilla para los verdinegros con 39 puntos, fue también quien hundió a su equipo. A falta de siete décimas para la conclusión y con el marcador en 95-93, el norteamericano cometió una personal intencionada sobre Rafa Jofresa, quien convirtió uno de los dos tiros libres y dejó el electrónico en el 96-93 final”.

Los zaragozanos, que habían eliminado en octavos de final al Valencia Basket, ganarían el segundo partido de la eliminatoria, pero terminarían cayendo por 2-1 frente al Marbella Joventut, que acabaría forzándole el quinto partido al Real Madrid en la final.

Hopson había llegado esa misma temporada a Zaragoza en el mes de noviembre, en sustitución de Carlton McKinney. El Natwest se hacía con un alero con más de cinco temporadas de experiencia NBA (y un anillo de campeón a sus espaldas; en 1991, promediando 4,3 puntos en los Bulls de Jordan) y al que precedían grandes expectativas, como demuestra el puesto del draft que utilizaron los New Jersey Nets para elegirle: el número 3.

“La liga española era una de las mejores ligas en las que jugué durante mi estancia en Europa. Había muchos equipos competitivos y jugadores contra los que tenías que estar preparado para jugar 40 minutos cada partido”, recuerda Hopson. Esa liga regular 1992-93 promediaría 16,1 puntos, 4,7 rebotes, 2,2 asistencias y 17 de valoración. A la campaña siguiente, sus números se incrementaron hasta los 22,5 puntos, 7 rebotes y 22,9 de valoración. Pero todo se truncó en un encuentro ante el Fórum Valladolid, cuando golpeó al pívot Silvano Bustos y la sanción de cuatro partidos que se le impuso por ese incidente fue el precedente de su abandono del equipo, sustituido por Dave Johnson.

Dennis Hopson, en la actualidad (Foto Universidad Bowling Green)
© Dennis Hopson, en la actualidad (Foto Universidad Bowling Green)
Posteriormente, jugaría en Francia, Turquía e Israel, y, una vez retirado y tras invertir su dinero en la industria del transporte y en ser copropietario de un circuito de karts (Circleville Raceway Park), regresó a la Universidad de Ohio State. Allí donde estuvo cuatro años antes de ser elegido en el Draft de 1987. Y lo hizo para obtener su graduado de Trabajo Social. Según explicaba él mismo en el Toledo Blade en abril de 2006, por tres motivos: “Creo que hay tres razones que lo hacen tan importante para mí. Primero, siempre me había prometido a mí mismo que volvería y conseguiría mi licenciatura. Segundo, tengo un hijo, Judere, que es sophomore en la Universidad de Toledo y quiero graduarme ante que él. Creo que es importante que él vea que su padre, sin importar la edad que yo tenga, vuelve a la universidad y consigue su graduado. Y, tercero, porque realmente me gustaría ser entrenador universitario algún día y es difícil lograrlo sin un graduado”.

Y así lo hizo. En la actualidad, Dennis Hopson ha cumplido su cuarto año como entrenador asistente en la Universidad de Bowling Green. Una modesta universidad de la Mid-American Conference (NCAA División I), que esta temporada ha terminado con un balance de 13 victorias y 19 derrotas. “Espero que un día pueda volver a España y entrenar a un equipo”, termina escribiendo Hopson.

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