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Aleksandrov: "La Guerra de los Balcanes nos hizo incluso más fuertes"

El que fuera el fichaje de La Bruixa d'Or para remontar el vuelo, Nemanja Aleksandrov, le cuenta su increíble historia a Dídac Peyret, del Sport: "La guerra nos hizo más fuertes"

Derroche de energía de Nemanja Aleksandrov (ACB Photo / J. Alberch)
© Derroche de energía de Nemanja Aleksandrov (ACB Photo / J. Alberch)
  


Redacción, 21 May. 2013.- Según muchos especialistas de este deporte, Nemanja Aleksandrov ya lo tenía todo hecho con tan solo 16 años. Todos le veían en la NBA, con un contrato multimillonario, como número uno del Draft... No contaban con una de las premisas algo habituales del baloncesto: las lesiones. El jugador que terminó esta temporada con La Bruixa d'Or le cuenta su historia a Dídac Peyret, del diario Sport: "Salías a la calle a jugar baloncesto, oías el ruido de las sirenas y corrías al sótano hasta que todo paraba", dice recordando la Guerra de los Balcanes, que vivió de primera mano.

"Creo que incluso nos hizo más fuertes", comenta sobre su generación tras pasar una de las peores situaciones humanas posibles. Aunque explica que el carácter de su gente es diferente, por eso añade que no cree que fuera "determinante", incluso crecieron "más rápido" que el resto, está en los genes: "Somos competitivos y nos gusta jugar duro, lo aprendes desde pequeño, somos así en todos los aspectos de la vida".

Esta forma de ser también se traslada al parqué, y el ejemplo perfecto según Nemanja es Milan Gurovic, aunque también recuerda los triples de Djordjevic contra el Joventut, contra el FC Barcelona y contra Croacia: "Era un killer".

De los jugadores actuales destaca a Darko Milicic, al que dice conocer "muy bien" tras coincidir en el Eurobasket de 2007: "Es un tipo realmente interesante, un jugado inusual y fuera de la cancha es un gran fan del Estrella Roja y un gran pescador".

El que fuera el fichaje de La Bruixa d'Or para remontar el curso jugó su primer partido senior con 14 años, cree que fue "el más joven de la historia" y aunque estaba un poco asustado los chicos "se portaron bien" con él.

Debido a que tenía pinta de que sería una gran estrella (con 16 años apuntaba a ser el número uno del Draft), tenía que tener su mente muy concentrada: "Si con esa edad sientes que eres el mejor, estás acabado. Tienes que dejar eso de lado porque aparecen muchos agentes que te dicen que eres el mejor, que vas a ser millonario, y esa gente termina con muchas carreras".

Aunque le comparaban en 2005 con Toni Kukoc, su ídolo era Vlade Divac al verlo en la NBA y pensar: " ¡Uau! ¡Qué bueno es este tío! Es por eso que me gusta llevar el dorsal 12", explica.

Entonces llegó lo que nunca tuvo que haber llegado. Su lesión de rodilla que le dejó seco durante un año y medio. "Sigo en el basket por mi cabeza", dice. Podía haberse venido abajo pero nunca se rindió.

Fue "duro". En ese momento veía como los jugadores que no podían con él le ganaban terreno. "Sientes miedo al contacto" y "tienes que aceptar que al principio no serás el mismo jugador", relata. Sus tareas hoy en día se centran en luchar por cumplir las expectativas que habían puestas en él.

Su experiencia en Manresa ha sido beneficiosa. "Mi nivel físico es el máximo, nunca me había sentido tan bien, puedo saltar, puedo correr como antes de las lesiones. Estoy listo", dice tras probarse en la Liga Endesa, después de jugar en Eslovenia, Italia o Bélgica.

De sus rivales en pistas españolas, quedó sorprendido con Germán Gabriel, con Vasileiadis, con Aguilar... pero dice que fue una pena no poder jugar contra el Barça Regal y el Real Madrid.

Este verano tiene una invitación de Orlando Magic para la liga de verano de junio, y su idea es irse a Belgrado y hacer "trabajo individual antes de viajar a Estados Unidos".