Croacia se da un baño de confianza ante el reflejo finlandés (63-88)

Redacción, 12 Sep. 2013.- El segundo día de la segunda fase reafirma que esta ha llegado para invertir tendencias. Croacia era, como habitualmente, un océano de dudas, mientras que Finlandia llegaba con poderosa ambición. Nada de eso se reflejó en la cancha. Una Croacia segura de sí misma, con confianza y múltiples armas ofensivas deshizo a Finlandia (63-88), que solo fue un reflejo de lo mostrado en la primera ronda.

Apenas tardó un cuarto en lograrlo, y es que, tras el 11-17 del primer periodo, gracias a los triples de Damjan Rudez (17 tantos, máximo anotador), el partido se desequilibró.

En cuatro minutos del segundo cuarto, el 0-8 de parcial para Croacia obligaba a Henrik Dettman a pedir tiempo muerto, pues veía como los balcánicos deshacían la gran primera vuelta finlandesa con un 11-25. Con la envergadura de Ante Tomic en defensa y su capacidad para repartir juego en ataque, más la finalización de Rudez y Saric, Croacia estaba teniendo suficiente para ir, modestamente, avasallando a Finlandia.

Tras el tiempo muerto, Gerald Lee rompió la sequía anotadora con un solitario tiro libre. Pero ni siquiera la zona logró frenar a Croacia, que se escapaba 12-30 con un Tomic superior (11 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias).

Los nórdicos redoblaron su intensidad defensiva, pero ni así lograban reducir más que tímidamente la diferencia. Unas veces el acierto exterior, otras el rebote ofensivo y, las más, el juego interior croata, superior al de su rival, permitía a Croacia seguir por delante. De hecho, llegaba al descanso con su máxima ventaja: 20-39. Diecinueve de ventaja sobre Finlandia, a la que dejaba en un 17,2% en tiros de campo, y Petteri Koponen desactivado (terminó el encuentro con solo 5 puntos). La seriedad croata hacía acto de presencia.

Cuando, pasados más de dos minutos del tercer cuarto, Sasu Salin activaba el marcador finlandés con un triple, Croacia condenaba de manera doble. Triple de Bojan Bogdanovic (15 puntos), seguido de un mate del alero del Fenerbahçe y un nuevo triple, de Krunoslav Simon, que mandaban la diferencia al +26 (23-49).

La confianza de los de Jasmin Repesa iba en incremento, al tiempo que caían las miradas finlandesas, que veían como la diferencia se iba por encima de los 30 tantos. La imagen finlandesa no respondió a lo mostrado en la primera fase; la croata tampoco, aunque por motivos bien diferentes. Y más ilusionantes.