Artículo

La ABA (XV): Los mejores (III)

Siguiendo con el repaso a los más destacados de la ABA, nos encontramos con nombres de auténticas estrellas. Haywood, que rompió moldes logrando todos los reconocimientos posibles, Issel, un jugador de sobra conocido que se hizo un hueco en el Hall of Fame, Jabali, violento y agresivo pero un gran atleta y un excelente defensor' Tercera entrega de este glosario que G Vázquez está elaborando

Spencer Haywood pudo haber sido el mejor jugador de baloncesto del mundo
© Spencer Haywood pudo haber sido el mejor jugador de baloncesto del mundo
  

Connie HAWKINS (1967-69) / 2.03 m

1967-68 Pittsburgh
1968-69 Minnesota

El que fuese propietario de los Rens de Pittsburgh en la desaparecida ABL de los primeros sesenta, Gabe Rubin, hace pública la incursión en la ABA de una nueva franquicia, los Pittsburgh Pipers, el 2 de febrero del 67, y su primer golpe de efecto es el fichaje (y salvación) de Connie Hawkins por 45 mil dólares en dos años. Hawkins, de talento puro para el juego 'el mejor de largo de la antigua ABL- como ingenuo de carácter, había sido engañado como freshman en Iowa en un tremendo lío de apuestas y declaró después como acusado en un juicio que no pudo probar nada contra él, pese a que 'The Hawk' sólo diría la verdad. La NBA vetó su presencia y tras dos años en la ABL fue reclutado otros cuatro por los Globetrotters; y como la ABA es generosa se abre una posibilidad profesional allí para él. ¡Y de qué manera!

Hawkins se lleva en su primer año el premio al jugador más valioso de la liga con casi 27 dianas (1º), casi 14 rebotes y cinco pases de canasta (4º); disputa el All Star y es incluido en el equipo ideal, y para colmo, aquel quinteto maravilloso (Williams, Vaughn, Hawkins, Heyman, Washington) logra el primer campeonato de la ABA, el de 1968. Pero lo que más sorprende al público es la abundante variedad de movimientos de Hawkins en ataque, incluyendo el nuevo arte del mate y una facilidad pasmosa para dirigir el balón al aro con una sola mano. Dr J no había llegado aún y el único modelo reseñable es quizá el Gus Johnson de los Bullets. La combinación de su experiencia con los Globetrotters y aquellas manos poderosas dan como resultado el más atractivo juego individual de toda la época, ligas al margen.

Al año siguiente su anotación supera los treinta puntos (el 27 de noviembre suma 57 en New York), vuelve al equipo ideal y disputa otra vez el All Star. En definitiva, dos años de megaestrellato antes de recalar por fin en los Suns de la NBA. Por su forma de entender el juego, revolucionaria para un falso cuatro, Hawkins fue pionero de la época que había de sobrevenir sin grandes recuerdos para él. Con todo, el Hall of Fame le hizo justicia en 1992.

Spencer HAYWOOD (1969-70) / 2.05 m

1969-70 Denver

Puede que hablemos aquí de la incursión más espectacular de un jugador en la historia de cualquier competición profesional, a la altura del Chamberlain de una década atrás. No importa tanto que Haywood viniera ya de ser All American en Detroit e incluso oro en México como que, siendo novato, en su única temporada en la ABA, la de 1970, Spencer lograse ser rookie del año, miembro de ese cinco ideal, devastador MVP de la temporada y por supuesto titular del equipo ideal, MVP del All Star (23/19), máximo anotador con 30 puntos por noche, máximo reboteador con el registro más alto de la historia de la liga (19.5), récord de canastas en una sola temporada (986), de rebotes (1637) y de minutos jugados (3808), siendo además el segundo novato de la historia tras Chamberlain en anotar más de 2500 puntos en su primera campaña; lleva a Denver al título de la Oeste e incrementa incluso sus números en Playoffs hasta unos increíbles 36.7 y 19.8 en que tan sólo Los Angeles (subcampeones) le impiden jugar las Finales; precisamente a los angelinos les endosará el 4 de abril nada menos que 59 puntos. En definitiva, no hay un caso similar (salvo Chamberlain y lejos Unseld) en la historia del Baloncesto.

La perspectiva ha remarcado multitud de veces lo que Haywood podría haber sido y no fue. Pero igual que se ha subrayado esto se ha llegado a olvidar a quien ocasionalmente lo tuvo todo para ser el mejor jugador de baloncesto del mundo de largo. Poderoso, decidido en pista, imparable desde el medio ataque hasta la más baja pintura, con una coordinación y soltura espléndidas para los movimientos con y sin balón, especialmente defensivos al tapón (que se lo digan a Luyk en México), Spencer Haywood dejó a su paso por la ABA la firme impresión de haber podido llegar muy lejos si hubiese recalado en equipos de cierta solidez porque ni Seattle, ni New York, ni Washington, lo fueron después en compañía suya, y cuando logra el título amarillo del 80, Haywood atraviesa (por depresión y drogas) el peor momento de su carrera. Y por cierto, hablando de carrera, en el Carrera de Venecia colgó las botas doce años después de su milagro en la ABA.

Darnell HILLMAN (1971-76) / 2.04 m

1971-76 Indiana

Formidable pieza de perímetro en una no menos formidable formación de los Pacers donde ganó dos títulos y un subcampeonato, pero el mejor y más destacado legado de Hillman no es tanto numérico como puramente estético por razones de apariencia y por supuesto, de juego. Al más grande afro de todos los tiempos en pista no se le reconoce hoy su verdadera aportación al baloncesto de una época. Hillman puede ser considerado, junto a Dr J, como el primer jugador de espectáculo aéreo, el primer volador en penetraciones con balón en las manos, y especialmente, a una sola. Fino, otro escuálido ligerísimo y veloz, utilizaba en carrera su pierna derecha a modo de pértiga para una elevación limpia y de gran longitud para sus opciones libres de ataque, y en defensa, para situarse increíblemente siempre entre los mejores taponadores y rozar por momentos el doble dígito incluso en rebotes. Fue el mejor exterior defensivo de aquellos Pacers de gloria y el destino quiso después que el Dr Dunk (como era conocido) coincidiese con Thompson como compañero en los Nuggets de la NBA formando una pareja espectacular. Hillman fue un atleta de condiciones físicas increíbles que legó sus buenas dosis de espectáculo a una liga desplegada para ello; si a Michael Cooper le hubiesen estirado unos centímetros aunque fuese por el afro y bajado las medias, habríamos dado con un perfil de apariencia clónica por condiciones no tanto técnicas como puramente físicas. En la Armada americana, Hillman llevaba indumentaria pesada; cuando vistió de corto después, pareció liberarse de aquello que le ató al suelo y así entendió siempre el juego, como espectáculo de altura. Sin duda, la más grave ausencia de aquel primer concurso de mates del año 76.

Dan ISSEL (1970-76) / 2.06 m

1970-75 Kentucky
1975-76 Denver

Si la 'Historia de un hombre llamado caballo' retrata a un aguerrido hombre blanco capaz de soportarlo todo, no es de extrañar que llamaran a Issel 'The Horse', un jugador con una incansable capacidad de trabajo a lo largo de toda su carrera, desde sus puntitos all american en Kentucky hasta aquel último triple del Forum en 1985. Issel incrementó por todo ello su rendimiento en múltiples facetas, muchas más para lo que de una pieza de su estatura y condiciones se podía esperar. Se engañaron aquellos que consideraron a aquel desdentado -pareció siempre mucho más viejo- como un interior (como ocurriera con Moe) que acompañase en la pintura al gigante Gilmore en Kentucky. Issel tuvo como cuatro puro de cobertura abierta una de las mejores manos del campeonato en todo tipo de suspensiones de cara al aro y un manejo envidiable del balón en movimiento' siempre.

Miembro del cinco ideal de novatos en el 71 compartiendo galardón aquel año con Charlie Scott e incluso como máximo anotador de la temporada con 29.4 puntos por noche (endosa 51 a Carolina el 28 de marzo), al año siguiente conseguiría el mayor número de puntos totales en una sola temporada en la historia del campeonato con 2538. Cinco de sus seis años en liga, fue titular en el equipo ideal y en todos fue all star siendo el MVP de la edición del 72. Desde su llegada, Kentucky se ofrece como la alternativa más sólida al campeonato (la franquicia más regular) y perderá dos antes de llevar a los Colonels al título definitivo del 75. Aquel verano será traspasado a Denver y, cómo no, protagonizará con ellos una nueva final, la única de los de Colorado en la ABA, perdiendo ante los Nets de Julius Erving. El periplo de Issel en la ABA apenas difiere de su posterior en la NBA, sobrado en ambas en el doble dígito. Unánime entre los mejores y Hall of Fame en 1993.

Warren JABALI (1968-75) / 1.88 m

1968-69 Oakland
1969-70 Washington
1970-71 Indiana
1971-72 Floridians (Miami)
1972-74 Denver
1974-75 San Diego

Dedicamos incluso un monográfico (La ABA (X): Estado Salvaje (III)) a aquel indómito jugador de violento carácter extremadamente racista; esta condición no vendría al caso de no haber trascendido por completo a su juego, agresivo, vertical, como poseído de ganas y férrea voluntad de romper las defensas penetrando casi a ciegas hasta el corazón de los aros; y tampoco vendría al caso de no haber hecho mella en una carrera que en apenas siete años visita seis ciudades distintas.

Jabali, llamado Warren Armstrong antes de su islamismo, fue nombrado novato del año en 1969, su gran temporada al promediar más de 21 puntos y casi 10 rebotes sin alcanzar, recordemos, el 1.90; aquel año ganaría el título con los Oaks y su compañero Rick Barry declararía que Warren era el jugador más inteligente con quien había jugado y que su calidad era comparable a la de Oscar Robertson. Casi nada. Cuatro veces all star y MVP de la edición del 73, nunca se llegó a apreciar su altísimo valor defensivo, porque donde en rigor habría que atribuirle el concepto de marcaje individual extremo, la escena general sólo advirtió intolerable violencia, la eterna etiqueta negra que siempre le acompañó. Extraño oro negro de la más pura ABA.

Bobby JONES (1974-76) / 2.05 m

No es de extrañar que aquellos Nuggets del 76 alcanzaran sus únicas Finales al lograr combinar un trío fabuloso de jugadores, de lo mejorcito que discurría por el baloncesto profesional de entonces; al registro ofensivo de la pareja Thompson-Issel habría de sumarse uno de los mejores cuatros defensivos de todos los tiempos, Bobby Jones, cuya incombustible profesionalidad le lleva a estar en plena forma incluso en el Legends Classic de 1989; su perfil representará eternamente esa rara pieza con la que cualquier entrenador quiere contar en su equipo: entrega plena, serenidad, virtudes técnicas, desparpajo y eficacia defensivas y magnífica aportación de ataque, individual y colectiva; tanto es así en este último caso que Bobby Jones, la primera selección de Houston en el draft del 74 y comprado por Denver aquel mes de junio, firma el mejor porcentaje de tiro en la historia de la ABA con 59.2 (llegó a registrar un 60.5 como novato) siendo en ambas líder del campeonato, miembro del equipo defensivo e incluso del segundo equipo ideal en su temporada del 76. Aquel año, en el All Star de su propia ciudad, anota 24 puntos y captura 10 rebotes sin apenas, como siempre, llamar la atención.

Para hacerse una idea de qué rendimiento y entrega hablamos en aquel espigado blanco, cabe destacar sus ocho presencias consecutivas en el equipo defensivo del año de la liga rica, de 1977 a 1984. Por encima de todo, conviene subrayar en él su velocidad, lucha constante, el oportunismo para cazar los balones de peso y una fabulosa calidad para encajar silenciosamente en su entorno arropando al equipo con registros numéricos, y lo que muchas veces se olvida, los llamados 'intangibles', en su caso, más que intimidación, una entrega y disciplina contagiosas al resto. La idea del baloncesto como juego de equipo tendrá siempre en Bobby Jones a uno de sus más fieles baluartes.

Jimmy JONES (1967-74) / 1.93 m

1967-70 New Orleans
1970-71 Memphis
1971-74 Utah

La explosiva segunda elección de Baltimore en el draft del 67 recaló en la ABA porque junto a Earl Monroe en la liga rica, no tendría ocasión de demostrar su verdadero valor, convirtiéndose así en el primer jugador de la franquicia de New Orleans, donde jugaría tres años. Rapidísimo, de viva anotación y pase en constante movimiento desde el perímetro, a Jones no le acompañaría la fortuna colectiva pues precisamente recala en Utah cuando estos han logrado ya el título del 71 y el técnico de Memphis, Babe McCarthy, deposita en él toda la confianza para levantar la franquicia; de un solo año allí, firmará un multianual con Utah, con quienes únicamente alcanzará el subcampeonato del 74 cayendo ante los poderosos Nets de Julius Erving.

Miembro del equipo de novatos en 1968 y segundo rookie en anotar más de dos mil puntos en una sola campaña, J. Jones, líder de tiros libres de 1974, disputaría seis veces el All Star y sería incluido en tres ocasiones en el equipo ideal de la liga. Sin llegar a ser un organizador puro (un escolta natural), fue sin duda uno de los cinco mejores 'uno-contra-uno' de todo el baloncesto de aquella época.

Larry JONES (1967-73) / 1.90 m

1967-70 Denver
1970-72 The Floridians (Miami)
1972-73 Utah-Dallas

Compañero de Jimmy en Utah, llegó incluso a ser superior en anotación, netamente exterior. De no haber sido por la ABA, como en otros muchos casos, Larry no habría llegado a ser profesional; allí se convertiría en el primer jugador en sumar más de dos mil puntos en una temporada y en su segunda campaña, encadena nada menos que 23 partidos consecutivos por encima de los treinta puntos, quedándose con 28 de promedio al término. En el Miami de la 71 llegó a formar con Mack Calvin la pareja de perímetro anotador más devastadora de toda la liga como lo que era, uno de los mejores tiradores de larga distancia del campeonato; y es que si vinimos a decir algo parecido de Dampier, Larry Jones apenas pisaba la pintura, cosa siempre de otros.

Uno de aquellos dechados de virtud para este juego que sin ser acreedores a título colectivo, representó individualmente aquellos fieles soportes de la primera ABA, donde fue durante sus tres primeros años incluido en el quinteto ideal y fundador además de la Asociación de Jugadores. Pionero en estado puro de los llamados hoy día 'jugones', como tantos otros olvidados cuyas primeras luces fueron alumbradas por aquella liga pobre.

Steve JONES (1967-75) / 1.95 m

1967-68 Oakland
1968-70 New Orleans
1970-71 Memphis
1971-72 Dallas
1972-74 Dallas-Carolina-Denver
1974-75 St Louis

Uno de los rigurosos originales ABA, llegando a vestir nada menos que siete camisetas distintas; muy querido y respetado allá donde estuvo por su fiel y sereno compromiso con la comunidad negra, 'The Snapper' jamás recibiría una sola falta técnica en los más de veinte mil minutos que permaneció en pista en una selva como aquella. Si alcanzar por aquel entonces el treinta por ciento en los triples era una utopía para la mayoría de tiradores, Steve promedió un 34 por ciento durante su carrera, el más alto junto con Carier y Dampier de toda la liga (curiosamente 1/2 en los tres All Star que disputó). Célebre siempre por estar en su sitio en cada equipo pese a tanto cambio, fue en aquellos Memphis del 71 donde alcanzó su mejor bagaje estadístico al depositar el técnico Babe McCarthy toda la confianza anotadora en dos de sus tres Jones (Jimmy y Steve, siendo el otro Willie); talento tenía de sobra: el 29 de marzo del 71 endosa 51 puntos a Kentucky, pero como si hubiera sido profesional para otros, se apartó siempre del protagonismo en pista allá donde estuvo, repartiendo todo su talento en beneficio colectivo, y como irónicamente, el destino quiso que jamás lograse un solo título. Nosotros, al menos, hacemos mención honorífica a su inestimable rendimiento hoy día, como tantos otros, secreto.

Gonzalo Vázquez
ACB.COM