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Mauricio, el emigrante

'Hola. Mira, mi nombre es Mauricio Parra y te llamo desde Austria. Nada, yo soy el entrenador asistente del St. Pölten y quería preguntarte si sabes de algún alero español baratito que esté ahora mismo sin equipo'. Aquel día Mateovic habló por primera vez con Mauricio Parra, un español, nacido en Alemania y criado en el País Vasco, que se trasladó a Viena a estudiar y donde ha desarrollado su carrera en el baloncesto. Y hoy nos va a contar su historia

Mauricio Parra, un joven entrenador que espera triunfar algún día en España (Foto SV Tubingen)
© Mauricio Parra, un joven entrenador que espera triunfar algún día en España (Foto SV Tubingen)
  

Bueno, antes de nada, decirles que sí, que terminé recomendándole a Mario Santana -sí, 'El Zorro'- y, semanas después, a Juan Jiménez ('tío, la prensa de aquí nos llamaba 'La Armada Española''), juntándose los tres en esta modesta formación austriaca, en la que un día recalara nuestro personaje.

Porque Mauricio Parra (20 de julio de 1972) nace en Zweibrücken (Alemania), lugar en el que en el que por esas fechas se encontraban sus padres (él músico de la Orquesta Sinfónica de Bilbao y ella traductora de idiomas), españolitos ambos. 'Eh, que yo también me siento y soy español. Escríbelo así'. No obstante, su infancia trascurre en el País Vasco y su primer contacto con una canasta se produce en el Colegio Alemán de Bilbao, donde tuvo lugar la mayor parte de su formación. Allí sucedería lo de siempre: jugador no es muy bueno, jugador chupa banco, jugador observa labor del entrenador y le gusta, jugador se hace entrenador' Total, que empieza a dirigir a los 16 añitos.

Poco después, se marcha a estudiar a Viena. Transporte y Logística Internacional se llamaba la carrera que comenzó, pero que -y ya han pasado diez años de aquello- todavía no ha terminado y la culpa de ello, cómo no, hay que buscarla en el baloncesto, pues nada más llegar ya fichaba por un club 'Basket Flyers Vienna- que le serviría para, tras ganar varios campeonatos nacionales en categorías inferiores, dar el salto al Trodat Wells como jefe de cantera y asistente de la primera plantilla. De esta forma, después de otra temporada de éxitos, el campeón de Austria llama a su puerta. Hablamos del UKJ SÜBA St. Pölten, una entidad que quería cambiar su rumbo 'ausencia de talentos jóvenes, numerosos jugadores fichados cada temporada'- con la contratación de este apasionado del basket que intenten adivinar a qué dedicaba sus veranos.

Bingo. A viajar a Estados Unidos. 'Lo mejor que me pudo pasar fue entablar amistad con Roger Thompson durante un Torneo en Florida, en 1992. Este entrenador es un tipo excepcional y, sobre todo, ¡conoce a todo, todo, el mundo!'. Así que le fue presentando a colegas de la talla de Larry Shyatt (Clemson), Larry Davis (Furman), Bobby Knight (Indiana y Texas Tech), Dick Bennett (Wisconsin), Roy Williams (Kansas) o Rick Majerus (Universidad de Utah), con los que ha trabajado en diversos campus desde 1998 hasta 2002. 'Quizá por eso me he convertido en un fanático del baloncesto universitario, hasta el punto de casi odiar la NBA. Cuando era niño, Magic era mi ídolo y también me gustaban los Pistons con Isiah Thomas, Clyde Drexler en Portland o Petrovic con los Nets. Por cierto, un día le vi un jugar en directo, en Nueva Jersey. Pero a lo que iba: el baloncesto auténtico es el de college. Si hasta me he instalado en casa el sistema de vídeo americano para poder ver los cinco o seis partidos que me llegan cada mes'.

Aunque es con el actual técnico de Washington State con el que mejor relación ha consolidado (de hecho, en su debut como entrenador jefe en parcela profesional le invitó a que pasara en Europa las tres semanas de pretemporada), le preguntamos por los métodos de ¿El General'. ''Bobby Knight? Bueno, yo fui el primer técnico 'de los 45 que tiene- que llegué nuevo a su campus desde hacía siete años, por lo que acudía con ciertas reservas. Sólo le he visto sonreír una vez, cuando le regalamos unos chocolates típicos de Austria (Nota del autor: se llaman 'Bolas de Mozart' y la reacción del técnico no es de extrañar porque están buenísmas). Es un tipo muy peculiar. Hay tantas historias negativas sobre él' Y seguro que son verdad, porque a veces se desquicia un poco. Lo que pasa es que cuando hablas con sus jugadores -y yo lo he hecho a menudo durante los descansos- te das cuentan de que le adoran. Y eso para mí tiene mucho más peso, más valor, que lo muy cabrón que ponga en la prensa que es. Un año se inscribió el hijo de un jugador famosísimo de Indiana y no te imaginas la cantidad de problemas que nos empezó a dar a todos los monitores. Cuando ya no pudimos más, fuimos a hablar con Bobby. Él nos escuchó, se lo llevó a una habitación y le dijo de todo. Todavía recuerdo los gritos. Que si te crees Dios, pero eres una deshora para tu familia. Que si eres basura. Que si ahora mismo te vas a largar de aquí' Después de esto, cogió el teléfono y llamó a su padre para que viniera a buscarlo. Ah, y eran las dos de la madrugada'.

Con semejante bagaje en la mochila no era de extrañar que los dirigentes depositaran en las manos de Parra las riendas del primer equipo en la temporada 2001-02, convirtiéndose así en el entrenador más joven de la historia de la Liga (29 años). Posteriormente, los resultados corroboraron lo acertado de tal decisión: único equipo nacional que superó la ronda de calificación de la Copa Korac (Kapfenberg y Wörthersee cayeron), sólo el cruce de cables sufrido por la estrella Kevin Bradley (base titular y mejor anotador del bloque, se metió en una pelea que le costó estar sancionado en seis de los últimos siete encuentros) les impidió luchar por el título casero. Por cierto que el otro americano, Christian Heinrich ¿ése que ha jugado la Liga de Verano en las filas del Caja San Fernando- vino recomendado por su amigo Brad Soderberg, ex ayudante de Dick Bennett en Wisconsin y actualmente en St. Louis, cobrando 2.200 dólares al mes, cuando esta temporada ha estado en 70.000, con el Colonia. Buen ojo, 'no? Y mejor negocio.

Otra cosa fue lo de la segunda campaña, la que acaba de concluir. Coach, general manager, la página web, los montajes de vídeo, las estadísticas oficiales para la Liga, la cantera' 'Estaba desbordado. El punto extremo fue cuando me encontré en un semáforo en rojo, por la noche, preparando el entrenamiento del día siguiente. Ahí me dije: 'No puedo más''. Así pues, después de una charla con el directivo responsable, ambas partes optaron por un relevo en el banco (se llegó a un acuerdo con el alemán Georg Kämpf, decimocuarto anotador de la historia de la Bundesliga y, precisamente, el hombre que se lleva a Mauricio como asistente al SV 03 Tübingen de la segunda división alemana), no sin antes proclamarse campeón de la SuperLiga, primer título del ejercicio que disputan conjuntos de Austria, Hungría, Eslovaquia, República Checa y Alemania.

'El baloncesto español no tiene nada que ver con el austriaco, ni punto de comparación. Te pongo un ejemplo: en la temporada 2001-02, a Toni McCrory le cortaron en la LEB 2 (Redcom Porriño). Pues bien, entonces le trajimos nosotros y ahí le tienes, uno de los mejores 'treses' de toda la Liga. Siendo sinceros, yo creo que sólo Alexandar Djuric (2.10 metros, ala-pívot, 21 años, Kapfemberg) podría tener sitio en la ACB. De todas formas, yo estoy muy contento. La experiencia que he adquirido en Austria no la hubiera vivido en España jamás. Y sólo tengo 30 años'.

Más curiosidades que añadir: este hombre aún no posee el Título de Entrenador. Pero ojo, que no hablamos del Nacional. ¡Ni siquiera ha podido hacer el llamado de Segundo Nivel! 'Ahora lo han cambiado todo y lo que antes duraba dos o tres semanas intensivas y se hacía en verano, hoy se distribuye en clases de dos o tres horas por semana durante varios meses. Vamos, que no es compacto. He llamado varias veces a la Federación y a la Asociación de Entrenadores exponiendo mi problema en busca de una solución, pues yo no me puedo venir a España dos o tres veces por semana en plena temporada, y nada, sólo encuentro testarudez. He entrenado en la elite, en la Copa Korac, en Austria me dan la graduación más alta y resulta que aquí sigo con el Título de Monitor', se queja amargamente con toda la razón del mundo. No en vano, su inminente ambición no es otra que la que ustedes se pueden imaginar: 'Mi meta es entrenar aquí, sí', nos confiesa entre trago y trago de gaseosa ('en Austria no hay Casera y como a mí me encanta, cargo con más de treinta botellas de plástico en cada viaje'), mientras nos pide opinión por el joven que se ha traído a probar con el Jabones Pardo en la Liga de Verano de Fuenlabrada, Andreas Worenz.

1.99 metros, 20 años, subcampeón del concurso de triples en Austria, lo cierto es que no le hemos podido ver demasiado (14.5 minutos, 3.8 puntos). ¿Es un chico que tengo desde los 14 años, cuando medía una cabeza más que los demás y jugaba de poste. Menos más que le convertimos en un escolta. 'Su nivel? Hombre, no tira peor que cualquiera de los jugadores que hay aquí, no dribla peor' El problema es la intensidad a la que está acostumbrado a jugar'. Malo no debe ser, cuando también hace las maletas en dirección a tierras germanas, no sin antes presenciar, en Vistalegre, el tercer partido de la semifinal ACB entre Adecco Estudiantes y F. C. Barcelona ('imagínate lo que sintió un chaval acostumbrado a jugar en pabellones para 1.500 personas') e intentar sacar un par de entradas para el Atlético de Madrid - Real Madrid en la reventa del Vicente Calderón. 'Nos piden 200 euros por cada una. 'Algún consejo?'. Pasa, Mauricio. Eso es mucho dinero. Con su pan de las coman.

Mateovic
ACB.COM