New Jersey, 2 Ene. 2002.- Por fin llegó el gran día. Hemos salido del Sheraton tras la alucinante tarde con Pau Gasol. Un taxi nos ha dejado en la puerta dos horas antes del partido, y las acreditaciones nos esperaban diligentemente en la taquilla de prensa. En New Jersey, por cierto, la gente es mucho mas cordial que en Nueva York, la verdad.
Una vez dentro nos ha sorprendido ver que teníamos reservado un lugar en primera fila con nuestros nombres, justo detrás del banquillo de los Grizzlies y los comentaristas de la FOX (entre ellos Hersey Hawkins). En el calentamiento hemos comprobado que Nick Anderson sigue metiendo todo lo que tira, mientras que Battier es un auténtico robot.
Gasol, al vernos llegar, se ha cercado en seguida para seguir con la conversación que arrastrábamos del hotel. Es un tipo genial en todos los sentidos. En el hotel le he explicado que tiro triples mejor que él, y nada mas verme me ha dado la pelota (a mi, al Dani, ya que Marc es bastante peor lanzador). No me he cortado un pelo, y le he clavado el triple desde el lateral, con limpieza. Gasol, que se había alejado de la canasta para pillar el rebote, me ha mirado con sorpresa y me ha felicitado delante de sus compañeros.
Antes de irse al vestuario, nos ha prometido que, en caso de conseguir un mate, nos lo dedicaría (y lo ha hecho). Cuando se ha ido al vestuario, nos hemos personado en la sala de prensa, en la que nos aguardaban unos espléndidos manjares de todo tipo, con carne, patatas, perritos (hot), ensaladas y cualquier refresco imaginable. Sin tiempo de engullir, todo el mundo se ha puesto en pie: tocaba una dosis de patriotismo con el himno nacional americano. Y hay que reconocer que la chica cantaba bien, hemos alucinado con la potencia de sus cuerdas vocales.
Una vez situados en el puesto de trabajo, las atenciones han sido de todo tipo, especialmente del jefe de prensa de los Grizzlies, de Scott Roth y del propio Gasol, que nos ha advertido de que había más aficionados españoles en el estadio, a los cuales hemos entrevistado pertinentemente. En el descanso, visita de rigor a la sala de prensa, para zamparnos los últimos perritos calientes. En la segunda parte Gasol ha mejorado sus prestaciones (con el mate y dedicatoria incluídos) aunque los Grizzlies han sido un pelele en manos de Kidd, Van Horn, Williams y Martin, que se han paseado a placer por la pista.
Al final del partido ha llegado una de las partes mas esperadas: la visita a los vestuarios. Gasol era el más cercano a la puerta, al lado del simpático Massenburg, exjugador del Barcelona. En la otra esquina Jason Williams hacía vida al margen de sus compañeros. Gasol nos ha comentado que es el tipo más excéntrico que ha conocido nunca, y que está convencido de que jamás verá a alguien tan especial. Hemos conversado con Battier (muy contento por ser rookie del mes), con un abatido Sidney Lowe, con Massenburg y nos hemos fotografiado con el grandullón McCulloch.
Esta foto nos ha hecho perder el último autobús, por lo que nos hemos quedado tirados en la calle de un pabellón a las afueras de cualquier civilización, junto a otras seis personas. Una de ellas era un fanático de los Lakers y ha negociado largamente con un taxista para llevarnos a todos en un coche familiar hacia New York. Solo decir que hemos viajado al revés, sentados en el asiento trasero mirando a los coches en sentido inverso. Ricardo, que así se llamaba el aficionado, nos ha invitado a Los Angeles cuando queramos (demasiado tentador)y nosotros le hemos devuelto el favor invitándole a Barcelona.
Mañana nos quedamos en New York para ver un fantástico Knicks-Mavericks. Podéis imaginar quien será nuestro objetivo: Dirk Nowitzki, aunque mañana habrá mucha estrella en la pista y fuera de ella. Hasta entonces.
Marcus Ramón&Dani Forns
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