New York, 3 Ene. 2002.- A las seis de la tarde hemos llegado al pabellón más mítico de la NBA, el Madison Square Garden, situado en la 7ª Avenida con la 33. Un par de vueltas para encontrar el acceso para los periodistas y ya estamos dentro. Junto a Thomas Urbain, un compañero francés de Basket News, nos hemos dirigido a la sala de prensa, donde varios veteranos del staff de los Knicks nos han tratado exquisitamente, como si lleváramos toda la vida cubriendo sus partidos. Igual que en el partido de los Nets, hemos tenido acceso a todo tipo de manjares exquisitos, especialmente el puré de patata y el pastel de chocolate.
De camino a la pista, hemos divisado la tienda oficial de los Knicks, con todo el merchandising imaginable para los más fanáticos. Ya en la pista, un encargado nos ha conducido hasta nuestra posición de trabajo, que immediatamente hemos abandonado para bajar a ver a los jugadores de cerca durante el calentamiento. Una vez allí, algo nos ha distraído por completo al pasar por delante de nosotros un pequeño y extravagante sujeto ¿pero si es Spike Lee, 'no?'. Sabíamos que era fiel seguidor de los Knicks, pero no esperábamos tenerlo a dos pasos. Nos hemos acercado a él para pedirle una foto con toda discreción y la sorpresa ha llegado cuando, además de aceptar, se ha interesado por nuestra procedencia. Al saber que éramos españoles y de Barcelona, se ha interesado 'me encanta Barcelona, de verdad, es maravillosa'. Nos ha estrechado la mano y se ha ido repitiendo lo de Barcelona. La verdad es que nos ha cambiado los esquemas por completo, ya que parecía que las estrellas éramos nosotros en lugar de él. Esto de los famosos, en USA es otra historia.
No ha sido ésta la única experiencia interesante. Junto a nuestra posición de prensa hemos conocido a una leyenda del periodismo neoyorquino, Leonard Lewin. Este venerable anciano nos ha confesado que ha visto todos los partidos de los Knicks de los últimos 56 años(!), y que podía responder a cualquier pregunta sobre la historia de los Knickerbockers. Entre otras joyas, este periodista (seguramente retirado) del NY Daily Mirror y del NY Post nos ha comentado que Wang Zhizhi no es el primer asiático de la NBA, ya que un japonés jugó un sólo partido hace más de 30 años. Ya lo comprobaremos, aunque el foro de ACB.COM también encontrará en este dato un reto a sus conocimientos.
Durante el partido hemos tenido varios entretenimientos, a cuál mejor. Las cherleaders (Knicks City Dancers) son infinitamente mejores que las de los Nets. El speaker controla perfectamente el tempo del partido y nombra de una manera muy peculiar a la estrella de los Knicks: 'Spreeeeeewell', grito que el público acompaña al unísono. Por cierto, esta afición es muy diferente de como nos lo habían vendido: son ruidosos y muy exigentes, hasta el punto de abuchear a un concursante popular que no lograba ni un tiro libre en una promoción efectuada durante un tiempo muerto.
Para terminar, hay que destacar el servicio de restaurante que se sirve en las butacas del Madison. Sin moverse de su asisento los aficionados pueden pedir desde una hamburguesa hasta completos menús muy calóricos, como corresponde a la peculiar gastronomía del estadounidense de a pie.
Un saludo,
Marcus Ramón & Dani Forns
ACB.COM