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El mundo en un campus (V)

Jesús Sala ha concluido su gira por campus de todo el mundo con una visita al que organizaron los Philadelphia 76ers en una zona paradisíaca en el estado de Pennsylvania. En el evento, que acogió a jugadores de todas las edades y razas, nuestro coach coincidió con jugadores NBA como MacCulloch u Ollie, así como el Hall of Fame World be Free, y tuvo mucho tiempo libre para aprovechar los lujos del recinto

Jesús Sala con World Be Free
© Jesús Sala con World Be Free
  

De nuevo de camino... tras una semana en Kentucky partimos de nuevo hacia nuestro siguiente destino, el estado de Pennsylvania para participar nada menos que en el campus de uno de los equipos de la NBA, los Philadelphia 76ers.

Alquilamos nuevamente un coche para dirigirnos a la ciudad de Allentown donde debían recogernos para llevarnos al campus. Nos recibió Todd Landrey, director del campus y a su vez, según nos contó, ojeador para los Philadelphia 76ers.

Llegamos dos días antes de lo esperado, ya que el campus comenzaba en domingo y era aún viernes, pero eso nos dio la oportunidad para ver como se desarrollaba el último día del campus, pudimos conocer al staff que nos acompañaría la siguiente semana y también pudimos conocer el paraje en el que se desarrollaba el evento. El lugar era precioso. Estábamos en Pocono, una zona de montaña, con una vegetación y fauna muy ricas. Para ser más exacto, nos encontrábamos junto a una pequeña ciudad, Strosdburg.

El recinto donde se desarrollaba el campus estaba formado por 20 cabañas de madera, donde dormían los chicos, un edificio mayor también de madera donde se situaban la oficina, el comedor y la habitación de los entrenadores, cuatro pistas cubiertas situadas en el interior de dos graneros, así como 6 pistas exteriores, una piscina, un mini golf, una pista de volleyplaya y un lago donde se podía montar en canoa y kayak... como veis un buen lugar para celebrar un campus deportivo.

Lo primero que me llamó la atención fue el hecho de que en este campus, por primera vez, sí había niñas y también había entrenadoras. Algo inusual en los anteriores a los que había asistido y que le daba un toque distinto.

En lo referente al staff que iba a estar con nosotros esta semana, pudimos ver que prácticamente no había entrenadores sino que se trataba de jugadores de college y universidades en su mayoría, muy jóvenes por tanto y que aprovechaban el verano para sacarse un dinero trabajando en el campus y también para poder entrenar, pues aprovechaban el tiempo libre que tenían para ir a alguna pista y trabajar en su tiro o bien jugar partidos de gran intensidad.

Los conseulers, era el nombre que recibían estos jóvenes, tenían como parte de sus obligaciones la de dormir en alguna cabaña con los chicos y ser responsable de ella.

La mayoría de ellos eran buenos jugadores de baloncesto e incluso había alguno de ellos que había terminado ya su carrera universitaria y había jugado en alguna liga de menor importancia en Europa, como la inglesa o la irlandesa. De entre estos jugadores destacaban varios chicos africanos que se encontraban jugando en NCAA II División por motivos escolares, pero con unos físicos espectaculares y unos fundamentos técnicos bastante interesantes. Muchos de estos chicos se pasaban todo el día preguntando acerca de cual era el nivel de las ligas de Europa, especialmente de España, y si pensábamos que tenían posibilidades de jugar en alguna liga profesional. A más de uno, tuvimos que sacarles de su error y darles a conocer que la liga ACB es, sin duda, la liga más potente tras la NBA y que los jugadores foráneos en nuestra liga tenían un nivel muy alto.

También entre las entrenadoras se formaban partidos casi todas las noches y eso me posibilitó ver que algunas jugadoras, especialmente dos de la universidad de New York, eran realmente interesantes y que sin duda podrían hacer un buen papel en alguna de nuestras dos ligas profesionales.

El funcionamiento del campus se asemejaba al de los anteriores, si bien su nivel e intensidad no estaban a la misma altura. Trabajábamos en estaciones de técnica individual a primera hora de la mañana, no sin antes calentar y estirar durante 30 minutos, una novedad que me ha sorprendido en todos los campus y es que no dan importancia al trabajo de calentamiento y estiramientos, sin duda un fallo. Tras ésto, concursos y partidos. La verdad es que el trabajo no nos llevaba mucho tiempo como podéis ver a continuación. Este era un día tipo:

8.00-Desayuno
9.00-Calentamiento
9.30-Estaciones trabajo técnico
11.00-Entrenamiento equipo/concursos
12.30-Comida
14.30-Partidos
17.00-Cena
18.30-Partidos
21.00-Concursos
22.00-Película en las cabañas
24.00-Luces apagadas

Durante el tiempo libre, aproveché el tiempo para leer alguno de los libros que ya había comprado y cómo no, para hacer amistad con algunos de los entrenadores que trabajaban con nosotros, especialmente con Shane Eck un joven técnico que la próxima temporada trabajará como ayudante en la Universidad de Memphis bajo las órdenes del gran Calipari, una de las leyendas del baloncesto universitario.

Shane Eck era el comisionado de nuestra liga NBA, donde competíamos cuatro equipos de 10 jugadores por el campeonato final. Los entrenadores de estos equipos éramos los únicos que trabajábamos realmente como técnicos, quizás por ello estábamos con los chicos más mayores (15-17 años) pues el resto de ligas eran los conseleurs los responsables de entrenar los equipos.

El resto de ligas respondían a nombres de conferencias universitarias, Pac10, SEC, Big East en el caso de los chicos y WNBA y NCAA en el caso de las chicas.

El primer día se dedicó a jugar partidos para decidir en que liga se encuadraba cada niño en función de su edad y nivel y después dentro de cada liga a nivelar los equipos de forma que fuera lo más competitiva posible, así que realizamos multitud de traspasos entre equipos, algo que gustaba a los chicos ya que se sentían cercanos a la realidad: "Mike de los Lakers se marcha a los Knicks a cambio de John y Jordan...". Tras la cena llegó el momento estrella del día. Se trataba de un concurso de mates para todas las edades. ¿Cómo? Sencillo, había dos canastas que podían moverse desde el 1.50 de altura hasta 3.30, de forma que todos podían participar. El funcionamiento se basaba en ir realizando mates a distintas alturas comenzando por la más baja e ir descartando jugadores según subía de altura el aro e iban fallando. Al final, en la altura mayor ganaba el mate más espectacular. Así pudimos ver verdaderos dunkers tanto en los chicos más mayores como en los más pequeños. Era divertido ver a niños de 8 ó 9 años emular a sus ídolos y colgarse del aro al más puro estilo de Kobe o Vince Carter...

Durante el resto de la semana tuvimos concursos diversos: tiros libres, Hot Shots (se trataba de hacer el mayor número de puntos tirando en 30 segundos desde distintos espacios puntuados), 1c1, 3c3... se buscaba la competitividad a través de la diversión y puedo asegurar que se conseguía.

Los partidos resultaron competidos en la mayoría de los casos, si bien el nivel general de los jugadores no era muy alto e incluso alguno de ellos tenía un nivel muy bajo, aunque es cierto que destacaban siempre 3 ó 4 por equipo que hacían que el los partidos tuvieran emoción hasta el final. Pero en mi opinión, probablemente para estos chicos, el campus se quedaba pequeño, pues en ocasiones dominaban los partidos con una facilidad pasmosa. De entre todos ellos, había un jugador que estaba por encima de todos y quedaba de manifiesto en ocasiones como en un partido donde consiguió 6 canastas triples en 6 ataques consecutivos... impresionante..

. Uno de los puntos fuertes de este campus era la visita de speakers invitados, algo bastante fácil para el campus al estar organizado por un equipo NBA. Así, pudimos disfrutar durante estos días de la visita de Todd MacCulloch (jugador canadiense recién fichado por los Sixers en un intercambio por Mutombo, al que ya avisé que lo pasaría mal en el mundial), Kevin Ollie (jugador de los Sixers) y los entrenadores de tiro de los Seattle SuperSonics.

Por último, una visita muy especial para aquellos con cierta edad, un jugador que fue muchos años All Star y que actualmente es miembro del Hall of Fame. Su nombre es muy curioso, "World Be Free". Jugó para varios equipos de la NBA, pero fue en Philadelphia donde tuvo sus mejores temporadas.

Por último, deciros que el tiempo pasó rápido y llegamos al último día, donde se celebraba la entrega de trofeos tanto a los campeones de las ligas como de los concursos y donde los chicos recibían productos de los Sixers. Siendo el premio estrella dos invitaciones para el próximo año, para el jugador más mejorado durante el campus y al jugador que más se había esforzado.

Tras finalizar, nos despedimos y recibimos una invitación para volver el próximo año durante las siete semanas que se desarrolla el campus. Nos dirigimos a la estación de autobuses y rumbo a New York, donde vamos a pasar nuestros últimos días en EEUU antes de volver a España.

El próximo año, puedo aseguraros que volveré a trabajar en EEUU, en alguno de estos campus, en otros a los que me han invitado y sin duda, en alguno más que encontraré...

Hasta el año que viene.

Jesús Sala
(coachjsn@hotmail.com)