Nota de agencia

iurbentia Bilbao Basket sigue creciendo en la liga ACB

Tras su brillante victoria en Vitoria, el iurbentia Bilbao Basket se consolida como la auténtica revelación del campeonato. Con siete triunfos, el conjunto de Txus Vidorreta aspira a jugar la Copa del Rey en febrero y, de seguir con esta regularidad, el Playoff por el título

Marcelinho Huertas es una de las claves de este iurbentia Bilbao Basket (Foto EFE)
© Marcelinho Huertas es una de las claves de este iurbentia Bilbao Basket (Foto EFE)
  

Ramón Orosa. Bilbao, 3 dic. 2007 (EFE).- La victoria del Iurbentia Bilbao Basket en el Fernando Buesa Arena ante el TAU Cerámica Baskonia fue la plasmación de que el proyecto Bilbao Basket, nacido en el año 2000 y desde 2004 en la ACB, sigue en continuo crecimiento.

El triunfo en casa del poderoso vecino vitoriano es, por el momento, la guinda a un trayecto que comenzó hace siete años en LEB-2 y que ya roza la zona \'vip\' de la máxima categoría del baloncesto español.

El convincente éxito en la capital vitoriana supuso, sobre todo, la ratificación del buen inicio de temporada de un equipo que se marcó a principios de curso la tranquilidad, pero que ya se ve peleando por entrar en la Copa del Rey, la gran fiesta del baloncesto ACB cada año.

La victoria de ayer fue la séptima en las diez jornadas que se llevan disputadas del campeonato liguero, en el sexto partido que se ha visto obligado el conjunto dirigido por Txus Vidorreta a jugar ya fuera de casa, donde, además de en Vitoria, ha ganado en Badalona y Málaga.

Con esas tres victorias de prestigio a domicilio y su inmaculada trayectoria La Casilla (cuatro triunfos en cuatro partidos), el Iurbentia Bilbao se encuentra entre los mejores, quinto con 7-3 en un balance de victorias-derrotas que solo superan el DKV Joventut, el Real Madrid (ambos 9-1) y el AXA FC Barcelona (8-2).

Al TAU Cerámica también lo tiene por delante, aunque con el mismo número de victorias, pero con un mejor diferencial de puntos (+103 el conjunto alavés y +54 el vizcaíno).

Tan brillante comienzo liguero es consecuencia del rendimiento de un grupo en el que prima el juego colectivo sobre el individual, el trabajo defensivo y la implicación sobre la anotación.

Eso hace que no haya notado en exceso una aportación sensiblemente menor de lo esperado de jugadores llamados a ser capitales en su juego, como Lucke Recker, Quincy Lewis o Martin Rancik.

Así, es gente de otro perfil, como Pedja Savovic, Marko Banic o Fred Weis, éste último (2,18 m.) el jugador que da una dimensión a veces infranqueable a la defensa bilbaína, los que han elevado su rol por encima de lo esperado.

Aunque el juego coral prevalece, sí hay jugadores que se están ganando los parabienes de todo el mundo y parecen piezas clave en la enorme mejoría de su equipo. Son los bases, Marcelinho Huertas y Javi Salgado, que ayer se refrendaron ante la mejor pareja (Pablo Prigioni-Zoran Planinic) de la competición.

El todavía joven (27 años) pero ya casi eterno capitán Salgado ha encontrado un compañero de fatigas en la dirección que le hace verse arropado como no se sentía desde que tuvo a su lado al argentino Diego Ciorciari, en su primera temporada ACB.

Huertas, cedido por el DKV Joventut, está siendo la sensación de la temporada. El internacional brasileño es quien se encarga de meterle ritmo al partido, percutiendo desde el inicio contra la defensa rival y buscándole las cosquillas con su juego intenso y, también, algo alocado.

Ya en la segunda fase del partido, Salgado se suele encontrar con los rivales maduros para desarbolarlos con su juego controlado, que no lento, y sacando rendimiento como pocos del reloj y los tiros libres.

Así, con los bases imponiendo el juego que quiere Vidorreta y con el resto del plantel implicado como si fuese un solo jugador, el Iurbentia Bilbao ha dado un nuevo paso en una trayectoria que, por el momento, sólo tiene dirección hacia arriba. La que le ha llevado, con un tercio de liga disputado, a la zona noble de la tabla. La que tiene dos premios: primero, la Copa; y, si se es capaz de aguantar el ritmo, Europa.