CSKA vuelve a arrollar al Panathinaikos y coloca el 2-0 en la serie (100-80)

Redacción, 16 abr. 2015.- Sólo un cambio en el cinco de Dusko Ivanovic, pero la mentalidad de inicio fue muy diferente respecto al partido inaugural. Las primeras canastas de Charalampopoulos (anotó siete de los 11 primeros puntos de su equipo) y la fuerte defensa griega evidenció un cambio de tendencia. Para el espectáculo era una mala noticia y también para un CSKA Moscú al que le costó arrancar en ataque porque sus triples no entraban y en la zona Sasha Kaun no sacaba ventaja de su estatura.

Junto a la joven promesa helena, el veterano Esteban Batista (10 puntos al descanso) era el otro puntal de Panathinaikos y entre los dos lograban que mediado el primer cuarto el marcador les fuera favorable. El tiempo muerto era inevitable ya que CSKA Moscú debía organizar sus ideas y activar sus piernas.

La ventaja llegó a ser de seis puntos (8-14) para Panathinaikos, pero entonces Andrei Kirilenko (13 puntos al descanso) decidió entrar en escena y con tres triples seguidos lideró un parcial 13-0 que dio la vuelta al marcador para mayor enfado de un Ivanovic que se desesperó con el triple sobre la bocina de Nando de Colo (21-14).

Nada quedaba ya de la actividad ofensiva de los pívots griegos o el acierto triplista. Las ayudas de los jugadores moscovitas, los dos contra uno y la defensa del rebote negaban cualquier opción de canasta fácil para su adversario. Dos canastas de Nikos Pappas dieron respiro a esta vorágine, pero en ataque el CSKA Moscú ya había cogido velocidad de crucero. Esa era la peor noticia para un Panathinaikos que no podía ir a la batalla anotadora frente al arsenal ruso.

Podía ser que el CSKA Moscú quedara en letargo durante varios ataques, pero un minuto de intensidad y acierto anotador hacía que las diferencias nunca se aproximaran en exceso. Al contrario, la renta local comenzó a rondar los 10 puntos y, como ya sucediera en el final de primer cuarto, también sobre la bocina De Colo (12 puntos al descanso) dejó su impronta en el partido con un canastón que puso la máxima en el partido (47-35).


El paso por el vestuario no cambió el escenario del encuentro. Muy al contrario, el conjunto moscovita siguió mostrando su cara más habitual y, como si de un auténtico martillo pilón se tratara, fue golpeando una y otra vez el aro rival, hasta superar los 20 puntos de ventaja a pocos segundos para el final del tercer cuarto (72-51). Sólo un postrero triple sobre la bocina de Antonis Fotsis impidió que se mantuviera esa ventaja al término del periodo (72-54).

Pero cuando parecía que el equipo de Dusko Ivanovic ya estaba tocado y hundido, con la diferencia rondando ya los 30 puntos (86-57, m.32), sacó toda su rabia para endosar un parcial 0-7 que parecía podía ser el despertar de un Panathinaikos que había estado muy perdido hasta ese momento.

Solo fue un espejismo, Pavel Korobkov se colgó del aro, provocando además la falta de Giankovits, convirtiendo un 2+1 que frenaba en seco la reacción del conjunto griego. Los minutos que faltaban ya solo fueron un mero trámite. Al final, 100-80 en el marcador y el 2-0 en el casillero de un CSKA Moscú que viajará a Atenas con medio billete para la Final Four en el bolsillo.