Artículo

Al Real Madrid se le resisten los Celtics (96-111)

No pudo haber broche perfecto a la temporada perfecta y el Real Madrid cayó derrotado frente a Boston Celtics con el mismo marcador que en 1988. El equipo NBA evidenció tener un punto de intensidad defensiva y ritmo anotador superior a unos madridistas que notaron las ausencias y en donde destacó Thompkins (24 puntos y siete rebotes)

Foto EFE
© Foto EFE
  


Redacción, 08 Oct. 2015.- El Real Madrid no pudo cerrar la pretemporada con victoria y cayó derrotado frente a Boston Celtics por 96 a 111 en un partido en el que combatió con un rival de gran poderío físico y el infortunio de las bajas.

Puede que no hubiera título en juego, pero la recompensa de vencer a la leyenda verde de la NBA era suficientemente estimulante de por sí antes del encuentro. Tras haber dominado el baloncesto FIBA, el Real Madrid tenía el reto de medir su juego con Boston Celtics y de ese envite no pudo salir victorioso porque, a las dificultades habituales de combatir con equipos NBA, tuvo que añadir los problemas de las lesiones que redujeron su habitual rotación.

Tampoco ayudó Boston Celtics a que el partido fuera cómodo para los blancos y el equipo americano no permitió en ningún momento que el Real Madrid se sintiera cómodo en ataque. Sin duda que el trabajo de scouting de Brad Stevens surtió efecto y presionó mucho a los bases blancos para ahogar la ofensiva con balones perdidos. Sin fiabilidad en la circulación de balón ni tiro exterior (3-15 al descanso), el Real Madrid se mantuvo en la primera parte cerca en el marcador gracias a los puntos de Trey Thompkins (24 puntos y ocho rebotes) y los destellos de calidad de Sergio Rodríguez.

Pese a ello, Boston fue poco engrasando su maquina y evidenció estar fresco de piernas pese a ser su pretemporada para castigar con contraataques los errores del rival y marcharse al descanso con un favorable 43 a 54.

Pese a que el Real Madrid recuperó su acierto exterior y los triples de Sergio Llull (17 puntos) dieron vida a su equipo, la realidad era que Boston Celtics tenía una marcha más y eso se evidenció en el tercer cuarto. Con una rotación reducida, el cansancio hizo mella en los blancos y no pudo aguantar la anotación de unos Celtics donde Avery Bradley comandó la escapada definitiva en el marcador.

El equipo NBA tardó más de tres cuartos, pero al final consiguió doblar la resistencia blanca y romper la barrera de los 20 puntos (73-95) a ocho minutos del final. El sueño de tumbar a los Celtics se disipó definitivamente.

Foto EFE
© Foto EFE

Intensa presión verde

Sin los complejos de antaño y el descaro que da la confianza en sí mismo, el Real Madrid arrancó el partido predispuesto a tutear a los Celtics y sus dos primeros ataques dieron con el aro poniendo una ventaja inicial que, eso sí, fue volteada por Boston.

El equipo NBA tardó 90 segundos en anotar su primera canasta pero, de la mano de David Lee respondió al inicio blanco con un parcial de 0-8 (4-8). Eran los interiores de los Celtics los que más daño hacían y las pérdidas de balón (siete en el primer cuarto) el punto débil de un Real Madrid que, en el otro lado de la pista, se mantenía en el partido con los puntos de Gustavo Ayón y Thompkins.

Golpe a golpe y de parcial a parcial, el partido fue calentando con la teórica igualdad que se presuponía, dándole la oportunidad al público asistente de disfrutar de los típicos highlights que se producen en estos encuentros. Con un 7-0, además, el Real Madrid volvió a tener un nuevo liderato en el marcador justo en el que se produjo uno de los momentos más esperados de la noche.

El duelo entre Isaiah Thomas (15 puntos) y Sergio Rodríguez (13 y cinco asistencias) era esperado por muchos dada la espectacularidad y magia de dos jugadores que ponen un punto diferente al baloncesto. Con cuentagotas, pero ambos jugadores ofrecieron destellos de todo ello y si el menudo base americano volvió a estirar el marcador para los suyos, el Chacho logró neutralizar la ventaja para que el término del primer cuarto Boston Celtics sólo venciera por dos puntos (23-25).

El siempre aguerrido Felipe Reyes era el que tomaba el relevo anotador en el Real Madrid y su pundonor contrarrestaba con aplausos los gestos de asombro de la grada ante las acciones individuales de unos 'verdes' que controlaban el marcador pero no se escapan y ni mucho menos apabullaban.

A Boston le falta tino en sus muñecas y si bien su defensa incomodó al rival en el primer cuarto, en la salida del segundo Sergio Rodríguez tomó el control de la situación para poner el 33 a 31 en electrónico antes de salir del partido ante la ovación del público local. Los cambios también llegaron en los Celtics, en plena pretemporada era necesario monitorizar el minutaje de sus jugadores pero también dar respuesta a un rival que crecía en el partido. Para ello regresó la primera unidad verde manteniéndose Thomas como único suplente.

Con ellos volvió la mejor versión defensiva de los Celtics y las pérdidas de balón se reprodujeron en un Real Madrid que encajó un parcial 0-9 con el que Boston obtuvo la máxima renta hasta ese instante (35-42).

Claramente al Real Madrid le hacía falta que Sergio Rodríguez le devolviera alegría y seguridad en el ataque y con él de nuevo en pista los triples de Llull y Thompkins volvieron a conectar a los madridistas. Por desgracia fue una conexión efímera ya que Boston seguía dominando el ritmo de partido y castigando cada error del rival con una sombrosa verticalidad cara el aro. Las faltas, además, le dieron un goteo de visitas a la línea de tiros libres que acabó dándole una renta máxima de 12 puntos (42-54) justo antes del descanso.

Foto EFE
© Foto EFE

Infructuosa resistencia

Con la reanudación, el real Madrid renovó esfuerzos por acercarse en el marcado y así lo parecía con los triples de Nocioni y Llull (en tres minutos anotaron los mismos -3/4- que en la primera parte 3/15-). El atasco anotador de la primera parte por un momento se olvidó, pero por desgracia, en Boston Celtcis David Lee (13 puntos y 11 rebotes) y Avery Bradley aparecieron para contestar y perpetuar la ventaja verde.

Para colmo de males, un mal golpe de Maciulis le sacó del encuentro en la primera parte y los problemas de Nocioni hicieron que el joven Radoncic entra en pista antes de lo que se hubiera podido imaginar. Con tanta adversidad, el conjunto blanco se dedicó a subsistir en el encuentro con su tiro exterior y de intentar réplica a unos Celtics que se sentían cómodos en el encuentro y crecían en espectacularidad a lo largo del tercer cuarto.

Nuevamente eran Thompkins y Sergio Rodríguez los que comandaban la resistencia blanca llegando incluso a ponerse a ocho puntos mediado el cuarto, pero entonces un nuevo estirón en el marcador provocó que los Celtics se fueran 15 arriba (63-78). El tiempo muerto de Pablo Laso era necesario para frenar el parcial de Boston y encauzar el encuentro. Pese al loable esfuerzo de técnico y jugadores, la realidad era esclarecedora y Boston cerró el cuarto coqueteando con la veintena de puntos de ventaja (69-85).

Contra los elementos y sabiendo que para el Real Madrid su auténtica batalla comienza este domingo, el último cuarto se inició con el último intento de aproximación. Era una oportunidad por mantener vivo el encuentro y la expectación en el pabellón. Esto rápidamente se vio que no sería posible y a ocho minutos del final un triple de Jones acabó por situar a los Celtics con más de 20 puntos de ventaja (73-95). Ese fue el momento en el que Boston entendió que su partido había terminado y su rotación más profunda entró en acción dando un respiro al Real Madrid.

Con la victoria decidida pero medio cuarto por jugar, los esfuerzos finales del Real Madrid se basaron en afinar su puesta a punto cara al estreno liguero y maquillar un resultado con el que su afición pudiera salir orgullosa. Cualquiera hubiera entendido la lógica del marcador, pero ninguno de los jugadores del Real Madrid se sentía cómodo con las sensaciones finales y por eso quisieron mantener siempre muy alto su sentido competitivo.

Quizá incluso en exceso y un pequeño "encuentro" entre Nocioni y Jordan Mickey puso un poco de pimienta al duelo. Fue un incidente menor y el partido (y la fiesta) concluyó sin más noticia que el resultado final. Seguro que no fue el que todos esperaban, pero era lo de menos porque lo bueno para el Real Madrid, su liga, comienza este domingo. Ahí él será el rival a batir.

96 - Real Madrid (23+20+26+26): Llull (15), Carroll (4), Maciulis (3), Thompkins (24) y Ayón (5) --quinteto inicial--; Rodríguez (13), Nocioni (11), Reyes (15), Hernangómez (5), Doncic (1), Radoncic (-) y Ndiaye (-).

111 - Boston Celtics (25+29+31+27): Smart (7), Crowder (8), Bradley (17), Lee (13) y Zeller (8) --quinteto inicial-- Sullinger (7), Thomas (15), Jerebko (6), Rozier (14), Young (3), Hunter (2), Olynyk (6) y Mickey (5).

Árbitros: McCutchen, Taylor y Lamonica. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la gira NBA Global Games disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (Barclaycard center) ante unos 13.000 espectadores.