Redacción, 26 Mar. 2016 (EFE).- El Rio Natura Monbus Obradoiro intentará mañana en el Fontes do Sar, terminar con su mal momento en casa frente al Valencia Basket.
El equipo que dirige Moncho Fernández ha ganado dos de los últimos dieciséis partidos disputados en la Liga Endesa, con una única victoria como local, en la prórroga frente al MoraBanc Andorra el 3 de enero.
Llega en esta situación a un partido trascendental, pues quedan nueve jornada para el fin de la fase regular de la competición y todavía está en el aire el objetivo de la permanencia, logrado de manera ininterrumpida desde la temporada 2011/2012.
Con los doce jugadores disponibles, el conjunto compostelano se enfrenta a uno de los equipos que peor se le ha dado históricamente en la competición, pues en once encuentros, el Obradoiro ha sumado una única victoria, en mayo de 2012.
Fernández insiste, desde hace semanas, en la importancia de conseguir un triunfo por varias razones, aunque la primera es el cambio de dinámica que significaría y la mejora en el estado de ánimo del vestuario.
Otro motivo importante es que un triunfo reforzaría el trabajo realizado por el equipo desde el principio del curso, que hasta ahora no se ve refrendado por los resultados a pesar de que en muchos encuentros se queda a muy pocos puntos de vencer y solo son los detalles finales los que lo privan de un buen resultado.
Insiste el técnico en la relevancia de mantener el trabajo defensivo durante los cuarenta minutos y mejorar el acierto, que es la principal asignatura pendiente en los últimos encuentros, en los que los jugadores no anotan en situaciones que sí se convertían en puntos al principio de la temporada.
El Valencia Basket visitará mañana la pista de un necesitado Rio Natura Monbus Obradoiro con el objetivo de lograr una victoria con la que pasar página de la inesperada derrota sufrida el pasado domingo ante el Movistar Estudiantes.
El choque ante el conjunto colegial fue un aviso de que el Valencia, pese a no tener urgencias tras su buen inicio de temporada, debe encontrar la motivación necesaria para ser competitivo ante rivales inferiores pero con más hambre dada su complicada situación.
El pasado domingo, desde el inicio, se vio al Estudiantes más metido en el encuentro y cuando el Valencia quiso reaccionar ya no pudo encontrar su ritmo habitual de juego y se entregó a las individualidades, algo muy poco habitual y que no le valió para ganar.
Pese a todo se mantiene en segunda posición con veintiún triunfos, uno menos de los que tiene el Barcelona, y depende de sí mismo para acabar la fase regular en primera plaza pues debe recibir en la Fonteta al equipo catalán.
El Valencia ya le ganó en el Palau, por lo que si repite triunfo y ambos equipos acaban empatados, le adelantará en la clasificación.
Enfrente mañana tendrá a un equipo que tras ganar sólo uno de sus últimos diez encuentros ligueros ha descendido hasta la cuarta plaza por la cola de la clasificación y está ya con sólo una victoria de margen respecto a los puestos de descenso.
Eso sí, el equipo gallego es, junto al Iberostar Tenerife, uno de los más propicios para el Valencia en la ACB pues ha ganado once de los doce encuentros que ambos han disputado en esta competición y acumula siete triunfos seguidos.
En el encuentro que ambos equipos disputaron en la primera vuelta en la Fonteta el Valencia de impuso por un claro 76-56 en un choque en el que un parcial de salida de 16-5 impulsó al conjunto que dirige Pedro Martínez.
Para este partido el técnico catalán mantendrá la baja de Sam Van Rossom, mientras que el resto de los jugadores que no han participado en los últimos encuentros como Bojan Dubljevic y Fernando San Emeterio viajan, aunque no está confirmada su participación en el partido.
En principio, también estarán a su disposición Romain Sato, que sufrió un esguince en el encuentro del pasado domingo, Jon Stefansson, que ha tenido algunos problemas en una rodilla durante la semana y Jordi Trias, que ha estado unos días enfermo.
