Redacción, 29 Dic. 2017.- Solamente los muy 'freaks' del basket mundial conocían a Aaron Jackson cuando llegó a Bilbao en verano del 2010. Su carrera universitaria, aunque buena en Duquesne, no había sido merecedora de entrar en el 'draft', según los equipos, mientras que en Europa había pasado una primera campaña sin hacer demasiado ruido en el Antalya turco y en la Virtus de Bolonia (en 'playoffs'). Pero el hombre que lleva al héroe griego Ajax tatuado (también le llaman así a veces) guardaba dentro de sí a un superlativo 'combo guard', capaz de superar con enorme facilidad los 10 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en muchos partidos.
Llegar a la capital vizcaína supuso un indudable 'antes y después' en su carrera, el florecimiento definitivo de un base dominante, capaz de manejar los partidos a su antojo con un físico descomunal y unas cualidades técnicas excepcionales. Fue uno de los protagonistas principales de dos temporadas para el recuerdo, ahora que el club debe tener otras miras por motivos económicos.
Conoce su historia de la mano de Javier Ortiz, en Espacio Liga Endesa
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Aaron Jackson: Un 'súper clase' al servicio de la causa de Miribilla
"Abandonar Bilbao es una de las cosas más duras que he hecho en mi carrera profesional. Siento que ahí empecé mi currículo", aseguró Aaron Jackson tras dejar el País Vasco
© Jackson supera a Lampe por la línea de fondo (ACB Photo / Arrizabalaga)