España no da lugar a dudas y supera a Japón (71-84)

Redacción 22 sep. 2018.- España tuvo el estreno deseado en su Copa del Mundo y derrotó a una combativa selección japonesa por 71 a 84. Fue un duelo marcado por la superioridad inicial de las anfitrionas y los estériles esfuerzos de su oponente por recuperar la distancia otorgada en la primera parte.

Tres minutos duraron los nervios en España y la fortaleza japonesa. Ese fue el tiempo que tardó la defensa española en sacar a relucir su excelencia y dejar a su rival en 21 puntos. Desde atrás España construyó una ventaja que antes del descanso rozó la veintena. Con un ataque coral donde hasta 10 jugadoras sumaron en la primera parte, fue atrás donde se minimizó el impacto japonés. Cierto que la velocidad de las asiáticas rompieron en alguna penetración, pero que su primer triple llegara mediado el primer cuarto y con un claro 14-30 deja bien claro la tela de araña tejida por el equipo de Lucas Mondelo.

Pero como esto es una Copa del Mundo y nadie regala nada, Japón hizo acto de presencia en la segunda parte y Mika Fujitaka recordó el gen triplista a su equipo para evitar que el choque fuera un paseo por las nubes tinerfeñas. Japón utilizó la defensa zonal para cortar el ritmo español y eso le llevó a situarse a 11 puntos. Sin embargo, no terminó de llevar el miedo al pabellón pues nunca fue capaz de bajar del umbral psicológico de la decena de puntos y cuando lo hizo (66-75). A España no le pudo la presión y en los momentos donde pudo surgir cierta indecisión los triples de Anna Cruz, Cristina Ouviña y Laia Palau (nueve puntos y ocho asistencias) completaron el buen hacer anotador de Astou Ndour y Laura Gil (12 puntos cada uno). Al final, España superó con nota el siempre complicado estreno mundialista y reforzó sus convicciones como equipo.


Fuera nervios ¡A jugar!

Si durante semanas y días la selección española vino advirtiendo del peligro japonés, los primeros minutos de partido demostraron que no era un farol. Con su incómodo juego hiperactivo tomó las primeras rentas y sólo Astou Ndour parecía encontrar la llave del aro gracias su superioridad física en los tableros. Sus canastas sacudieron el saco de los nervios español y un triple de Anna Cruz completó un parcial de 0-7 con el que se puso por delante en el marcador.

Japón corría, obligaba a cambios defensivos pero sus penetraciones empezaron a chocar con las torres españoles. A eso se le añadió que el recurso del triple estaba aletargado (1/9 en la primera parte) porque las piernas y los brazos de las españolas estaban rápidos para negar cualquier tiro cómodo. El robo de Cruz y la canastas tras bello reverso de Cristina Ouviña era el mejor punto final para un inicio esperanzador (10-20).

Era el momento de ver la madurez competitiva de Japón y ésta quedó clara con dos penetraciones que recordaron el peligro ofensivo nipón. España era dura en la primera línea de pase, pero sufría cuando cambiaba en los bloqueos y eso fue desgastándola en faltas y energía. Con un juego más atascado en ataque durante el primer cuarto, la defensa siguió siendo el mejor argumento español para mantenerse con la ventaja. Además, como equipo veterano que es, España entendió el momento y fue sumando desde la personal hasta que nuevamente los lanzamientos entraron. Pasaban los minutos pero la tónica de ir doblando al rival (14-28) se mantenía y todas las jugadoras aportaban en positivo.


Los triples de España apagan la reacción nipona

Era evidente que esta no era la cara habitual de Japón y con el inicio de tercer cuarto se demostró para desgracia de España. El equipo japonés entró en calor refugiándose en una defensa zonal 2-3 que cortó la fluidez ofensiva española. Además, los triples entraron y Fujitaka aceleró la anotación de Japón. Lucas no lo vio claro desde el inicio y amagó con parar el parcial inicial con un tiempo muerto que acabó solicitando cuando, a 14 minutos del final, el rival se puso a 11 (40-51).

Estaba claro que había que despertar y revertir una dinámica que, sin ser peligrosa, tuvo tonalidades grises. Dicho y hecho porque nada más salir del tiempo muerto España encadenó un parcial 0-7 para volver a donde lo dejó al descanso: ganando por 18. España salvó el mal momento, pero dejó con vida a una Japón que definitivamente quería dar un último susto en un partido ciertamente controlado aunque con errores puntuales.

El último cuarto arrancó como una analogía ciclista donde Japón hacía la goma y si bien no terminaba de irse del partido tampoco era capaz de bajar la diferencia de los 10 puntos. No lo hizo porque Ouviña encadenó dos triples consecutivos evitando cualquier duda en el equipo. De eso era consciente Lucas y supo manejar el partido entendiendo que a cinco minutos del final ya no lo podía ganar Japón sino perder España (59-73).

No lo hizo porque, cuando Japón se puso a nueve, Marta Xargay (máxima anotadora con 15 puntos) arrebató el último aliento a su oponente y selló con buena nota su estreno mundialista. Nunca es fácil hacerlo y, además, hacerlo en casa con toda la presión que externamente está sintiendo. Por suerte, este equipo no falla y superó la trampa de una selección japonesa que, un partido más, deberá esperar para vencer a las españolas.