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Nicolás Laprovittola: Gracias... totales

Como si los imposibles parecieran sencillos, como si aún resonara la voz de Cerati. Lo de Laprovittola no fue un concierto... ¡fue un festival! 50 de valoración para la historia. 50 para el recuerdo, 50 formas de escribirlo y otras 50 de explicarlo: "¡Yo solo me tomé un café antes de pillar al bus!"

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Redacción, 16 Feb. 2019.- "Seguro que mañana pondréis tantos adjetivos de Nico...".

Sí, Carles, nos faltan sinónimos grandilocuentes, nos falta lenguaje, nos faltan idiomas, nos faltan diccionarios para no repetirnos, para no caer en la onomatopeya, en la exclamación, en la rendición sin condiciones.

Si el Divina Seguros Joventut ganara esta Copa, pase lo que pase de aquí al domingo por la noche, esta será ya para siempre la Copa de Laprovittola. Si no lo hace, este torneo llevará al menos su apellido, tras protagonizar uno de los partidos más salvajes vistos jamás en esta competición.

"Yo solo me tomé el café que el delegado Adri me hizo antes de subir al bus", confesó con la timidez del genio que no es consciente de ello. 36 puntos, 7 asistencias, 9 faltas recibidas y 50 créditos de valoración más tarde, la historia le miraba.

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El cántico de MVP. Las felicitaciones, los aplausos, los abrazos más sentidos. Y el pabellón en pie. El de la bufanda de la Penya, claro. Pero también el baskonista, siempre honrando el basket. El del Obra que por Madrid anda, o el del Unicaja que por momentos siente ese verde como suyo por culpa de 'Lapro'.

"Cuando llegué a Badalona, Nico ya estaba y los dos hicimos 0-5. Jugamos en Sevilla y Nico y yo estuvimos fatal. Pero hemos ido creciendo. Lo que ha hecho Nico es extraordinario", aseguraba emocionado Carles Duran, definiendo a un jugador acostumbrado a los extremos. Imprevisible y decisivo, irregular y mágico. Estético hasta el dolor, hasta el placentero dolor, en sus días grandes. Y en los malos, claro, con un sufrimiento menos llevadero.

Su cara al enterarse de su récord histórico es otra de las imágenes de la Copa. "Era consciente durante el partido de mi actuación, pero del dato me he enterado en rueda de prensa. No tenía ni idea y me sorprende muchísimo. Gracias a compañeros y entrenadores porque ellos me ayudan a jugar de esa manera", aseguraba, aún en shock, como si estuviera realmente convencido de que los partidos de esa dimensión vienen y van sin pedir permiso y con frecuencia. "Es importante tener este récord. Ojalá se hable un poquito de ello más adelante".



"Ha salido todo, ha salido todo...", exclamaba. Hasta los tiros imposibles que lanzaba cuando la posesión agonizaba. Poseído, en pleno trance, capaz de tumbar al KIROLBET Baskonia o al que se le hubiera puesto por delante para conducir a su equipo hasta semifinal, sin pensar en el después. "Ahora, más que recordar que he hecho historia en la cama, voy a pensar en todos los dolores que tengo en cuidarme para semifinales", soltaba entre carcajadas. "Creo que lo podré llegar a asimilar cuando acabe el torneo. Hay un partido muy importante para demostrar a qué venimos a esta Copa y lo de los récords ya quedará para más adelante. Este club tiene mucha historia y el disfrutar jugando es lo único que importa".

Capaz de ser al mismo tiempo el máximo anotador, el máximo asistente y el que más pierde balones de toda la Liga Endesa, metáfora de su ADN, Nico encontró su lugar, Nico encontro sus colores. "Carles y mis compañeros me han dado el mando del equipo, me dejan liderar, crear y divertirme en la cancha. No tengo palabras para darles las gracias".

"Esta camiseta lleva el escudo de la Penya, esto es lo que somos como equipo, lo que demostramos en la cancha. Dimos un espectáculo de todas esas frases", añadió.

"No es solo lo de hoy, lo que está haciendo esta temporada es increíble, es un grandísimo jugador", grita Dimitrijevic. "Ha tenido varios de estos, eh, hace un par de semanas metió 40", asentía Delía. "Le conozco desde hace tiempo y, cuando está con confianza, es capaz de hacer cosas así y por eso no me sorprende tanto. En los momentos más calientes juega con inteligencia. Nos hace más fácil jugar a todos. ¡Siempre en mi equipo!"



Casualidad o casualidad, Nico jugó uno de los partidos de su vida justo en su encuentro más solidario, en el que llevaba unos cordones dorados por el Día Intercional contra el Cáncer Infantil, transformando sus puntos en dinero en donaciones para la investigación por parte de CaixaBank y El Corte Inglés. "Fue un placer jugar para algo tan noble y poder ayudar en este día con lo mínimo que podía, llevando esos cordones. ¡No me los voy a quitar!"

Fue exhibición, fue recital, fue locura. Pero no, no fue un concierto. Más bien... un festival. Uno de esos con Los Redonditos de Ricota, saltando con Los Piojos, Attaque 77 y Callejeros o cantando himnos de Los Fabulosos Cadillacs. La emoción de Calamaro, el orgullo argentino de Bersuit y la voz del eterno Cerati en Sodastereo.

Nico... gracias... totales.