Madrid, 17 Feb. 2019.- Uno de los grandes protagonistas de la final copera será Pierre Oriola, el único de todos los presentes esta tarde que ha jugado las últimas tres finales de la Copa del Rey.
"Estuve con Valencia Basket en la final copera hace dos años y la pasada con el Barça. Ahora vuelvo a repetir", decía con media sonrisa en la previa, esperando decantar la balanza a favor de las victorias.
Y es que el ala-pívot tuvo que esperar al segundo intento, tras perder su primera final frente al Real Madrid por 97-95. Al año siguiente, en otro encuentro realmente igualado y cargado de puntos, la moneda salió cara, levantando por fin el trofeo tras vencer al Real Madrid por 90-92. Venganza doble.
"Llegamos con ganas e ilusión de llevarnos esta Copa. Es otra finalísima, un partido complicado que afrontamos con confianza por estar haciendo un buen trabajo. Es un equipo distinto al del año pasado y nos costó arrancar, con dudas de inicio. Sin embargo logramos tomar un rumbo muy bueno má allá de lo que pase hoy", asegura el internacional, que fue uno de los más destacados en semifinales, con 14 de valoración frente al Iberostar Tenerife.
"Tenemos que reafirmar el bueno juego y buen estado en el que estamos. Jugamos en casa del eterno rival y eso lo hace diferente". Es, precisamente, esta condición de visitante la que más motiva al barcelonista, al que le pone especialmente pensar en el ambiente que les espera a los suyos: "Está claro que siempre te sientes más cómodo jugando en casa y con apoyo".
Sin embargo, lo de hoy va a ser una caldera y un infierno. A mí personalmente son ambientes que me gustan y que me motivan. Ojalá nos ayude a ganar", concluyó.