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Carlos Cherry: Aventuras búlgaras

Hace una semana, el Lukoil ganaba la liga búlgara al derrotar al CSKA Sofía por 97-99 en un agónico tercer encuentro. ¿Y bien...? En los derrotados destacaba el español Carlos Cherry, que con 22 puntos completaba una gran temporada en un destino tan exótico como poco habitual. “Nunca pensé que estaría en Bulgaria y me he dado cuenta de que el futuro cambia en una llamada de teléfono", explica un base que nos cuenta sus aventuras y desventuras en Bulgaria, donde incluso le han ofrecido jugar para la selección. “He echado muchísimo de menos a los árbitros españoles (risas)”, señala, recordando que “me echaron de un partido de la final por preguntar '¿hay rebote o es banda?'”

Carlos Cherry ha vivido una temporada exótica en Bulgaria (Foto cskabasket.net)
© Carlos Cherry ha vivido una temporada exótica en Bulgaria (Foto cskabasket.net)
  

No muchos jugadores españoles han tenido la decisión o la posibilidad de trabajar fuera de nuestras fronteras, pero sin duda, uno de los casos más exóticos que se recuerdan lo ha protagonizado Carlos Cherry, que acaba de terminar su contrato de cuatro meses en el CSKA Sofia, el subcampeón de la liga búlgara. Cherry se desvinculó del Caja San Fernando en noviembre y dos meses después, encontró un nuevo equipo, el CSKA, que le ha dado la oportunidad no sólo de conocer una cultura y un país diferente, sino que le ha hecho explotar como jugador. Cherry ha promediado 15,4 puntos y 3,9 asistencias en los ocho partidos de Playoff que ha disputado y ha podido jugar una final donde ha sido sorprendentemente expulsado, ha brillado y ha sido parte fundamental el intento del CSKA por batir al Lukoil Academic. Esta es la increíble experiencia de Cherry en Bulgaria.

No empezó bien la temporada para Cherry, que fue apartado del Caja San Fernando antes de iniciarse la temporada, antes de llegar a un acuerdo con el club para romper el contrato que unía a ambas partes hasta 2008. Se rumoreó que podría ir aquí y allá - el Adecco Asvel francés parecía uno de sus posibles destinos - pero al final se decidió por el CSKA Sofia, un destino un tanto exótico: jugadores como Brad Traina, Deon Thomas, Leo Palladino, Adrian Pledger, Lior Lubin o el entrenador Jaakob Gino salieron del equipo antes de que él llegara. Especialmente raro fue lo del coach Gino, que fue cesado cuando iba... ¡primero! Nada pareció importarle a Cherry, que estaba loco por jugar: "hubo 2 o 3 equipos ACB que estuvieron a punto de ficharme, me salieron un par de cosas de LEB encima de la mesa pero dije que no, porque pensaba que era mejor irme al extranjero, yo siempre había querido jugar fuera de España. En España he demostrado el nivel que tengo y quería demostrarlo también en otro sitio. Estaba intentado que saliese algo en Italia o Grecia pero las ofertas que salieron no eran buenas o adecuadas. La propuesta del CSKA Sofía era de un equipo que jugaba competición europea, había hablado con Filip Videnov y Vasco Evtimov, tampoco era para mucho tiempo, así que dije que sí. Estaba cansado de estar en casa, tenía mono de jugar y la oferta no era mala."

Cherry tardó en adaptarse a otro baloncesto, a un país muy distinto y a otro estilo de juego. Especialmente difícil fue la adaptación a según qué canchas: "Un pabellón de colegio de alguna ciudad de España es mejor que algunos de los pabellones de la liga. Otros están muy bien, como el Universiada, donde nosotros jugábamos, el de Pleven, el de Lukoil... Básicamente saliendo de Sofia y de Varna, que son las dos ciudades importantes de Bulgaria, la calidad baja. Hay algún equipo de pueblo que juega en primera división y... eso de tener la pared a medio metro de la linea de fondo es algo que no había visto. La grada está muy cerca y aquí son muy fanáticos y algo de miedo sí que he pasado estando en el banquillo".

Bienvenido a otro mundo, Carlos. Sin embargo, Cherry salió airoso tras un inicio poco esperanzador que, unido a los muchos cambios del equipo, lo pusieron contra la pared. "Yo estaba entrenando en Sevilla, pero no es lo mismo que jugar, me faltaba ritmo de competición y entender el juego. Vine a Bulgaria a jugar como se juega en España o Italia, más a mover la pelota, pasarla y buscar el juego colectivo... pero o no me entendían o pasaban de mi. Me costó un mes darme cuenta: aquí la suma del colectivo es importante pero cada uno suma por su lado. Aquí se suelen dar dos pases y cada uno toma una decisión individual", explicó.

Carlos Cherry, expulsado por dos técnicas en el segundo encuentro de la final (Foto Cskabasket.net)
© Carlos Cherry, expulsado por dos técnicas en el segundo encuentro de la final (Foto Cskabasket.net)
Eso sí, que nadie se lleve a engaño. Jugadores como Videnov, Evtimov o Todor Stoykov ya han jugado en la ACB y hay otros búlgaros con futuro que prometen dar guerra en el baloncesto Europeo. Cherry es consciente de ello, ya que lo ha vivido en primera persona: "Aquí hay muy buenos jugadores exteriores, con muy bien nivel. Los jugadores interiores no tanto, pero los exteriores sí que lo son, hay varios que bien podrían jugar en ACB. Igual no iban a ser titulares en el Barcelona, pero suplente en un equipo medio de la liga sí que podrían serlo y hacerlo bastante bien. Aquí todo el mundo tira y todo el mundo mete de tres. Por ejemplo, Stoykov es un jugador más anárquico que la media y chocó más con nuestro tipo de juego. Hay muchos escoltas, con buen manejo de balón, que pasan bien y tiran bien, muy completos. Supongo que les costaría mucho adaptarse, si a mí me ha llevado un mes, a ellos les llevaría aún más en sentido contrario. Hay 4-5 jugadores no mejores técnicamente que Stoykov pero que podrían jugar en ACB". Carlos no da nombres, pero gente como Riste Stefanov, Chavdar Kostov, Jordan Bozov o el veterano Hrisimir Dimitrov son algunos ejemplos.

No es todo baloncesto lo que rodeó a Cherry en Sofía, ya que en un viaje así te encuentras con choques culturales, situaciones extrañas y algunas cosas que nunca esperarías en países como España. Es parte de lo divertido de la aventura, como nos cuenta el propio Cherry: "Por ejemplo, las carreteras tienen muchos baches. Tanto es así que todos los del equipo hemos roto una rueda yendo a entrenar por culpa de los baches. En Sofía hay muchos coches de lujo, como si fuese Puerto Banús, mucho Lamborghini, Maserati... pero después la apariencia de la ciudad no es lujosa. Hay gente que tiene dinero, está claro. A lo mejor vas a un restaurante y ves tres Mercedes aparcados en fila y con los cristales tintados, con guardaespaldas dentro... es como estar en una película tipo El Santo o de James Bond. A nosotros nos llama la atención, pero para ellos es normal. Una anécdota es que en la puerta del pabellón hay dos pegatinas, una que pone Prohibido Fumar y otra que pone Prohibido Pistolas. Hay muchos sitios que pone Prohibido Perros y Prohibido Pistolas".

Sea como fuere, Cherry ha tenido la oportunidad de jugar la final de la liga búlgara y tener un papel absolutamente preponderante, con muchos minutos y una gran actuación en el tercer partido de la serie. Llegó hasta los 22 puntos, incluyendo dos triples seguidos en la segunda prórroga que significaron el 91-85. Después cometió su quinta falta y el CSKA perdió 97-99 fallando el último tiro. "Quizás hemos tenido mala suerte. Jugamos muy mal en el primer partido, y Lukoil es un equipo que ha ganado cinco ligas consecutivas, saben lo que hay que hacer y nosotros éramos un poco inexpertos. Jugamos mejor en el segundo partido, remontamos 15 puntos y perdimos de dos, y en el tercero fuimos a dos prórrogas en casa. Los jugadores búlgaros tienen otra mentalidad jugando en casa, piensan que allí pueden ganar a cualquiera. En casa perdimos en la segunda prórroga cuando creo que merecimos ganar. ¿Qué se puede decir? Fue un partido a cara o cruz y salió cruz”.

Carlos Cherry ha promediado 15,9 puntos por encuentro (Foto Cskabasket.net)
© Carlos Cherry ha promediado 15,9 puntos por encuentro (Foto Cskabasket.net)
Otra gran diferencia es el arbitraje, claro está. No es solo la diferencia de nivel, también está la falta de entendimiento con ellos. Cherry tuvo su particular episodio de "Lost in Translation" en el segundo partido de la final, donde recibió dos técnicas en el primer cuarto y aún no se explica qué pasó: "Nunca pensé que diría esto, pero he echado muchísimo de menos a los árbitros españoles (risas). Mira que en España a veces me he enfadado y pierdo los nervios, pero la diferencia es astronómica comparado con el nivel aquí. En el segundo partido de la final hubo una técnica a nuestro entrenador y entré un momento dentro de la zona del triple para marcar una jugada a un compañero, algo normal. Me pitaron técnica y se montó un jaleo tremendo. Al final hubo seis tiros libres y cuando llegó el quinto o al sexto le pregunté: '¿hay rebote o es banda?'. Entre que no hablan inglés y el ambiente estaba como estaba, me pitaron la segunda técnica. Creo que hubiésemos ganado si hubiese jugado, porque solo perdimos de dos. Nunca me habían echado de un partido en mi vida y tuvo que ser en la final".

La temporada ha terminado para él y es hora de mirar hacia adelante. En Sofia se ha ganado a aficionados y club, pero ahora solo cabe descansar y meditar su futuro, que espera que sea mucho mejor a partir de ahora. Él lo tiene muy claro: "puede que haya dos opciones, que haya sido el paso previo para seguir con esta aventura de estar en el extranjero y pruebe a jugar 3-4 años en el extranjero, quizás en ligas más competitivas, o volver a España, que es la liga más fuerte de Europa y la que mejor conozco. El CSKA quiere que vuelva, desde hace 15 días insisten para que renueve y yo les he dicho que voy a esperar a verano para ver las ofertas que salen. No descarto volver a Sofia porque no me puedo quejar del trato que me han dado. Hemos tenido momentos de tensión y cuando se pierde es más dramático. No estaba muy acostumbrado a este tipo de cosas, pero lo he asumido". Y si llegan ofertas de varios países de Europa, incluida España, ¿cuál puede ser su planteamiento de futuro? "Si tengo ofertas de España y el extranjero, a igualdad económica y deportiva, me seguiré yendo al extranjero a no ser que me diesen la opción de volver a Sevilla, porque a casa y al Caja siempre volvería. Por lo demás, creo que me decantaría por el extranjero. Nunca pensé que estaría en Bulgaria y me he dado cuenta de que el futuro cambia en una llamada de teléfono".

El principal obstáculo que algunos jugadores encuentran cuando estás fuera de su país es la cantidad de tiempo libre que tienen. No todo el mundo está preparado para ello, pero Cherry es un tipo sencillo, un loco del basket que ha encontrado en ACB.COM una de sus principales opciones de ocio los fines de semana. "Internet siempre es importante y aquí en casa tenía Andalucía TV, con lo que podía ver los partidos de ACB los domingos. También seguía los partidos de LEB y ACB online. Piensas que Bulgaria está muy lejos, pero probablemente si juegas en Canarias, o si eres del sur y juegas en el norte tardas lo mismo. Hay dos vuelos directos diarios Sofia - Madrid y se tardan tres horas. Realmente, tardaría lo mismo en llegar desde Girona a Sevilla, o si vas a algún sitio tipo Gijón, León o Valladolid... la distancia es la misma en tiempo. Entre Internet, teléfono y la tele por satélite no se me ha hecho duro, no he tenido la sensación de distancia".

¿Es este un primer paso para un éxodo de jugadores españoles a otros países donde demostrar su valía? Solo el tiempo lo dirá, pero el buen papel de Cherry en el CSKA Sofia no ha pasado desapercibido en el Este de Europa. Carlos ha pasado de no tener equipo a tener opciones disputar competiciones europeas el año que viene como el base titular de un buen equipo si decide quedarse en el CSKA. El jugador español, desde luego va las cosas de otra forma tras su paso por Sofia: "la mentalidad del jugador español, y yo el primero, es a veces muy comodona. Preferimos jugar en España y luego protestamos porque vienen los croatas, los serbios o los italianos. Pensé, 'bueno, pues coge tú la maleta, vete al extranjero, demuestra en otro sitio que eres bueno y puede jugar y ya verás como te valoran más'. Los dos últimos meses que he hecho aquí en el CSKA han sido muy buenos, creo que he jugado muy bien. Salía en prensa todos los días, la gente estaba loca conmigo, me han ofrecido jugar con la selección búlgara... Hay que demostrar lo que vale, pero nosotros queremos que nos valoren fuera sin demostrarlo. Me parece que es un concepto equivocado”.

Pase lo que pase, el futuro parece brillante para un Carlos Cherry que supo esperar su oportunidad y sacó el máximo provecho de la misma. A veces el destino guarda sorpresas insospechadas, pero una cosa es segura: Cherry, a su manera, es otro pionero más en el basket español y ha demostrado que talento y valor no le faltan.