Pete Mickeal, el amante de la pesca: "El mero, muy rico, pero feo también"

Redacción, 1 Feb. 2009.- Cuando en el TÚentrevistas al que se enfrentaba Pete Mickeal el pasado 21 de enero richivictor le preguntó: “de no ser jugador de basket profesional, ¿qué profesión te hubiese gustado ejercer?”, todos descubrimos que, realmente, para el alero del Regal FC Barcelona, el baloncesto es un mero pasatiempos. Que lo que realmente le apasiona es la pesca y que las manos que machacan también sostienen la caña.

“Pescador profesional, sin duda. Es a lo que me dedicaré cuando me retire. Pescar es mi verdadero amor, no el baloncesto, que es el segundo, jajaja. Ayer tuve una entrevista en el puerto con el Canal 33 y estuvo bien, viendo las subastas del pescado... Espero que lo vean, porque estuvo muy bien. Pude verlo todo y lo disfruté como un loco. Es un trabajo muy duro y mucha gente no lo respeta. Me llevé 4 rapes y me los comí esta mañana.”

¿Cuatro rapes? Sí, los que se llevó de la lonja del puerto de Arenys de Mar, en ese reportaje realizado por la Televisió de Catalunya, que sigue descubriendo el terreno más personal de los jugadores, como ya hiciera con Erazem Lorbek, el pianista del Palau.

El jefe de servicios de la cofradía de Sant Elm, Emiliano Gómez, le guió por las instalaciones del puerto, donde Pete pudo satisfacer plenamente su pasión por el mar. “Veo que eres un loco de la pesca”, le decía Emiliano. “Sí, muy loco, muy loco. Después, el baloncesto es mi trabajo”. Una primera rueda de reconocimiento por el exterior hasta que la llegada de una embarcación permite a Pete departir amistosamente con los pescadores, que le buscan primero por el tópico fácil, aunque la salida del de Illinois es de nivel:

• Eres más grande que yo, ¿eh?
  
• Sí, más grande. Y tu trabajo es más difícil que el mío.
  
  Todo ello, en un castellano con el que el estadounidense se atrevió durante toda la entrevista. “Yo tengo mucho respeto por los pescadores”, cuenta el alero del Regal Barça que, a juzgar por las veces que se ríe en el reportaje, se lo pasó en grande charlando con esos hombres de mar, inspeccionando los pescados con la mano, dejando rodearse por un pulpo y metiéndose con los rapes: “Muy rico, pero muy feo también”.
  
  Para acabar, visita a la lonja, con un pulsador personalizado con su foto para que compre el pescado que más le guste en la subasta.
  
  
  
  “Muy divertido, muy divertido. ¡Soy yo!”
  
  
  Al final, acaba celebrando la consecución de unos rapes de un peso total de 2,55 kilos, por 12,40 euros. “Esta noche, yo cocino”.
  
  
  
  Los rapes de Pete Mickeal
  
  
  Pero toda esta visita tiene un peaje. Emiliano Gómez es del DKV Joventut de toda la vida. Y, Mickeal, como muestra de agradecimiento, le acaba firmando una camiseta de la Penya. “El 7 de febrero te estaré esperando en el Olímpic”, le dice. Mickeal no para de reírse. Se le ve contento, rodeado de pescado.