Crónica

El Real Madrid se impone a un bravo Blancos de Rueda Valladolid (87-82)

El Real Madrid sigue la estela del líder Caja Laboral al ganar por 87-82 al Blancos de Rueda Valladolid en un partido intenso y en el que los pucelanos jamás se rindieron

El Real Madrid lo pasó mal para derrotar al bravo Blancos de Rueda (ACB Photo / D.R. Anchuelo)
© El Real Madrid lo pasó mal para derrotar al bravo Blancos de Rueda (ACB Photo / D.R. Anchuelo)
  

Ricardo Molinelli. Madrid, 21 nov. 2010 (EFE).- El Real Madrid ganó, 87-82, al Blancos de Rueda Valladolid pero no pudo reivindicar su mejor juego en un partido en el que los castellanos plantaron mucha cara.

El equipo de Ettore Messina salió todavía bajo los efluvios de la derrota europea. Dio la sensación de querer contrarrestar cuanto antes los efectos devastadores de su falta de tino en Bélgica, pero los primeros minutos no supusieron ningún alivio en este sentido.

Apoyado en una buena defensa, gracias a la poca proyección ofensiva del Blancos de Rueda Valladolid en los primeros compases, el Real Madrid naufragó en ataque, poco ayudado por el antártico ambiente de la Caja Mágica.

Dos triples consecutivos de Garbajosa y Tucker dieron alas a los locales que consiguieron sus primeras ventajas significativas (21-12, min. 9), al mismo tiempo que se quitaban cierto peso de encima, al comprobar que, efectivamente, el triple es posible y que el aro no era un cuerpo sólido e impenetrable desde más allá de la línea de 6,75 metros.

En los primeros minutos del segundo cuarto, coincidiendo con una salida en zona de los vallisoletanos, el Real Madrid consiguió su máxima ventaja, 31-17 (min. 12.45), con Tucker firmando sus mejores minutos en su asociación con Tomic.

Sergio Rodríguez sigue demostrando que su vuelta a Europa está siendo más complicada de lo previsto. Mejoró en tiro, en rapidez de bote, pero sigue sin dirigir al equipo, una faceta en la que cuando se fue tampoco era el mejor.

Sin hacer un gran partido y sin que el Blancos de Rueda mostrara nada en especial, salvo las buenas maneras de Slaughter, Robinson y Barnes, el Real Madrid se marchó a vestuarios con una ventaja de nueve puntos, 43-34, y la sensación de que no había lavado sus 'pecados' belgas.

Esta sensación se hizo más patente cuando a los dos minutos del tercer periodo, el equipo de Messina notó el aliento en el cogote de su rival, 45-43. Las ideas en ataque no fluían y la sensación de falta de chispa cada vez fue más evidente.

Con el empate a 47 (min. 23.45), todos quedaron convencidos de que lo realmente importante era el triunfo y que las reivindicaciones, de juego, de tiro, de actitud y de cualquier otra índole deberían quedar para mejor ocasión.



Un parcial de 13-3 en cuatro minutos enderezó el rumbo del partido de nuevo para los blancos, y otra vez desde la defensa, que posibilitó mejores opciones de ataque y más tranquilidad para ejecutarlas.

Ocho puntos de margen, 64-56, fueron los que consiguió el Real Madrid para afrontar el último cuarto.

Los castellanos volvieron a colocarse en zona y esta vez funcionó pese al acierto inicial en el tiro de Carlos Suárez. El Madrid se puso nervioso en ataque, se cegó en la circulación del balón y dio vida, 71-69 a falta de 4 minutos, a un Blancos de Rueda que demostró mucha tenacidad y que respondió a cada canasta blanca.

Un nuevo tirón de los locales de la mano de los habituales Suárez, Reyes y Llull fue suficiente para que el Real Madrid consiguiera la victoria. Las reivindicaciones de juego y tiro de los blancos quedarán para mejor ocasión.

87 - Real Madrid (22+21+21+23): Tucker (11), Reyes (11), Rodríguez (7), Fischer (8), y Llull (7) -equipo inicial-, Suárez (16), Tomic (16), Garbajosa (9), Vidal (2).

82 - Blancos de Rueda Valladolid (15+19+22+26): Van Lacke (8), García (15), Dumas (4), Barnes (11) y Slaughter (8) -equipo inicial-, López (3), Martín (7), Báez (6), Stanic (2) y Robinson (18).

Árbitros: José García Ortiz, Lluis Guirao y Antonio Sacristán. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la 8ª jornada de la Liga ACB, disputado en la Caja Mágica ante unos 6.000 espectadores. Novica Velickovic se marchó a su domicilio antes de la disputa del partido a causa de la fiebre producida por una amigdalitis.