Redacción, 12 Ago. 2013.- Muy a menudo el rendimiento de un jugador no es valorado en sí mismo, sino teniendo en cuenta lo que han hecho otros en su mismo papel. Eso suele tender a lo negativo (esa frase de que las comparaciones son odiosas no es casual) y es lo que probablemente le ocurrió a Jonathan Haynes en Ourense en la 97-98, cuando fue víctima de los malos resultados. Luego, en la 99-2000, sí pudo acabar la temporada con el León. En fin, algo de norte le faltó al chico en sus dos experiencias españolas.
Ya explico que en la primera de ellas tuvo la sombra de tres gigantes sobre sí, algo que le acabó pesando demasiado, no sé si personalmente, pero sí seguro que a los ojos del entorno. Ourense era una plaza que se distinguía por elegir muy bien a su director de juego americano: primero Andre Turner (no necesita presentación), luego Darrell Armstrong (tampoco) y más tarde Antonio Smith (aunque este luciría mucho más años después en Burgos). Haynes apareció en 1997 en el Pazo Paco Paz con la misma etiqueta de base muy creativo y anotador: había estado en la prestigiosa universidad de Villanova y tampoco le faltaba experiencia europea, en Italia. A nivel físico era un portento.
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Jonathan Haynes: Doble descenso pese a sus números
"Fue estupendo. Jugué con grandes tipos y conocí a mucha gente en Ourense y León. La ACB era y es todavía una gran liga", dice en la actualidad Jonathan Haynes
© Jonathan Haynes