Bélgica vuelve a ganar tras dos décadas de sequía (73-77)

Redacción, 5 Sept. 2013.- Alemania es Alemania. Para lo bueno y para lo malo. El año en el que más le infravaloraron –y ya es decir- se carga el primer día a la todopoderosa Francia y, al día siguiente, pierde una ocasión de oro para ponerse con un 2-0 que le hubiera acercado a la segunda fase.


La culpo la tuvo una Bélgica que mandó desde el principio en un encuentro de locos marcado por los parciales. Bélgica dio primero con un 0-8 (4-10, m.4), Alemania se la devolvió en el primer aviso de Benzing, con un 10-2, y los belgas volvieron a escaparse con un aplastante 0-18 (16-30, m.16) que parecía romper el partido.

Mukubu cogió el fusil con 8 puntos consecutivos, Massot (un coloso en la zona) tomó el relevo y bastante tuvo Alemania con romper la sequía anotadora tras 7 minutos y llegar vivo al descanso gracias a Schaffarzik: 26-35. El propio Heiko, con un triple en contraataque, acercó a su equipo en el tercer periodo (36-39, m.26) antes de que Moors y Benzing se marcasen un duelo brillante de anotación que no cambió el escenario del partido.

Pareció hacerlo cuando, tras un triple de Tabu, los belgas tomaban 7 puntos de renta (47-54, m.33), pero Alemania se recuperó y le endosó un 7-0 a su oponente para empatar el partido tras 2 tiros libres de Pleiss. El final prometía agonía y así fue, con Benzing deslumbrando con canastas salvadoras para Alemania, Tabu golpeándose el pecho para celebrar un triple que parecía definitivo y Alemania forzando la prórroga en la última jugada.

Benzing lo intentó, el balón salió rebotado, Pleiss lo palmeó, Schaffartzik la recogió y Staiger acertó. 63-63 y al tiempo extra tras el fallo belga. Sin embargo, Bélgica no se desanimó y tomó 5 puntos de renta pronto. Ni siquiera una técnica en contra fue el acicate para remontar de una Alemania a la que solo le quedaban los triples de Staiger.